sábado, 4 de junio de 2016

La última posada

Mientras suenan las Improvisaciones sobre canciones húngaras de Bartok, leo en La última posada de Imre Kertész: "Mi vida es una oración subordinada a la principal. ¿Y quién pronunciará con voz sonora esa incomprensible oración principal?". Cierro el libro y dejo que Bartok ocupe todo el espacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

De miserables neuróticos a infelices banales

La pretensión de vivir una vida sin frustraciones es, simple y llanamente, contraria a la vida. Recordemos que para Freud lo más que podemos...