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domingo, 31 de agosto de 2008

Los Rorty

Sigo adelante con la biografía de Richard Rorty.

Sus padres, James Rorty y Winifred Raushenbush, se movían en el entorno de los intelectuales de Nueva York y de Partisan Review, de los que nos hicimos eco hace pocos días. Eso significa que en los años veinte estuvieron próximos al partido comunista, que en los treinta se acercaron al trotstkismo y que finalmente en los cuarenta y cincuenta acabaron siendo radicalmente antiestalinistas y anticomunistas. Si se aproximaron al comunismo por intereses sociales, se alejaron de él por defender la libertad de expresión y la autonomía del arte. Partisan Review no dudaba en publicar autores de calidad, estuvieran o no de acuerdo con sus posiciones ideológicas. Cuando estos intelectuales leían a Marx entendían que la alienación sólo podía combatirse mediante la libertad de pensamiento, por eso lo leían junto a Freud, Dostoievski, Nietzsche, Mann, Rilke, Kafka, Orwell u Ortega.

En 1931 Rorty no tenía dudas de que el partido comunista ruso se había convertido en una estructura piramidal dictatorial y que Stalin, Mussolini y Hitler debían ser juzgados con el mismo rasero. Como otros intelectuales con ideales socialistas (como Max Eastmann o Sydney Hook) buscó durante un tiempo una conciliación entre las ideas de Trostky y de Dewey que poco a poco se fue demostrando imposible. Cuando tuvieron que elegir, se quedaron con Dewey.

Por otra parte Rorty, que se había recorrido el país intentando expandir las ideas socialistas, no tardó en darse cuenta de que los obreros norteamericanos no estaban especialmente interesados en transformaciones sociales radicales.

A finales de los años cuarenta se mostraba como un anticomunista partidario de combatir el estalinismo en todos sus frentes, suprimiendo su “fifth column apparatus” en los Estados Unidos. De ahí su compromiso con el “Comité for Cultural Freedom.”


Winifried Raushenbush llegó al socialismo desde el cristianismo. Lo de "cristianos por el socialismo" tampoco fue una invención europea. Hay abundantes estudios que resaltan la importancia de lo que se ha dado en llamar el “social gospel” en la expansión de las ideas socialistas en los Estados Unidos. En las primeras décadas del siglo XX el cristianismo tenía en los Estados Unidos una amplia lectura de izquierdas,. El "reino de los cielos" era una promesa para el futuro de la tierra. En este sentido la familia de Winifried entendía que el cristianismo y el socialismo compartían los mismos intereses. Su padre, Walter Rauschenbush, vendió más de cincuenta mil ejemplares de un libro titulado Christianity and the Social Crisis.

Pero Winifried, a diferencia de su padre, entendía que la liberación social debía ir acompañada de la personal. Tras conocer a Richard Rorty siguió una evolución ideológica paralela, aunque sin perder nunca su propio acento. Winifried fue una de las pioneras en el estudio de la ecología humana.

8 comentarios:

  1. Otra biografía intelectual curiosa, de europeo emigrado a los EEUU, es la de Alasdair Macintyre. De comunista a trotskysta para acabar en un Arístoteles casi apolítico.
    Quizás es posible leer muchas de estas biografías como variaciones en torno a la oposición o insatisfacción con el liberalismo. Éste, aparentemente la opción aparentemente más débil durante buena parte del siglo pasado, es la que se acaba imponiendo.

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  2. D. Gregorio: Aquellos años fueron cruciales, y, en cierto modo, reflejan cómo la égida de occidente cambió de manos de manera definitiva: fueron los E.E.U.U. los que, en gran parte, asumieron la defensa de valores e instituciones que, desde uno y otro lado, eran contempladas como meros residuos de la historia que habían de desaparecer pronto. Una de estas actividades "reaccionarias" que América acogió fue la filosofía y su tradición europea, tal y como representa en los años de formación de Rorty. No sólo intervino militarmente en la guerra para restaurar lo que podía quedar de Europa, sino que América acogió las tradiciones intelectuales y artísticas europeas amenazadas por los totalitarismos y les ofreció nuevo suelo. ¿Para cuando un reconocimiento y un homenaje hacia "el imperialismo yanqui"?

