Hasta en libro más liviano se encuentran cosas para pensar.
Pero sólo si se sabe leer.
Hay días en que uno se levanta perezoso y acude a sus columnistas favoritos para ver qué dicen sobre un tema en concreto porque no hay ganas para formarse una opinión propia. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Digamos que con frecuencia todos leemos para ver confirmados nuestros prejuicios en una figura de (supuesta) autoridad.
I A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempr...
Hasta en libro más liviano se encuentran cosas para pensar.
ResponderEliminarPero sólo si se sabe leer.
EliminarHay días en que uno se levanta perezoso y acude a sus columnistas favoritos para ver qué dicen sobre un tema en concreto porque no hay ganas para formarse una opinión propia. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
ResponderEliminarDigamos que con frecuencia todos leemos para ver confirmados nuestros prejuicios en una figura de (supuesta) autoridad.
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