domingo, 7 de junio de 2015

M. G.


¡La de vueltas y revueltas que me has costado, M. G.! Y justo cuando estaba a punto de tirar la toalla recibo tres páginas con los detalles que tanto me intrigaban. Confirmado: fuiste la primera novia de Ramón Mercader. Y si no fuisteis más lejos se debió a que Caridad se interpuso. Te consideraba poca cosa. ¡Ay, el elitismo de algunos comunistas! Para mi, M.G., fuiste la sonrisa del régimen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Al héroe no reconocido

Después de habérnoslo dado todo, aún saca, no sé de dónde, lo que le exigimos, martirizándolo para exprimirle hasta la última gota. Y así dí...