lunes, 9 de diciembre de 2019

Río arriba

Termino La razón conservadora, la biografía político-intelectual de Gonzalo Fernández de la Mora escrita por Pedro Carlos González Cuevas (2015). Lo hago con una sensación extraña. Debo pensar sobre el libro, pero, sobre todo, debo analizar las reacciones encontradas que ha despertado en mí su lectura.

A lo largo de estas 469 páginas bien apretadas, he tenido varias veces la sensación de estar ante una literatura que hoy nos resulta casi clandestina: algo que hay que leer vigilando que no te vean los censores. Pero aquí se encuentra la huella de un filósofo interesante, con el que me resulta imposible compartir muchas cosas fundamentales, pero al que es imposible negarle capacidad de estímulo intelectual. Tanto es así que ahora me espera su propia biografía, Río Arriba, y he decidido tomarme en serio su "razonalismo" y su concepto de ideología. Quiero pelearme con él para comprenderme mejor a mí mismo y, además, me gustaría aclarar su relación con las tesis de Kojève (si es que existe). 

Desde mi punto de vista, un conservadurismo sano -es decir, desacomplejado- debiera asumir la tradición, en su conjunto, como algo propio. Un conservador debiera ser exigente con el presente y generoso con el pasado. En este sentido, Fernández de la Mora tendría que ser para él tan propio como un Fernando de los Ríos o un Azaña, por poner sólo dos ejemplos. Todos están ahí, en nuestro pasado. Cada uno de ellos puede ser (eso ya depende de nosotros) un acicate intelectual y un referente, un mojón intelectual ineludible, para encontrarnos bien ubicados históricamente.

Hay en el pasado intelectual de España un gran número de pensadores que dejaron reflexiones inacabadas porque en su tiempo no parecía lo más urgente desarrollarlas, pero que ahora nos ofrecen alternativas de desarrollo sugerentes para añadir voces discordantes con el presente que puedan poner en cuestión a la ortodoxia.

Quizás no haya ejercicio más difícil que el de la honestidad con nuestra historia. Pero en este ejercicio se juzga nuestra sinceridad para con nosotros mismos, porque si no lo enfrentamos será imposible disponer de algún tipo de figura de nuestra ignorancia.

5 comentarios:

  1. De González Cuevas , un autor serio, también es muy recomendable la biografía de Maeztu. No hay más que compararla con la de Villacañas por ejemplo.

    Lo único que me resultó chirriante de "La razón conservadora" tiene que ver con la obsesión de González Cuevas por la supuesta conspiración de silencio que cercaría el pensamiento conservador español tras la muerte de Franco. Esto es falso, dentro y fuera de España. Por ejemplo el libro "La envidia igualitaria"de Fernández de la Mora ,traducido al inglés, es alabado por su "agudeza psicológica" por un autor como Jon Elster al final de su "El cemento de la sociedad", lo sitúa junto al clásico de Schoeck nada menos .O el gran retrato de Donoso Cortés por Peter Gowan en la New Left Review.Lo que sucede en España en los ochenta es que el pensamiento de la derecha se "norteamericaniza", como ve muy bien Manuel Penella al final de su "La falange teórica", cuando comenta aquello de Solé Turá -PSUC- de que él no se hubiese atrevido a proponer en la ponencia constitucional lo que Licinio de la Fuente - AP- propuso y se incluyó en nuestra carta magna: "...el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción", el eclipse de todo un gran filón del conservadurismo español deriva paradójicamente de los efectos de la modernización que tuvo lugar bajo el franquismo y después. González Cuevas , que apuesta por otra derecha, ahí esta su libro sobre Vox, aquí no ve lo que me parece clarísimo.

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    1. El Maeztu de González Cuevas está en la torre de PISA de mis libros en espera... Creo que en Fernández de la Mora hay ideas importantes que merecen ser resaltadas, se esté de acuerdo con ellas o no. La principal es esa singular ontología de la técnica que queda apuntada y no suficientemente realzada, aunque muestra, a mi modo de ver, una tensión nihilista en el corazón mismo del franquismo, cosa que intuyeron tanto los falangistas como los tomistas. He comenzado a leer Río arriba. Lo primero que me ha sorprendido es el estilo. Hay párrafos magníficos.

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  2. Y situaciones que no se borran de la memoria , como cuando se queda a las puertas del burdel "intentando comprender" a su oficial que sí ha entrado, si la memoria no me falla...

    Yo no tengo a Fernández de la Mora , intelectualmente hablando,por un primer espada ,fue como su amigo hasta el final Gonzalo Puente Ojea un hombre culto que ha dejado detrás una obra interesante. Y sintomática de un momento de la historia intelectual de las derechas españolas en que la legitimidad del catolicismo tradicional empieza a ser insostenible. Esto lo ve bien Cuevas, lo que no ve es que el eclipse de estos "conservadores" que podían desbordar por la izquierda a los eurocomunistas - como en la anécdota de la redacción constitucional que he comentado - no deriva de una conspiración "progre" sino de cambios en el espíritu objetivo, para decirlo con Hegel.

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  3. me llevará mucho tiempo leerte
    pero lo pasaré entretenida
    saludos desde Miami

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