I
Irene Rigau, la Consellera d'ensenyament, criticaba esta tarde en el Parlament de Catalunya los "métodos suaves".
II
La oposición ha puesto el grito en el cielo y la ha acusado de querer recuperar la lista de los reyes godos.
III
La expresión "métodos suaves" es de un sociólogo de la educación socialdemócrata, Jaap Dronkers y la conferencia en que critica estos métodos se encuentra en la web de la fundación socialista Rafael Campalans. La Consellera no ha hecho más que llevar al Parlament una polémica abierta en el seno de la socialdemocracia europea.
IV
Dronkers avisa en su conferencia de que los "métodos suaves" han alejado a los docentes de su apoyo tradicional a la izquierda. ¿Hay que recordar las huelgas que le organizaron en Cataluña al Conseller Maragall?
V
Ya me veo a la Consellera recogiendo en público alguna referencia literal de la defensa que hace Tony Judt de la meritocracia y a la oposición de izquierdas, que tanto venera últimamente al difunto Judt, acusándola de reaccionaria.
Siempre me cayó bien esa señora, pero cualquiera dice nada, me van a llamr desde filoconvergente a cosas mucho peores, sobre todo en el sector profesional mayoritario de mi época activa!!!!
ResponderEliminarTenemos un parlamentarismo "a la contra" no "de convicciones" y en vez de haber ideologías, hay estrategias.He leído que Rigau también quiere devolver el poder de las calificaciones a quienes nunca deberían de haberlo perdido: cada uno de los profesores, porque la "estrategia de los asteriscos" y el "poder comunal" de las juntas de evaluación ha pervertido radicalmente el sentido de la educación: pasa quien trabaja; quien no, repite; quien se niega a estudia, salida profesional; quien molesta, a su casa, como ya lo tenían claro en la Edad Media, según se con cluye en el Romance de Catalina, la adúltera:
ResponderEliminarLa agarrara por la mano,
y a su casa la llevó.
«Tenga padre, esta su hija.
que la tuna me engañó.
Si la tié mal enseñada.
enséñela Usted mejor.
Gregorio, yo no sé como esta oposición puede dormir en paz. Yo es que alucino. Ni se toman la molestia de fundamentar dignamente sus ideas.
ResponderEliminarEn el colegio donde trabajo hay alumnos con contextos familiares duros. No hay tantos inmigrantes como en la pública pero el nivel sociocultural es bajo. Y con menos medios que en la pública. No sabe la satisfacción que supone ver que vienen a recoger el graduado de la ESO chicos que te cuentan que están trabajando en un banco, han ido a la universidad, con una actitud positiva ante la vida, que se han integrado a la vida adulta. Muy pocos se quedan en el camino. La diferencia? un plus de exigencia y de disciplina.
El punto IV no lo tengo claro.Espero que la consellera siga así. Lo va a tener difícil...
Pués a mi al contrario que Júlia me cae fatal, no seria mucho pedir que pongan al frente de ensenyament a alguien que entienda y sobre todo, que no vayan cambiando los planes de estudio a cada cambio de Gobierno, que esto tiene que traer locos a maestros y alumnos.
ResponderEliminarotro sí: Las huelgas a Maragall fuerón políticas, convocadas por un subproducto residual como es este sindicato parásito.
Las declaraciones de la Consellera hablando de desterrar los métodos suaves, no és más - creo - que una manera de decir algo para justificar el sueldo, Va equivocada por aqui, no és el problema de la enseñanza de excesiva suavidad
y ella deberia saberlo, aunque supongo lo ignora, ella sólo es una fiel empleada de Convergència.