"Este creador de la filosofía [Pitágoras], lo primero que enseñó a sus discípulos fue el silencio. En su opinión, el primer estudio de quien quería llegar a ser sabio era el de contener completamente su lengua, refrenar esas palabras que los poetas llaman volantes, cortarles las alas, encerrarlas en esa fortaleza de marfil que forman los dientes. El primer elemento de la filosofía era aprender a reflexionar y olvidar el perorar.
No estaba prohibido el uso de la palabra toda la vida, ni todos los discípulos estaban condenados a mutismo de igual duración. Para los hombres graves reducía el maestro a corto plazo la obligación del silencio; para los locuaces prolongaba hasta cinco años esta especie de destierro de la palabra.
... yo debo a mis meditaciones académicas la doble ventaja de saber hablar animosamente cuando es preciso y callarme sin esfuerzo cuando la ocasión lo exige."
- Apuleyo, Las floridas.
En consonancia, los hebreos tenían como primer mandamiento escuchar. Antes de prescribir cualquier otro mandato Yahveh arranca con "Escucha, Israel" (Shemá Israel). El déficit de atención tiene historia.
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