Por curiosidad. Porque me gusta huronear entre los conocimientos inútiles de gente a la que no he tenido oportunidad de conocer. Quevedo decía que leía "para escuchar a los muertos con los ojos".
No tengo demasiado respeto por los libros como objeto... excepto por aquellos que en sí mismos, materialmente, son objetos valiosos.
No me parece que leer me haya hecho más feliz. Más bien tengo buenas razones para pensar lo contrario. Con frecuencia tampoco me ha hecho disfrutar. Podría señalar un montón de páginas con las que he sudado la gota gorda... antes de reconocerme derrotado.
Ni mejor persona. Porque entre literatura y la educación moral no hay ninguna relación necesaria, excepto en el caso de la mala literatura y la degradación moral.
Desde luego no me proporciona más salud. Al contrario: las muchas horas de lectura han contribuido a mi exceso de peso y al estado cada vez más lastimoso de mi vista.
¿Me han hecho más libre? Sí... en el sentido en que me han ayudado a disfrutar de la soledad.
¿Y más conocimientos? ¿Me han proporcionado más conocimientos? Dispongo, sin duda, de un gran número de conocimientos inútiles que no le interesan a casi nadie. Me parece que la utilidad de la lectura se reduce a afinarte la mirada a medida que te la va consumiendo.
La mayor parte de los libros que he leído no los volveré a leer. La mayoría los leí cuando no sabía leer. Los que volveré a leer (que son los que releo) los tengo aquí a mi lado, y no son muchos: son los que me están enseñando a leer.
Seguiré leyendo, claro, porque todo lo que espero de mis próximas lecturas es cada vez más inútil: que me ayuden a sentarme junto al círculo de los grandes para ver si puedo entender algo de su conversación intemporal.
Apuesto a que, a estas alturas de la vida, lee más por hábito que por curiosidad.
ResponderEliminarDecía Montesquieu que leyendo se le quitaban las preocupaciones y los disgustos. ¿A usted también?
No, no, es la curiosidad la que me empuja, por ejemplo, a leerme casi todo lo que ha escrito Roland Jaccard. Pero es verdad que el hábito me tiene sujeto a los libros. Por ejemplo, por hábito me gusta leer en el tren.
EliminarLa decena ha salido docena... aprovecho, pues, para añadir a Schmitt.
EliminarMe ha encantado leer los motivos y los no motivos que te llevan a leer, los considero tan interesantes, que te voy a proponer para que pregones la Feria del Libro del próximo año, porque para éste ya es tarde.
ResponderEliminarAceptado.
EliminarPensando en lo escrito. tengo que añadir, para decirlo todo, dos cosas más que me proporciona la lectura:
1. La sorpresa del pensamiento bien expresado y de la frase bien construida: por eso leo con tanto placer a Quintano y a su cuadrilla de nuevos periodistas. Creo que son un auténtico acontecimiento literario: Bustos, Javois, Márquez...
2. La sorpresa de encontrar con nombres y apellidos en el alma de otras personas tus propios sentimientos, de manera que entendiéndolos a ellos me entiendo a mi (en la media de lo posible, tampoco hay que exagerar).
G,
ResponderEliminarYo le agradecería sobremanera un breve listado, una decena, no más, de sus favoritos.
Un cordial saludo.
Una decena: Esquilo, Heródoto, Homero, Lucrecio, Platón, Nietzsche, Heidegger, Patocka, Donoso, Strauss, Orwell, Trilling.
EliminarEl primer porqué es precioso, Gregorio, es más difícil leer bien que escribir.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias, don Manuel.
EliminarMe apunto, sobre todo, a estas dos cosas más que proporciona la lectura. Feliz Sant Jordi!
ResponderEliminarBon Sant Jordi, amiga.
EliminarPreciosa declaración de amor a la literatura...
ResponderEliminar"Books can be useful from so many points of view. In my early days, for example, I used to use the Encylopedia Britannica as a trouser-press and certainly the house that was without it was to be pitied. Books are also very useful for pulping; bibles and other works set over the heart will deflect bullets; works printed on thin india paper are admirable if you happen to run out of cigarette papers. Their use for that purpose is in fact forbidden in France where there is a tobacco monopoly. In fact, if you are ever without a book you are certain to want one in the end. For the matter of that, my grand aunt Eliza Coffin used to say: "Sooner than be idle, I’d take a book and read." According to her the other uses of books were (1) for the concealing of wills (2) for the ditto of proposals of marriage by letter; (3) for pressing flowers; (4) folios piled one on the other will aid you to reach the top row in the linen cupboard; (5) they have been used as missiles, as bedsteads when levelly piled, as wrappings for comestibles; (6) as soporifics, sudorifics, shaving paper etc.
ResponderEliminarI was once accused of using slices of bacon, at breakfast, to mark my place in a book. That is untrue."
Ford Madox Ford, carta a un editor americano, 14 septiembre 1929
Por si ustedes no lo sabían:
ResponderEliminar¿Por qué escribo en este blog?
Porque espero los comentarios de Claudio.
De los demás también, pero dejemos las cosas claras, don Claudio es don Claudio.
Yo también espero los comentarios de don Claudio.Impagable la cita de hoy.
ResponderEliminarYo acuso al libro de ser la mazmorra del intelectal.
ResponderEliminarIntelectual!! Quema tus libros, blanquea el laton!!
Don Gregorio: lo suyo es un alegato contra la lectura chupiguay, blandita y fácil que anuncian los que dicen estar preocupados porque los nenes (y adultos) actuales no leen. Lo enlazo en mi blogo y, además, comparto muchas de sus observaciones al respecto, en especial lo tocante a la vista (je, je).
ResponderEliminarla lectura está sobrebalorada
ResponderEliminar...y opinar...
EliminarLeo esta entrada cada 23 de Abril. Muy agradecido.
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