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  3. Claudio, Borja: Podemos añadir que la famosa Escuela de Viena se traslada casi íntegramente a USA. Rudolf Carnap se va a Chicago; Reichenbach a la UCLA; Carl Hempel al Queens College de Yale; Gustav Bergmann a Iowa; Alfred Tarski a Berkeley; Feigl a Minnesota...

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  4. Estimado Gregorio, qué opinión te merece esto:

    http://www.nodulo.org/
    ec/2008/n078p07.htm

    y su autor,Fernando García Genovés?

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  5. Carlos:
    Del autor, honestamente, no tengo opinión, ya que no lo conozco lo suficiente como para permitírmelo.

    Respecto al artículo, me parece que cae en un vicio muy común en ciertos críticos de todo lo que suene a posmodernidad, confundir el desprecio con la crítica. A mi modo de ver hay más que sobrados motivos para criticar tanto a Vattimo como a Rorty, pero no por las mismas razones. No me parecen dos pensadores a los que se pueda equiparar. Rorty es mucho más consistente.
    Me da la sensación que -por ejemplo- Rorty parte de Dewey para acabar sobrepasándolo, mientras que Vattimo ha partido de ninguna parte (como buen pensador débil) para acabar recalando en Dewey.

    Rorty es un filósofo extraordinariamente crítico y exigente consigo mismo. Dudo mucho que el último Rorty se identificase a sí mismo de la manera como lo identifica el autor de la (¿?) reseña: como "uno de los máximos representantes del denominado «neopragmatismo americano»".
    ¿Qué quiere decir en realidad esto?

    Me parece que en los Estados Unidos se tiene a Rorty más por un representante de la filosofía analítica. Pero aún en este caso no sabríamos muy bien como situar su "Philosophy and the Mirror of Nature", que me parece su obra mayor.

    A mi modo de la presentación de Rorty como "pragmatista" es tramposa porque oculta la evolución de su pensamiento.

    En lo que sí estoy completamente de acuerdo con el autor de la (¿?) reseña en que no es nada fácil hacer de Nietzsche un pensador posmoderno.

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  6. OK, gracias y en parte puedo estar de acuerdo. Pero algo debe haber para que escriban a la limón un texto "débil". El coqueteo con la "debilidad de pensamiento" es al menos sospechosa. Al menos refleja el deslizamiento acomodaticio que por ejemplo... no fue capaz de llevar a la práctica... ¿Platón?

    O sea: ¿no es "el problema" que observamos como propenso a ser "contraído" por la intelectualidad de hoy como "remedio" (que diría Nietszche)?; ¿lo que "obliga" a escribir "a la manera de los blogs" y a "aceptar" o "suavizar" la crítica?

    No sé... no sé...
    (de paso, me gustaría algo de caña tuya tras mis posts: ¡esto es una provocación a quien es demasiado poco provocable!. Y avisa de la salida de tu libro: ¿qué pasa? ¡tengo ganas de "meterme con él...! como te imaginarás, jeee...)

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  7. Carlos: Los blogs son un ejercicio narcisista, no les demos más importancia que la que tienen ni les exijamos más de lo que pueden dar.

    Respecto a mi biografía de Strauss, la editorial me la devolvió. Tal cual. Me piden que le quite doscientas páginas, cosa que no voy a hacer.
    La tengo aquí, encima de la mesa, la miro de vez en cuando y no sé muy bien qué hacer con ella.

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  8. ¡No me lo puedo creer! ¡Porca miseria! Búscate otra, prueba mandarla a Katz. (No te contesté antes porque estaba de viaje). Por lo demás, no le doy vieltas serias al blog, sólo creo que sea donde sea caben sólo dos conductas: la irónica y la rigurosa. Pero tampoco merece la pena debatir al respecto ya que lo mismo es una manía personal. Un abrazo. Y prueba con Katz, don't give up!

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