viernes, 15 de marzo de 2013

Actores de nuestro destino

Eutanasia sí,  pero planetaria, clama Louis Wolfson. De lo que se trata es de encontrar la satisfacción y el placer allá donde están: en la producción ininterrumpida de bombas atómicas y termonucleares, que a pesar del escándalo de los pacifistas, permitirán finalmente alcanzar un suicidio colectivo "antes de que comiencen otros mil años de torturas aquí abajo".

Sobre las cuestiones prácticas de esta eutanasia, Wolfson piensa que, por ejemplo, se podría programar la explosión en una fecha determinada. Por una vez seríamos los actores de nuestro destino.

Roland Jaccard


1 comentario:

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...