Nada más comenzar el verano me llegó un libro muy esperado, Educar en valores, construir ciudadanías, editado y dirigido por dos juristas de prestigio, Francisco Javier Díaz Revorio y Carlos Vidal Prado.
He estado colaborando con ellos desde hace algún tiempo, de forma esporádica, pero muy provechosa. He aprendido mucho a su lado desarrollando el proyecto de investigación EDICAVAL, heredero de otro anterior titulado Enseñar la Constitución, educar en democracia, y creo que ellos algo han asumido de lo que les he ido contando. En cualquier caso, he vuelto a confirmar mi tesis de que si quieres aprender a filosofar y no solo a acumular citas de filósofos ilustres, te conviene relacionarte con sabios de fuera del gremio. Me han dejado firmar el capítulo introductorio, que he titulado Forjar nuestro País (título que copié descaradamente de Rorty). Defiendo, entre otras cosas, que España siempre fue (y sigue siéndolo) católica (incluso aunque haya dejado de ser cristiana); que el carácter español es la exageración y que carecemos de una mentalidad jurídica firme. A pesar de todo, sostengo, con Leopoldo Eulogio Palacios (cuyo hijo me recibió, por cierto, en su casa), que nada es ingobernable para Dios, ni siquiera los españoles. Y yo confío en Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.