Epitafio que Osamu Dazai (1909-1940) escribió para sí mismo: "Dante - Baudelaire - Yo".
Epitafio que me gustaría tener sobre mi tumba: "No se me ocurre nada que decir". Pero en realidad esto no es cierto. De verdad de verdad, el que me gustaría es este otro: "Aquí yace Gregorio Luri, condujo en Nápoles". No hay hazaña de la que me sienta más orgulloso.
y sobrevivió a ello....
ResponderEliminar... de manera provisional.
EliminarCurioso. Mi experiencia calcada de la suya es en la gran rotonda de Tánger. Si conseguí salir indemne de allí, sin contar el sistema nervioso..., creo que puedo internarme por Nápoles como un experimentado auriga... De Nápoles lo que me quedó es el cadáver de un asesinado dos minutos antes de nosotros doblar la esquina y el charcazo de sangre espesa que se expandió desde la cabeza volada... Sí, Nápoles es mucho Nápoles.
ResponderEliminarNapoles: o la constatación de que puede añorarse el caos.
EliminarOtro que también estaría bien: "Yo crucé de un lado a otro de la calle en El Cairo..., y sin botiquín".
ResponderEliminarEl mío podría ser "Cruzó de un lado al otro de la calle en El Cairo y de noche". Es inenarrable. El primer día fuimos a cenar a un sitio que estaba en el lado opuesto de la plaza donde estaba el hotel. Pues para volver a entrar de nuevo a él tuvimos que coger un taxi...
ResponderEliminarNo sé cómo será cruzar una calle de El Cairo, pero me lo imagino (no quiero restarle méritos). Pero yo he cruzado una autopista en Estambul.
Eliminares usted un valiente D Gregorio saludos Juan V
ResponderEliminari