viernes, 5 de enero de 2018

Los que prometen lo que no pueden cumplir

Sagasta a Silvela en el Congreso, el 12 de mayo de 1876: 

“Esto me recuerda el cuadro de un pobre loco que víctima de la manía de creerse un gran pintor, tenía en la celda que le estaba destinada en el manicomio un gran lienzo tapado con una gran cortina. Cuando alguno de los que visitaban el establecimiento se llegaba a aquella celda, y era persona digna, en opinión del loco, de admirar aquella maravilla, le llamaba aparte y le decía con mucho misterio: "voy a enseñar a Vd. un gran cuadro;" y tomando todas las precauciones necesarias para que ninguna otra persona le sorprendiera, iba poco a poco descubriendo el lienzo, en el cual no había ni una línea, ni un trazo, ni una pincelada; y cuando lo había descubierto todo, decía muy satisfecho a la persona que le acompañaba: 
- Aquí tiene Vd. el paso del mar Rojo.
El visitante, atónito al no ver nada, le preguntaba: 
- Pues, ¿y el mar?. 
- El mar se ha retirado -contestaba el loco-, para dar paso a Moisés.
- ¿Y los israelitas?
- Todos han pasado ya. 
- ¿Y has huestes de Faraón? 
- Esas todavía no han llegado.

jueves, 4 de enero de 2018

Una odisea

Aviso para navegantes:

Mi amiga B. me ha enviado desde París un libro. Pero si ella lo envía, no es sólo un libro.

Si algo es evidente es que B. da siempre en la diana. Tenerla a ella de consejera literaria es como disponer de un embajador en el Parnaso. Libro que me recomienda, libro que está condenado a tener éxito de manera inmediata. 

Quede constancia, pues, de lo evidente.



Gracias, B.

Al comenzar a leer el libro me ha sorprendido lo familiar que me resultaba el texto. ¿A qué se debía? Al finalizar el primer párrafo, no tenía duda: yo había leído eso. ¿Pero cómo podía ser posible si estaba seguro de no haber leído el libro? De repente he caído en la cuenta: El 19 de abril del año pasado escribí en un post: Esta mañana he encontrado esta joya en The New Yorker que me permite comprobar, de nuevo, la actualidad de los clásicos:

By Daniel Mendelsohn

Y así se cierra el círculo, permitiéndome constatar, de nuevo, que todo lo que rima es verdadero.

El conservador es moderno, pero no sólo

En la Red Floridablanca

Sus Majestades los intocables Reyes Magos

A los Reyes Magos no hay que alterarles ni una coma.

Y punto.

Hay cosas que son sagradas, los Reyes Magos o el caballo blanco de Santiago, por poner dos ejemplos. En esto último coincido con Maeztu, que consideraba necesario defender la participación del apóstol Santiago en la batalla de Clavijo sobre un caballo blanco, sin transigir ni con que fuera tordo. 

Maeztu, hoy tan olvidado, era, según aseguraba Ernesto Giménez Caballero, un ciudadano de tal honestidad “que se iba a protestar al Ayuntamiento de Madrid porque le cobraban poca contribución, y de esta manera no podría tener nunca bien arregladas las calles.”  

Los que no entienden el valor de las tradiciones suelen destapar lo olvidado de su origen. Los que las respetamos sabemos que, como defendía Hume, es altamente conveniente someterse a las tradiciones que hemos encontrado establecidas en el país en que nos tocó vivir, sin entrometernos demasiado en su origen.

miércoles, 3 de enero de 2018

Convocando al terror desde el fondo de los pulmones

Sostenía recientemente un buen amigo que la democracia se sustenta en la cultura y que, en consecuencia, a más cultura, más democracia. Debió leerme en la cara un tic escéptico, porque me preguntó si no estaba de acuerdo.

No lo estaba,

"Creo -le contesté con la intención de provocarlo- que la necesidad de una moralidad básica, de una decencia común,  no puede ser suplida por un bombardeo masivo de la población con sonetos".

Nos enzarzamos en un largo debate en el que yo le iba poniendo ejemplos de grandes intelectuales -filósofos, poetas, novelistas, artistas...- que apoyaron a tiranos y de países cultos que se rindieron incondicionalmente a dictadores y él iba modificando el significado de la cultura.

Me guardé para el final el argumento definitivo, Aragon, el poeta -gran poeta- que ensalzaba el terror y cantaba a la terrible GPU:

Il s'agit de préparer le procès monstre
d'un monde monstrueux
Aiguisez demain sur la pierre
Préparez les conseils d'ouvriers et soldats
Constituez le tribunal révolutionnaire
J'appelle la Terreur du fond de mes poumons
Je chante le Guépéou nécessaire de France

Por supuesto, no convencí a mi amigo, porque lo que en el fondo daba por evidente es la existencia de una relación, para mi incomprensible, entre incremento de la cultura y de la moralidad, con lo cual, de hecho, estaba condenando a los iletrados a la inmoralidad y a los catedráticos universitarios a la excelencia moral.

Si Leo Strauss es, a mi parecer, uno de los grandes filósofos del siglo XX es por haber visto con más claridad que nadie el ambiguo papel político que juegan los intelectuales.

martes, 2 de enero de 2018

lunes, 1 de enero de 2018

El Mesías

Una afirmación de Marcelino Domingo, que encuentro en su libro Libertad y autoridad (1928), me retiene: "El espíritu dispuesto a recibir al Mesías es el Mesías". 

Marcelino Domingo no está hablando de religión, sino de política pero es difícil no dejarse llevar por la interpretación religiosa de estas palabras. 

Unas líneas más adelante aclara un poco su pensamiento: "No hay Mesías que redima a los pueblos que no ponen su voluntad en redimirse". 

Cierro el libro y me quedo con el paladar inundado por el fuerte sabor de esta idea. El sol entra a raudales por la ventana de mi cuarto este primer día del año. El cielo es de un azul cansado, desgastado, desvaído. Una ligera brisa mueve las copas de las jacarandás de la calle. El aroma del cocido que está hirviendo en la cocina inunda la casa. Marcelino Domingo me ha provocado un ataque de historia.

Una mentira bien compuesta

Mientras el presidente del gobierno de España decidía ponernos en cabeza de la competición universal por la copa de la indignación moral, yo...