Se han ido los hijos y los nietos y queda Bartok. Las Obras corales. Sustituyo a Imre Kertész por Lev Shestov, que escribe que "la filosofía ha sido siempre la lucha contra las evidencias". Por eso mismo el filósofo puede apostar por la fe. La evidencia es la ley, esa necesidad implacable de dotarnos de normas para regir nuestra vida, de someternos a una forma u otra. Precisamente, insisto, porque la ley parece la única actitud razonable, la revuelta (¿una revuelta?) contra la resignación es la fe. Pero estas son cosas que es mejor no ir diciéndoselas a la cara a los amigos, para no molestarlos. Escribirlas aquí es más fácil, porque las escribo para nadie, amigo lector, y por eso no veo tu reacción interpelándome.
Una mica com Bartók, les seves paraules m’evoquen el Microcosmos i la tortura de la seva digitació, aquelles dissonàncies que t’expulsaven de qualsevol convenció i en les que aviat o tard acabaves trobant-te a gust...més tard que aviat...;)
ResponderEliminarA eso nos anima Shestov: a salirnos de los márgenes para pensar qué es lo que hace posible que haya márgenes; a pensar la convención desde la disonancia. Me gustó mucho saludarlo precisamente en la Escuela de Bomberos. Un abrazo.
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