domingo, 4 de septiembre de 2016

La ternura

En una novela de Walker Percy, The Thanatos Syndrome, se encuentra uno con estas palabras, que lo dejan sin aliento: “Beware, tender hearts! Don’t you know where tenderness leads? To the gas chambers. Never in the history of the world have there been so many civilized tenderhearted souls as have lived in this century. Never in the history of the world have so many people been killed. More people have been killed in this century by tenderhearted souls than by cruel barbarians in all other centuries put together. My brothers, let me tell you where tenderness leads. To the gas chambers! On with the jets!”

No me pregunten si estoy de acuerdo. Lo que estoy es perplejo... porque temo que va a ser que sí.

12 comentarios:

  1. no anda desencaminado, es lo que pasa cuando actúa la buena gente, la gente de buena fe, los fanáticos son buena gente de buena fe, y cuando actúan (de buena fe y a menudo en nombre de Dios) pasa lo que pasa.

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  2. La cita es un homenaje de Percy a una frase de Flannery O'Connor http://www.goodreads.com/quotes/619427-if-other-ages-felt-less-they-saw-more-even-though

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    1. Es cierto, he estado manejando los textos de ambos toda la tarde. Si te soy sincero, en un primer momento me han provocado siesta irritación. Después la irritación ha dejado paso a la perplejidad, y ésta a la duda y entonces he comprendido lo que quería decir O'Connor.

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  3. Aquí puede verse una explicación
    http://www.theimaginativeconservative.org/2016/09/tyranny-tenderness-dwight-longenecker.html

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  4. Señor Bacon, me temo que el artículo citado no explica nada. Desde luego, no de cómo se pasa de la ternura a las cámaras de gas.

    La cita original es más clara. Por lo menos, respecto a qué pretende o a dónde apunta. Creo que al menos dos cuestiones mezcladas.

    La primera es que el problema de la ternura sea la falta de Cristo. No creo que sea así, pero si lo fuese tengo una pregunta. ¿Qué pasa con el ateísmo o agnosticismo?

    No sé cuando escribió O’Connor esa frase. Se publicó en 1969 e intuyo que sería después de 1945. ¿De veras cree que la ternura explica algo en Alemania —o en Europa— de 1933 a 1945?

    Me gustaría realmente saber cómo la ternura llevó a las cámaras de gas. Por centrarme en una figura histórica, no diría yo que Adolf Hitler era una persona tierna o compasiva (ni creo que, por ejemplo, Traudl Junge lo hubiera dicho). Pero quiero aprender.

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  5. "Señor Bacon, me temo que el artículo citado no explica nada" Es usted muy libre de temer lo que quiera. Estoy seguro que hay mucha gente que estará de acuerdo con usted. De hecho, ninguna explicación, ni filosófica ni científica, lo es para todo el mundo.

    "Desde luego, no de cómo se pasa de la ternura a las cámaras de gas". Creo que si fuese obvio el autor no habría escogido esa frase, y creo que con ella quiere hacernos pensar. Pero luego cada uno lo hace o no.

    "La primera es que el problema de la ternura sea la falta de Cristo. No creo que sea así"
    Históricamente, el cristianismo por primera vez nos dice que nos pongamos en el lugar del otro, y que el otro, cualquier otro, es nuestro hermano. Eso, con el tiempo, lleva al fin de la esclavitud entre otras cosas.

    "pero si lo fuese tengo una pregunta. ¿Qué pasa con el ateísmo o agnosticismo?"
    Pues hay quien dice que son el origen de los horrores del s. XX, incluidas las cámaras de gas.

    "no diría yo que Adolf Hitler era una persona tierna o compasiva"
    Era muy amante de su perra y, en general, de los animales (incluso era vegetariano), así como de los niños.

    D. Pablo, muchas gracias por sus opiniones y comentarios.

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  6. Señor Bacon, le agradezco la respuesta.

    Creo que es difícil reconocer en el relato de Dwight Longenecker algo así como una explicación. Me temo que más bien lucha contra fantasmas que yo no consigo ver. Es sólo un modo de decirlo, porque digamos que prefiero no analizar más su texto.

    El autor del artículo usa la frase de O’Connor retóricamente. Mi reproche es que quizá las cámaras de gas no sean un recurso literario, sino un horror histórico muy concreto.

    La falta de Cristo no es un problema, con el debido respeto. Lo puede ser para una persona creyente. Pero igual que es legítima la creencia, debería ser legítima la increencia. Sobre todo, debe ser también posible el mundo para quienes honradamente no creen.

