Como todo el mundo sabe hay dos clases de justicia: la que nos gusta y la que no nos gusta. Evidentemente, sólo la primera es justa.
Por lo tanto:
1. Las leyes que no sirven para sostener nuestros prejuicios, son malas leyes y los que las defienden es porque tienen muy aviesas intenciones.
2. Las suspicacias del noble acusador tienen siempre más valor que las excusas del infame acusado, siendo el noble acusador todo aquel que acusa de acuerdo con mis prejuicios.
3. El noble acusador que no es capaz de demostrar la culpabilidad del acusado más allá de cualquier duda razonable tiene, por ello mismo, razón.
Nota: Aquí los colores políticos son irrelevantes.
No puedo estar más de acuerdo.
ResponderEliminarY 4. El noble acusado por el pérfido acusador, tiene y tendrá siempre razón digan lo que digan y se demuestre lo que se demuestre.
Nota: los colores políticos son irrelevantes pero también hay niveles para la desfachatez. Todos son iguales pero "unos son más iguales que otros".
Saludos
Estupendo recordatorio, señor mío. No sé por qué, ultimamente etoy muy aburrida de mi país, será a causa de la tormenta solar.
ResponderEliminarNo termino de entender. ¿Garzón sería "infame acusado"?
ResponderEliminarCon ejemplos entiendo mejor. Gracias
Lo que no se, es que sentido tiene la vida para Don Gregorio.
EliminarNo se como la eterna paradoja no le deja petrificado. Sin embargo, sigue bombenado sangre en su sistema.