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jueves, 26 de diciembre de 2019

Educación de la atención

Cuenta Benito García de los Santos en su Vida de Balmes, publicada en 1848, pocos meses después de la muerte del filósofo de Vic: 

“Un día ]Balmes] leía en Hobbes la siguiente idea: -Si yo hubiera leído tanto como ellos, sería tan ignorante como ellos. Al leer esto,  decía Balmes con su natural viveza: -Salté de la silla creyendo haber descubierto un gran tesoro. Leyó otra vez en Malebranche, que este profundísimo pensador acostumbraba a meditar mucho encerrándose en una habitación por horas enteras. Balmes unió estas dos ideas y desde entonces pasaba tres o cuatro horas diarias paseándose solo en su habitación, cerrados los balcones y sin luz”.

Apago la luz para pensar y no irme por las nubes que recorren remota y perezosamente el cielo:
1. No se puede aprender a pensar si no se sabe soportar la soledad y el silencio.
2. No se puede aprender a pensar si no se insiste en pensar contra nuestras propias ocurrencias y opiniones.
3. Pensar es resistir la inercia de las distracciones, imponiéndoles un relato conceptual que se va desplegando en un diálogo con nosotros mismos.
4. Pensar es difícil, distraerse y opinar es fácil.
 

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