He estado repasando el único libro que tengo de Svetlana Alexievitch, La Fin de l'homme rouge, fijándome en las frases o párrafos que tengo subrayados y que, por cierto, son muchos. Encuentro, por ejemplo, esta confesión: "Es más fácil olvidarse de las colas y de las tiendas vacías que de la bandera roja sobre el Reichstag".
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Los sueños rotos
I II He cocinado rabo de toro a la cordobesa. Creo que no les diré a mis nietos qué carne es... al menos hasta saber si les gusta. Cuatro g...
No había leído nada de esta señora a no ser una entrevista de hoy mismo en El País .Y he entendido entonces todo el incienso que la prensa atlantista - á gauche et á droite -le ha dispensado a raíz del Nobel.
ResponderEliminarDespués de haber leído a un Varlam Shalámov ,"el más grande" Solzhenitsyn dixit , o a un Alexander Zinoviev me suena a chiste lo de este nobel. Claro que Shalámov murió ateo , rojo y destrozado y Zinoviev era lo suficientemente viejo y duro - parafraseando a Kristol - para darse cuenta de lo que estaba pasando en su patria.
Karl Mill
Yo también entiendo las críticas que ha recibido en su país y en Rusia, pero esto no dice nada del valor literario de la obra de "esta señora". Seguro que hay escritores que pueden merecerlo más. No estoy capacitado para juzgarlo porque no me he leído toda su obra, pero "El fin del hombre rojo" (Premio Médicis 2013 de ensayo) es un gran libro y, a mi manera de ver, el collage de testimonios que consigue crear tiene un enorme valor literario.
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