    Respecto al cristianismo y los horrores del siglo XX, no quiero entrar en polémicas. No cabe duda de que hemos usado el nombre de nombre de Dios y de la justicia —sería la variante atea del Ser supremo— para matar a nuestros semejantes durante largo tiempo.

    No me entienda mal, creo que es ingenuo pensar que sólo un determinado grupo humano comete horrores. Por desgracia, nadie tiene la exclusiva.

    Hitler era abstemio y vegetariano. Respecto a lo último, es posible que no fuese por motivos ideológicos, sino sencillamente porque tolerase mal la carne. Es más común de lo que parece.

    Con Eva Braun no parece que Hitler (de lo que recuerdo que cuenta Albert Speer en sus Memorias) fuese cariñoso. Ya no digamos tierno. No sé si sería cariñoso con los niños o sería una pose publicitaria. De hecho, él ni siquiera se planteó tenerlos.

    Trautl Junge, su última secretaria privada, lo viene a describir en una entrevista como una persona distante y correcta. El trato humano le costaba, le producía como una especie de alergia. Claro, siempre podía imponerse. Pero con las mujeres estaba realmente incómodo, fuera de lugar.

    Por último, afirmar que la ternura desmedida lleva a las cámaras de gas es una frase sin duda impactante. Me temo que las cámaras de gas surgen de lo contrario. Puro odio sin ningún tipo de disimulo. Nombrar enemigos e ir a por ellos. Por desgracia, en el sentido más literal.

    Todos los ejemplos que pone Longenecker son de lo contrario. Se queja de que en nombre de la compasión —lo de la ternura es todavía más etéreo— estamos transigiendo demasiado en determinadas cuestiones.

    Don Gregorio, cuenta usted que ha entendido la frase de Flannery O’Connor. Le ruego muy encarecidamente que nos la explique. Porque el nazismo y sus obras creo que se pueden achacar menos a la excesiva transigencia que a su contrario.

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    1. Creo -creo, insisto- que está reinterpretando la tesis de Arendt sobre la banalidad del mal: también puede existir una banalidad del bien. Es el caso de la persona que sólo se siente bien ayudando al desgraciado y que si no hubiera desgraciados en torno suyo no sabría que hacer con su vida. Es el caso, end definitiva, de un emotivismo que no está regido por ningún sentido del deber, sino por una perversión del placer. Lo conozco: lo veo con frecuencia. Lo peor es que te mira con un aire de engreimiento y superioridad moral despiadado si sospecha que no estás dispuesto a empalizar con lo que ella empatiza.
      Otra cosa: No creo que O'Connors esté pensando tanto en los campos nazis como en la invasión vertical de los bárbaros, por emplear una aguda frase de Rathenau.
      ¿No sentis que se reduce vuestro espacio vital ante tanto emotivismo dispuesto a inundarlo con sus buena intenciones?
      ¿Y qu+e hay más cruel que un emotivo frustrado?

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    2. O'Connor: "there is nothing harder or less sentimental than Christian realism"

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  7. D. Pablo,
    Lo substantivo del artículo es la diferencia entre sentimentalismo por un lado y el sentimiento que nace del verdadero amor por otro. Sin irnos a Hitler, sabrá usted que muchos etarras eran personas muy amigas de sus amigos, encantadoras, ecologistas, reciclaban a diario...
    C. S. Lewis escribió "If you will not have God (and He is a jealous God) you should pay your respects to Hitler or Stalin".
    Mucho antes, Nietzsche se dio cuenta de que una vez dejamos de creer en Dios, no hay nada. Todo está bien, o mal, según nos convenga, y en eso estamos. El aborto ha llegado a ser algo intrínsecamente bueno, un derecho, algo liberador.
    Puesto que lo que antes se llamaba alma sólo es nuestro cerebro, que es una máquina bioquímica determinista, no hay libre albedrío. No sé si lo sabe, pero ya hay consenso científico sobre esto.
    Dice usted "debe ser también posible el mundo para quienes honradamente no creen".
    El problema es que, a menos que decidan arbitrariamente actuar como si Dios existiese (¿y por qué habrían de hacerlo?) no van a encontrar ninguna razón para hacer el bien al otro. ¿Cree usted que después de cómo ha sido el s. XX (no sólo Auswitch y el gulag; también la eugenesia) algo parecido al imperativo categórico se sostiene?
    La alternativa a la religión es la filosofía, que supone, en palabras de D. Gregorio, mirar a la cara ala realidad. Es un camino para muy pocos.
    Claro que hay no creyentes de los que puede pensar que actúan perfectamente, pero la sociedad, y más en España, está todavía embebida de teísmo, veremos qué pasa en tres o cuatro generaciones.

