Ayer se me cayó el ordenador al suelo y sentí más dolor que si me hubieran herido.
Inmediatamente miré a ver si le pasaba algo. El contenido -su alma- está ahí, pero no respira: No carga. Escribo esto con los restos de la batería, mirando de reojo su nivel para comprobar que el aparato sigue vivo.
El dolor que me produjo el accidente no es el dolor de un aparato de mi propiedad, sino el de una prótesis que me arrancan con violencia.
Apropiándome de lo que Ortega decía sobre la tecnología, yo he insistido muchas veces en que las pantallas son prótesis antropológicas, pero ahora entiendo que había más verdad en mis palabras de lo que creía.
Me voy a Barcelona a ver si la cosa tiene arreglo. Y voy con más ansiedad que si fuera al médico.
Recen ustedes por mi prótesis herida.
Rezando estamos...
ResponderEliminar¡Gracias por sus escritos y por sus libros!
José
Ánimo hombre. ¡habrá días mejores!
ResponderEliminarEsperemos que no sea usted como esos escritores imprudentes que no hacen todos los días (o varias veces al día) copias (que pueden fácilmente automatizarse) de lo que escriben sobre un pendrive o un disco duro externo y un día pierden de repente meses o años de trabajo olvidando el ordenador en un tren (como le pasó a Juan Manuel de Prada con una novela que tenía casi acabada) o en un simple accidente doméstico como el suyo, o sencillamente a causa de un "infarto" tan repentino como mortal de disco duro.
ResponderEliminarYo tengo un amigo que trabajó en una empresa que recuperaba archivos de discos duros muertos (a precio de oro) y que decía que había muy poca gente prudente que realizaba backups diarios o copias de viejos discos duros en los que tenían decenas de miles de fotos, por ejemplo.
Si el disco duro no está dañado (la memoria de almacenamiento), no debería haber problema para copiar sus datos a otro ordenador nuevo.
ResponderEliminarEspero que vaya todo bien en Barcelona.
A lo mejor se trata de un intento de suicidio del ordenador, se han dado casos.
ResponderEliminarCreo que el tema catalanista está contagiando hasta a las prótesis. El ordenador tendrá solución, sin duda. El enviciamiento político, no (al menos no en esta era geológica)
ResponderEliminarQue no sea nada lo de tu prótesis, jajaja
ResponderEliminarNo ha sido nada grave. Con cambiar el cable ha sido suficienter. Por cierto, me han cobrado un. pastón.
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