martes, 9 de mayo de 2017

Esos perversos elegidos

Lo escribí una vez aquí: "¡Pobre pueblo, el que se cree superior a sus políticos!". He vuelto a recuperar este pensamiento leyendo en la orteguiana España invertebrada lo siguiente "Pica, a la verdad, en la historia la unanimidad con que todas las clases españolas ostentan su repugnancia hacia los políticos. Diríase que los políticos son los únicos españoles que no cumplen con su deber ni gozan de las cualidades para su menester imprescindibles... Si esto fuera verdad, ¿cómo se explicaría que España, pueblo de tan perfectos electores, se obstine en no substituir a esos perversos elegidos"?

1 comentario:

  1. ¿elegidos o votados? Aquí los únicos que eligen son los jefes de los partidos, órganos del Estado. La sociedad civil en la actualidad está al margen de los tejemanejes del poder. Si fuera simple y llanamente una clase política que surge de la sociedad civil para aspirar al poder, estaría de acuerdo con la crítica.

    Y pienso que si seguimos tomando a Ortega como ejemplo o reflexión de esta España actual, terminaremos confundiendo a Cataluña con una colonia y a España con una nación de naciones, como si se pudiese extrapolar en la actualidad el espíritu de la "Pepa" con "paroles". Sí, parece que seguimos avergonzados de perder colonias, y por eso nos empecinamos en no perder más "colonias", aunque sean de "parole".

    En eso religamos y seguimos, pese a los cambios en el Estado. Ese es el consenso.

    Yo solo veo estatalismos. Nacionalistas, aquí, ninguno.

    ¿que por qué votamos? ¿qué más da si votamos o no? El pastel ya está previamente vendido, solo falta el reparto.

    ¿por qué no elegimos? me preguntaría yo.

    Alejandro

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