domingo, 19 de agosto de 2018

Pedagogía y pantallas.

Es inherente a la escuela la búsqueda constante de alternativas para hacer mejor lo que hace. Gracias a esta actitud la escuela ha cambiado mucho (ha cambiado mucho más, decíamos aquí el otro día, que algunos innovacionistas), pero también es inherente a la escuela acabar redescubriendo lo evidente tras cada promesa de sustituir el esfuerzo por el interés: que ni todos tenemos la misma capacidad de aprendizaje, ni todos valoramos de igual manera el conocimiento, ni existe alternativa para el esfuerzo personal. Un buen ejemplo de esto no los proporciona Pedro de Montengón en sus Frioleras eruditas y curiosas, del año 1801:

Cualquiera debe interesarse en aliviar la flaqueza y debilidad de la infancia, facilitando los primeros pasos de su instrucción sin que lo eche de ver el niño, que debiendo comenzar a deletrear hacénsele arduos y penosos tales principios.

Para endulzárselos, por decirlo así, y empeñar al mismo tiempo su fantasía, hay quien imaginó poner a los niños en un cuarto a oscuras y presentarles en la pared un lienzo o papel con las letras o sílabas iluminadas, lo que se consigue poniendo una luz detrás del papel dado de aceite.

El niño, no estando distraído de otro objeto y halagado de la vista de las letras iluminadas, no abandona el objeto de su lección, antes bien llama su curiosa atención, lo que le facilita retener en la memoria aquellas señas que se imprimen mejor por la vista en su fantasía. Se han hecho varias experiencias sobre esto con niños de diversos talentos, con éxito feliz.


6 comentarios:

  1. "Sustituir el esfuerzo por el interés"
    Yo, lo que observo (especialmente en primaria) es que se intenta eliminar el esfuerzo a cambio de nada, y se disfraza la realidad inflando las notas para que no haya ningún tipo de protesta.

    La burbuja pedagógica sigue creciendo, y los padres encantados de que les oculten la realidad...

    José

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  2. La eliminación sería efectiva si consiguiésemos borrar el esfuerzo de toda la vida humana. Pero eso me parece que está fuera del alcance de nuestras maltrechas fortunas.

    Fomentar el interés entiendo que es una manera de evitar una apelación directa al esfuerzo, convirtiendo al interés en el que invoque al esfuerzo necesario.

    Necesitamos mucho más esfuerzo que el de un interés incipiente (cuando no es más que mera curiosidad) y tenemos que estar acostumbrados a lidiar con él (debe ser literalmente compañero de fatigas).

    Por eso me temo que apelar sólo al interés no basta.

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  3. Buena la imagen que Ud. rescata. Una especie de caverna , pero una caverna buena, útil y propedéutica. En fin, que Platon siempre está por ahí, o por aquí. Auto/ficción.

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  4. Señor Luri:
    ¿Por qué me habré yo acordado de usted en el minuto 8:12?
    https://www.milenioweb.es/augusto-ferrer-dalmau-espana-mucho-ovejas-negras/
    M.L.S.E.

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    1. Es un poco desesperante, pero es verdad: los grandes creadores comparten una gran capacidad de trabajo: "las 10 horas diarias".

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  5. Sobre la lectura lenta

    https://slate.com/culture/2018/08/reader-come-home-by-maryanne-wolf-reviewed.html

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