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  8. Señor Bacon, seguro que no me quedaré a ver qué pasa tras tres o cuatro generaciones en el mundo o en la sociedad española.

    No me veo capacitado para discutir que el cerebro sea una máquina bioquímica y la posibilidad del libre albedrío en este momento. Creo que tampoco éste sería el lugar para hacerlo.

    Habla usted de encontrar una razón para hacer bien al otro. ¿Por Dios? Antes de nada, que sepa también que en nombre de Dios hemos hecho no tanto bien al resto (vamos a decirlo así). Pero la razón puede ser... ¿el otro sencillamente?

    Meter a Dios ahí puede ser la razón perfecta para hacer lo que más nos convenga. Lo siento, pero creo que la historia está llena de ejemplos. La invocación que usemos no dice nada sobre nuestras acciones.

    Lo que me hace gracia es que usted sólo vea la posibilidad de la arbitrariedad sólo en una parte de la tarta, no en la otra. Arbitrarios, con el debido respeto, somos los humanos. Es una característica que traemos de fábrica.

    La cita, por lo que parece, es de Eliot, The Idea of a Christian Society. Eliot necesita que la organización social esté basada en la verdad de la religión.

    A partir de 1900 (como muy tarde), eso supondría una homogeneidad social cada vez más difícil de encontrar. Todo eso, dando por supuesto que fuese un buen modo de organización política. Por supuesto, tenemos que encontrar lo común, pero no tiene que ser la religión.

    Además, creo que la frase de Eliot puede entenderse mal (o al menos, yo la he entendido mal). No es que la increencia lleve a la admiración de Hitler o Stalin. La increencia no deja escapatoria del sometimiento a Hitler o Stalin. Históricamente, ¿los cristianos no se sometieron a ambos? Igual que el resto de la población.

    Que haya etarras que hayan cultivado buenas amistades no dice nada. Aunque parezca increíble, las personas podemos llegar a ser así. No tienen que ser amistades sentimentales. Aunque cultivar buenas amistades no justifica ninguna acción. Tampoco creer en Dios o usar su nombre justifica nada.

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  9. Tiene usted razón, la frase es de Eliot, no de Lewis. la interpreta usted, creo, correctamente: La increencia no deja escapatoria del sometimiento a Hitler o Stalin. La clave es, lo repito: si no hay nada por encima del hombre, ¿qué motivo hay para una ética que se "preocupe del otro"?.

    "Históricamente, ¿los cristianos no se sometieron a ambos? Igual que el resto de la población".
    Los católicos parece ser que no, que vieron bastante mayoritariamente el mal cuando lo tuvieron delante. Pero vea usted los hechos si tiene interés y decida; le adelanto que hay en internet muchos sitios intentando demostrar que no, que fueron cómplices, incluso dicen que Hitler era católico, etc.
    Por cierto, los católicos también se opusieron mayoritariamente a la eugenesia (como ahora al aborto), y en EEUU fueron los más decentes cuando la lucha de la población negra por sus derechos.

    "No me veo capacitado para discutir que el cerebro sea una máquina bioquímica y la posibilidad del libre albedrío en este momento. Creo que tampoco éste sería el lugar para hacerlo"
    El sitio es tan bueno para eso como para lo demás; como dice D. Gregorio, si es un problema, es filosófico. Sobre lo del libre albedrío hay un buen artículo aquí: http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2016/06/theres-no-such-thing-as-free-will/480750/

    Si la base, en este caso, de la ética, no es la religión, ¿cuál puede ser?.
    No le sorprenderá saber que algunos han propuesto que la ciencia, en este caso, neurociencia + evolución, es la respuesta. Es el caso, entre otros, de Sam Harris (The moral landscape). Aquí hay un buen artículo explicando que lógicamente, el razonamiento de Harris no se sostiene:
    http://newramblerreview.com/book-reviews/philosophy/uncommon-ground

    Creo que la base de sus objeciones es que históricamente también la religión se ha usado para justificar el mal. Claro, como todo lo humano. Pero le vuelvo a repetir: eso de tratar al otro como queremos ser tratados nosotros y de que nuestro hermano es cualquier ser humano, no sólo nuestros conciudadanos ¿de dónde cree que viene?

    Dice "no me quedaré a ver qué pasa tras tres o cuatro generaciones en el mundo o en la sociedad española". Ya, pero yo le decía que si no cree que la actual capacidad para el altruismo de nuestra sociedad so se irá perdiendo al avanzar el apartamiento de la moral de origen religioso.

    Bueno, creo que quedan claras las posturas, sé que no le voy a convencer, usted verá si me he esforzado en intentarlo. Por mi parte no me queda más que saludarle y desearle lo mejor.

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