También podría inventarse el día de los lectores damnificados por las tonterías que se dicen y escriben acerca del libro, sobre todo en Sant Jordi. Siempre he tenido Sant Jordi por el día de los que nunca leen. Y no debo de andar equivocado, porque las posibles aficiones que nazcan ese día son tan escuálidas como los propósitos de fin de año, dejar de fumar en la cumbre, adelgazar, después y, finalmente, "ponerse en serio con el inglés". Y cuando llegué a Cataluña y vi el pastel de la rosa para ellas y el libraco para él, y que una y otra tenían el mismo destino: el vertedero, me dije que no era mi día. Y sigue sin serlo. Ni lo será.
¡GENIAL!, me apunto.
ResponderEliminar¡Quita, quita! A ver si aun les va a gustar, y creyendo que existen otras vidas, otros mundos posibles, van a reclamar la luna.
ResponderEliminarSí, pero pronto no habrá bastantes días en el calendario para todo lo que se quiere celebrar-promocionar...
ResponderEliminarTambién podría inventarse el día de los lectores damnificados por las tonterías que se dicen y escriben acerca del libro, sobre todo en Sant Jordi.
ResponderEliminarSiempre he tenido Sant Jordi por el día de los que nunca leen. Y no debo de andar equivocado, porque las posibles aficiones que nazcan ese día son tan escuálidas como los propósitos de fin de año, dejar de fumar en la cumbre, adelgazar, después y, finalmente, "ponerse en serio con el inglés".
Y cuando llegué a Cataluña y vi el pastel de la rosa para ellas y el libraco para él, y que una y otra tenían el mismo destino: el vertedero, me dije que no era mi día. Y sigue sin serlo. Ni lo será.
¿El día de la lectura? ¿Pero usted quién se ha creído que es para venir a decirme en qué tengo que ocupar mi tiempo libre? ¡Comunista!
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