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domingo, 10 de agosto de 2008

Escondido en Ocata

Resulta que como cada agosto pasado, vuelvo en el presente a experimentar la dura prueba de sentirme arrojado a la soledad del tálamo nupcial. Vaya, que estoy de Rodríguez. Y en estas aciagas circunstancias el tiempo transcurre de una manera caprichosa, de manera que uno se encuentra a las cinco de la tarde sin haber comido o a las cuatro de las mañana practicando la gastronomía arqueológica, untando, por ejemplo, un trozo de pan pétreo en la yema de un huevo auriñaciense. No es que no sepa cocinar. En casa soy yo el que cocina. Es, simplemente, que se me pasa el tiempo haciendo otras cosas.

Ayer a las siete de la tarde apagué el ordenador, agotado de buscar inútilmente un final adecuado para un ensayo que tenía que haber entregado ya. Cogí el coche y me fui a los cines Icaria, dispuesto a entrar en la primera película que comenzase. Llegué a menos veinticinco. Había un par a las ocho menos cuarto y varias más a las ocho en punto. Mientras me decidía bastante desorientado, una mujer me sacó de dudas: “Si quieres una buena, ésta”. Y así fue como vi “Escondidos en Brujas”.

La sala estaba casi vacía y, como es normal en los cines hispanos, el aire acondicionado estaba a la temperatura adecuada para mantener las coca colas congeladas. Me gustó (la peli, obviamente). Me gustó mucho, a pesar de que Colin Farrell no es precisamente un santo de mi devoción. Me gustó porque Brendan Gleeson sí que lo es, y aquí está en su mejor momento. Me gustó por comprobar que hay directores que se atreven a jugar con metáforas y lo hacen perfectamente. Me gustó porque es ambiciosa y un poco surrealista, como la vida misma. Así que me apunto el nombre del director, Martin McDonagh. Intentaré seguir sus pasos.

Al llegar a casa encendí el ordenador. Visto que los silogismos parecían agostados, puse atención a ver si escuchaba el zumbido, aunque fuese lejano de la inspiración y sólo me llegó el de mi inseparable tinitus. Así que cambié el ordenador por la tele y tuve la fortuna de ir a parar a dos largos episodios de Dexter, el forense asesino. Finalmente, no sé a qué hora, al constatar que mi alma estaba en sazón, me fui a la cama acompañado por Chesterton, que nunca me deja solo.

¿Qué por qué os cuento esto?

Porque sigo delante del ordenador y nada. Debe haber por aquí alguna metáfora escondida, pero no logro encontrarla.

12 comentarios:

  1. Pues nada ánimo y a trabajar que como decía Picasso:
    La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando

    Respecto a Dexter. A mi me parece una serie muy bueno y debo tener mi brújula moral estrpeada porque el sicópata ese me cae muy bien.

    Saludos

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  2. Pues entre vacío y vacío, nos ha creado usted una interesante entrada, amigo. Persista, que la musa anda remolona en agosto.

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  3. Dexter es una serie malévolamente inteligente.

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  4. La anarquia de organizarse el tiempo sin dependencias externas es un privilegio....algunos vivimos asi todo el año ....

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  5. Queridísimo Luri
    vi hace poco Escondido en Brujas y me gustó mucho. Incluso hace reir!!
    Le aviso, cuidado con Dexter, la segunda temporada es decepcionante.
    Tengo a medio leer "Lo que está mal en el mundo" de Chesterton, y me da un poco de miedo...
    Haga usted el favor de comer bien...estuvimos apuntito de ir a verle este fin de semana a su Ocata, pero se supone que estamos ahorrando para bebernos el Duero, así que lo postponemos.

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  6. Gracias, amigos, por vuestras buenas intenciones.

    No me queda más remedio que seguir intentando llamar en las puertas de las musas. A ver si no van a estar en casa...

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  7. Queridísima Celia: Me alegra saber que coincidimos respecto a Brujas. Yo me fío de su criterio estético más que del mío.

    Chesterton es un insolente educado; un tipo de derechas de derechas que, sin embargo, tiene sentido del humor y escribe de maravillas. A mi me resulta imposible estar de acuerdo con él en la mayoría de las cosas que dice. ¡Pero qué necesarios nos hubieran sido en España conservadores de este tipo!

    En realidad está continuamente polemizando con su amigo B. Shaw, un socialistón de los de antes, y además partidario de la eugenesia, del que lo separa un abismo intelectual. Pero sin embargo son amigos.
    Es el clima general del debate lo que es grandioso. No hay tema tabú, todo es discutible y todo lo discute con profundidad, humor corrosivo y una magnífica prosa. Insisto, ¿conoce usted algo así entre nosotros?
    Yo duermo con frecuencia con Chesterton, porque un compañero de cama no debe ser de la propia sangre.
    Os invito cuando queráis -cualquier tarde- a un magnífico Duero en el "Vins i divins" de Ocata. En realidad es una orden: ¡Vengan ustedes a salvarme y tráiganme las musas!

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  8. Me apunto la película, por mi parte le recomiendo mucho Wall-E ^_^
    (Me gusta mucho leerte)

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  9. Dadanoias en Ocata
    es cosa digna de ver

    así que pa'recibirla
    el café tendrá que ser

    con encajes y puntillas
    y satenes de fetén.

    Siéntese usted donde quiera
    y pídame de beber

    que aqui estoy para servirla
    con diligente querer.

    ¡Que lo sepa todo el mundo,
    Desde la China a Jerez

    Que Ocata hoy se engalana
    Para atenderla rebién.

    Y a ver cuando nos vemos
    y me cuenta su merced

    cómo triunfa por los mundos
    como lo hiciera B.B.

    Estos versicos tan pobres
    que a vuelapluma se ven

    no son lo que usted merece,
    que se merece un vergel

    pero quizás Su Excelencia
    me los quiera agradecer.

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  10. ¡Qué interesante que un cine se llame Icaria! Puesto que quien imaginó Icaria, Étienne Cabet, pensaba que toda la población tenía derecho a ver espectáculos. Para lo cual había ideado una suerte de turnos que posibilitaban, por ejemplo, que todos en una ciudad disfrutasen de una obra de teatro.
    Probablemente ya lo supiera, pero me conmovió y lo tuve que decir.

    Abrazo

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  11. LUC: En la Barcelona actual hay hasta una "Playa de la Nueva Icaria".

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  12. Que curios: des del Maresme et llegia als Estats Units i des dels Estats Units et llegeixo al Maresme. Avui hem tornat de New York i Washington i dema passat, dema ja per tu, enfilem cap a Montreal i Quebec. De moment tot molt be i la gent, efectivament, mes que amable.

    Fins ara

    psjxyey

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