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martes, 4 de diciembre de 2018

La izquierda

Tengo la impresión de que la izquierda se ha envuelto, como una crisálida en su capullo sedoso, en un lenguaje tan cargado de moralinidad, que se ha incapacitado a sí misma para ver la realidad. No es ceguera, es, simplemente, que el lenguaje la empuja tan para adelante, que el pueblo se le ha quedado demasiado rezagado.

Sospecho igualmente que las conversaciones de los bares de nuestros pueblos están más cerca de lo que propone VOX que de la deconstrucción del hombre y de la masculinidad.

8 comentarios:

  1. A la izquierda le recomiendo lo retroprogresivo de Pániker.

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  2. La "izquierda" (llamémosla así) ha llegado a tal nivel de extremismo que basta con tener alguna reserva moral sobre el aborto o sobre la "discriminación positiva" en el derecho penal para ser calificado automáticamente de fascista o nazi y merecedor de prisión perpetua no revisable. Basta echar un vistazo a lo que publican l@s periosdist@s de todos los medios al tiempo que se autoproclaman la quintaesencia de la democracia, la tolerancia y la racionalidad.

    (Athini Glaucopis)

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  3. Aquí hay una carta donde lo explican muy bien:

    https://www.elmundo.es/cronica/2018/12/03/5c057855fdddff8c998b47af.html

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  4. Digna, sin duda, de ser leída. Va a resultar que los bares de los pueblos se han convertido en reductos fascistas.

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    Respuestas
    1. Aquí cuenta que en su tierra Navarra han agredido a una persona, y creo que los agresores consideran que el fascista es el agredido

      https://www.elmundo.es/pais-vasco/2018/12/05/5c06ee5f21efa089208b4777.html

      No sé si esta agresión dará lugar a un castigo similar al que se produciría si las ideologías se cambiasen, recuerdo que los de una agresión en una librería de Madrid en la que nadie requirió ingreso hospitalario fueron a la cárcel.

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    2. Amigo Gregorio, ya entiendo que el género blog invita a las simplificaciones y a las perogrulladas, pero en España hay muchos bares y da para conversaciones de signos muy distintos... Donde yo tomo el café, o la cerveza según cuál sea la hora del día, se respira una tolerancia y un sentido del humor que no quedan en absoluto bien presentados con el parecido que tú señalas entre lo bares y la posición de VOX. En los bares, las formas y el tono son a menudo más importantes que las posiciones políticas, y en ellos -¡benditos sean los bares!- a menudo el vecino rojo y el vecino azul se hacen amigos jugando al dominó...

      Sólo para poner un elemento más: junto los indignados rojos, que gritaron antes, ahora llegan los indignados azules, y todos me parecen igual de peligrosos... Es cierto que decir simplemente que son fascistas no explica nada, porque el resorte es una vez más la indignación...

      En fin, Gregorio, que no sé qué bares frecuentas, pero los míos no se parecen en nada al resentimiento que destila el discurso de VOX. Una simplificación no se combate con otra. Y ya Chesterton nos enseñó que entre derecha e izquierda a menudo no hay la distancia que parece...

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    3. Hay dos principales alternativas para explicar lo que ha ocurrido con VOX: o que los malos han engatusado a la buena gente mientras los buenos estaban distraídos o que unos señores espabilados se han dado cuenta de existía en España un estado de ánimo (llamésmolo así) sensible a sus propuestas. A mí me resulta más verosímil la segunda.

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  5. Llevas razón. Pero lo mismo cabe decir del independentismo en Cataluña. Tampoco aquí hablar de supremacismo (como allí de fascismo) explica nada, y tampoco aquí ha pasado que los malos hayan engatusado a la buena gente. También aquí la gente en los bares de muchos pueblos están cerca de la CUP (como allí de VOX), y son gente normal y corriente y no demonios con rabo y cuernos y fauces rebosantes de bilis...

    El simplismo con la que se habla de Cataluña y de España, desde la izquierda y desde la derecha, y desde el "centro" y desde la "periferia", dejando aparte su peligrosidad (por el resentimiento que puede llegar a destilar), no me inspira sino mucha, pero mucha pena y, por qué no decirlo, también bastante temor...

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