Los dos primeros me los envía B. desde París, el último libro de Olivier Rolin y...
... esta hermosa imagen de Nuestra Señora de la Lectura Lenta de la Abadía de Pomposa.
El tercer regalo nos lo ha proporcionado nuestro cerezo. Pensábamos que el perezoso de él se había negado a darnos fruto este año y hemos descubierto con alegría que tenía escondida una cereza entre las hojas. UNA. Una solamente, pero qué le vamos a hacer. Mi hija dice que nos la tenemos que comer equitativamente en familia. Así se hará.
Ojalá y me obsequiaran algo así, la lectura es algo que me apasiona grandemente... Quería regalarle algo parecido a mi hijo pero se lo insinué y al parecer tendré que verme en la obligación de comprar Smartwatch en Aliexpress y no podré regalarle el libro que quería, pero bueno así es la adolescencia... Gracias por el blog!
ResponderEliminar¿Por qué la dicotomía?
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