viernes, 10 de abril de 2015

En los felices tiempos de la ilusión

"En los felices tiempos de la ilusión, las cuentas de El Bulli fueron para el español común su mayor timbre de status. La primera impresión era que a la cuenta le habían sumado la fecha, pero luego la mayoría hipotecaba el piso y pagaba. O se comía la cuenta, fingiendo haberla confundido con un postre de Adriá, el Derrida de la cocina".

En Salmonetes

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