Conozco a una monja en Barcelona que se dedica a atender al mal ladrón, que es el ladrón que vio morir a Dios a su derecha... el ladrón reincidente, al que nadie quiere ayudar porque mientras lo estás salvando de morir ahogado en sus propios vómitos aprovecha para robarte la cartera. Cuando pienso en cristianos, pienso en gente como ella.
¿Sería casual o premonitorio que el mal ladrón estuviera situado a la izquierda de Cristo?
ResponderEliminarCuando pienso en cristianos, pienso en gente como ella.
ResponderEliminarYo no. Yo me acuerdo de los de verdad.
El desprecio al mal ladrón comenzó por el olvido de su nombre: Gestas. El bueno, todo el mundo lo conoce, Dimas, y más si hace poco vieron, como yo, "Los jueves, milagro", en La Sexta 3, que es un bendición de cadena.
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