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domingo, 23 de agosto de 2015

Meditación del día

Gregorio Luri, si cuando invitas a alguien a cocido, te aseguras antes de tener en casa garbanzos de calidad, te evitarás tener que ir a última hora del sábado al paquistaní a comprar unos garbanzos sospechosamente baratos que hoy no hay manera de que dejen de rebotar como perdigones en la cazuela.

No por mucho madrugar los garbanzos se cuecen antes si son de mala calidad.

Veremos la cara que ponen los invitados cuando les diga que tienen pizza.

3 comentarios:

  1. En la mili se aprendía que eso podía remediarse, al menos en parte, con una cucharadita de bicarbonato.

    Karl Mill

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  2. Si, en el agua de remojo... pero compré garbanzos sañudos y me olvidé de la precaución carbonatada. Pero todos los comensales han estado de acuerdo en que la sopa estaba muy rica...

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  3. Meditación de la noche: tampoco es muy inteligente empeñarse en comerse los garbanzos en la cena, porque con el estómago lleno de perdigones no hay manera de que el sueño alce el vuelo.

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