Supongo que está un poco fuera de lugar el comentario que voy a hacer, pero creo que éste puede ser el lugar más adecuado.
Hay una afirmación de su Introducción al vocabulario de Platón que me ha dejado bastante sorprendido. Yo pensaba que a Platón lo conocía algo, que tenía cierta idea de qué trataban sus diálogos (sí, muy platónico eso de «tener cierta idea» [εἶδος τι]).
Sin embargo, mi sorpresa ha sido grande (no es una cita textual, no está mi memoria para esto) cuando leo en su libro que la condena a Sócrates es una sentencia justa de un proceso justo.
Me haré con su libro El proceso de Sócrates, donde supongo que tratará este tema con profundidad.
Pero me sorprende, porque, si no recuerdo mal, en la primera votación judicial, la diferencia entre condena o libertad, fue de un voto (por supuesto, eso lo sabe usted mejor). Sólo hubo una diferencia mayor cuando la defensa posterior de Sócrates debió parecer arrogante a los jueces.
A mi parecer, si no se entiende la necesidad que la ciudad siente de defenderse de Sócrates, no se entiende la filosofía de Sócrates. La pregunta que yo me hice en su momento es la siguiente: "¿Qué hay en la filosofía de Sócrates que la ciudad vive como una amenaza?"
Supongo que está un poco fuera de lugar el comentario que voy a hacer, pero creo que éste puede ser el lugar más adecuado.
ResponderEliminarHay una afirmación de su Introducción al vocabulario de Platón que me ha dejado bastante sorprendido. Yo pensaba que a Platón lo conocía algo, que tenía cierta idea de qué trataban sus diálogos (sí, muy platónico eso de «tener cierta idea» [εἶδος τι]).
Sin embargo, mi sorpresa ha sido grande (no es una cita textual, no está mi memoria para esto) cuando leo en su libro que la condena a Sócrates es una sentencia justa de un proceso justo.
Me haré con su libro El proceso de Sócrates, donde supongo que tratará este tema con profundidad.
Pero me sorprende, porque, si no recuerdo mal, en la primera votación judicial, la diferencia entre condena o libertad, fue de un voto (por supuesto, eso lo sabe usted mejor). Sólo hubo una diferencia mayor cuando la defensa posterior de Sócrates debió parecer arrogante a los jueces.
A mi parecer, si no se entiende la necesidad que la ciudad siente de defenderse de Sócrates, no se entiende la filosofía de Sócrates. La pregunta que yo me hice en su momento es la siguiente: "¿Qué hay en la filosofía de Sócrates que la ciudad vive como una amenaza?"
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