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jueves, 30 de noviembre de 2017

Los adultos de mañana

En El Subjetivo


4 comentarios:

  1. Agradecer que reabra los comentarios.
    Me podria ampliar un poco eso de la confianza como fuente de sentido ?
    Lo que me sugiere este post és que usted pone el acento en lo intemporal de la condicion humana. Lo que nos hace humanos mas allá de las circumstancias.

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  2. Si en el mundo de la vida creyéramos que es todo azaroso, la esperanza sería un sinsentido. Esperar que el movimiento de los dados depende, aunque sólo sea en parte, de algo que no es azar, incrementa nuestra capacidad para dar sentido a las cosas, porque permite creer en nuestro protagonismo. Yo creo que en la vida lo que cambia es sólo lo contrario de lo que permanece y lo que permanece, sólo lo contrario d elo que cambia.

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  3. Me parece que nunca ha existido un tiempo de certidumbres, un tiempo en que uno se preparaba para lo que luego iba a hacer toda la vida. Sócrates pasó media vida dedicado a intentar entender las cosas divinas, las que los dioses no quieren que los hombres andemos intentando entender, antes de pasar a ocuparse de las cosas humanas. Así que cuando empezó a dirigir sus abruptas preguntas a sus conciudadanos, su experiencia con la filosofía natural no era la mejor preparación.
    Platón perdió años, temporalmente la libertad y casi la vida intentando influir en la política de Siracusa. Su formación en el estudio de la filosofía no era la mejor preparación para la realidad sin escrúpulos de la política.
    Hay algunas cosas claras: pasarse la juventud intentando hacer el mínimo esfuerzo y obtener títulos sin aprender no es lo mejor para estar preparado, sea el futuro el que sea. A Sócrates puede que el "método científico", que había aprendido cuando se pasaba el tiempo intentando, por ejemplo, "medir el aire", según Aristófanes, le sirviese de bastante cuando se pasó a las "humanidades". Y Platón descubrió algo muy importante cuando vio la limitación de la filosofía para los problemas del día a día.
    Gracias por la reapertura.

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    Respuestas
    1. Estoy de acuerdo: la fascinación, un poco morbosa, del presente por el futuro le ha llevado a hacer de él un dios que, como todos los dioses, posee un poder ambiguo. Por una parte ha cargado lo moderno axiológicamente hasta convertirlo en el valor más valioso, pero, por otra parte, al renegar d ella idea de progreso, desconfía de lo porvenir e incluso lo teme. Esto es lo característico el presente. En cuanto al futuro, él siempre se ha encargado de llegar con sorpresas: esa es su manera de ser.

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