A la hora de la verdad, resulta pasmosamente evidente que del fracaso sólo se aprende algo si es pequeño y circunstancial y, sobre todo, si resulta que ha sido un excurso en el camino del éxito. La verdad pura y simple es que si triunfas eres recordado como triunfador y si fracasas eres recordado -en el caso de que seas recordado- como perdedor.
Dicho de otra manera, querido coach: el fracaso tiene valor si el éxito lo descubre como un momento de su propia historia. En caso contrario sólo es triste, frustrante. No hay vitrinas para lucir el fracaso.
No habia un filósofo que se ejercitaba en fracasar haciendo discursos a las estatuas? Pues eso.
ResponderEliminarSí, Diógenes el Cínico. Claro que eso le hizo famoso y le permitió triunfar en Atenas.
EliminarDiógenes el cínico ¿era del Atletico de Madrid?
ResponderEliminar¡Ah! perdone usted mi ignorancia, pero no sé que és un 'coach' en mi diccionario español-català no me sale esta palabra. Casum dena amb els anglicismes!.
ResponderEliminarUn entrenador de siempre pero con el nombre en inglés.
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