Lástima que, en lugar de haber confesado la verdad, no le hubiera hecho usted una ficha Wikipedia a Memónides de Moronea y hubiera seguido publicando fragmentos de sus obras e incluso un libro de y sobre él - como hizo Frédéric Pagès con su Jean-Baptiste Botul, filósofo del que publicó "La Vie sexuelle d'Emmanuel Kant", que el inefable Bernard-Henri Lévy citó en su "gran" obra "De la guerre en philosophie" (lo cual parece increíble, porque aunque el libro - que fue publicado en la colección "Mille et une nuits" de "mini libros" a 2 o 3 euros - está muy bien hecho, en la biografía de Botul que tenía al final se veía de lejos que se trataba de una parodia).
Hace ya siglos que Moronea ha dejado de ser sólo una pequeña ciudad-estado en los confines de la Tracia y ocupa ya una entera provincia de la República de las Letras. La influencia de las grandes líneas del pensamiento de Memón,* su hijo más ilustre, se deja ver con claridad en Sartre, en Foucault o, en nuestros días, en Rorty. Pero, más allá de pequeñeces para eruditos, su pensamiento –or lack thereof- sostiene a las varias ideologías de nuestro mundo. En palabras de Voegelin “Rational argument could not prevail because the partner to the discussion did not accept as binding for himself the matrix of reality in which all specific questions concerning our existence as human beings are ultimately rooted; he has overlaid the reality of existence with another mode of existence that Robert Musil has called the Second Reality”.
*Prefiero Memón, de resonancia platónica y a la vez castizo, a Memónides, que ha llevado a algunos a confundir al sabio de Moronea con nuestro Rabi Moses ben Maimon, a quien tan bien ha leído el tío Leo.
Esta misma mañana un editor importante de una editorial que todos creemos seria me ha asegurado que quiero publicar un libro con textos griegos que tratan de ecología.
No puede caber duda, D. Gregorio, se trata de un nuevo ejemplo donde es patente la influencia del sabio de Moronea. Humildemente, estoy descubriendo sus influencias en la obra reciente de Martha Nussbaum, tan aplaudida entre nuestra intelligentzia. En nuestra tierra, me consta que Juaristi le ha estudiado con provecho.
Lástima que, en lugar de haber confesado la verdad, no le hubiera hecho usted una ficha Wikipedia a Memónides de Moronea y hubiera seguido publicando fragmentos de sus obras e incluso un libro de y sobre él - como hizo Frédéric Pagès con su Jean-Baptiste Botul, filósofo del que publicó "La Vie sexuelle d'Emmanuel Kant", que el inefable Bernard-Henri Lévy citó en su "gran" obra "De la guerre en philosophie" (lo cual parece increíble, porque aunque el libro - que fue publicado en la colección "Mille et une nuits" de "mini libros" a 2 o 3 euros - está muy bien hecho, en la biografía de Botul que tenía al final se veía de lejos que se trataba de una parodia).
ResponderEliminarhttps://fr.wikipedia.org/wiki/Jean-Baptiste_Botul
El libro de Pagès es magnífico. Una vez pensé hacer algo así con Marx.
EliminarHace ya siglos que Moronea ha dejado de ser sólo una pequeña ciudad-estado en los confines de la Tracia y ocupa ya una entera provincia de la República de las Letras. La influencia de las grandes líneas del pensamiento de Memón,* su hijo más ilustre, se deja ver con claridad en Sartre, en Foucault o, en nuestros días, en Rorty. Pero, más allá de pequeñeces para eruditos, su pensamiento –or lack thereof- sostiene a las varias ideologías de nuestro mundo. En palabras de Voegelin “Rational argument could not prevail because the partner to the discussion did not accept as binding for himself the matrix of reality in which all specific questions concerning our existence as human beings are ultimately rooted; he has overlaid the reality of existence with another mode of existence that Robert Musil has called the Second Reality”.
ResponderEliminar*Prefiero Memón, de resonancia platónica y a la vez castizo, a Memónides, que ha llevado a algunos a confundir al sabio de Moronea con nuestro Rabi Moses ben Maimon, a quien tan bien ha leído el tío Leo.
Esta misma mañana un editor importante de una editorial que todos creemos seria me ha asegurado que quiero publicar un libro con textos griegos que tratan de ecología.
EliminarNo puede caber duda, D. Gregorio, se trata de un nuevo ejemplo donde es patente la influencia del sabio de Moronea. Humildemente, estoy descubriendo sus influencias en la obra reciente de Martha Nussbaum, tan aplaudida entre nuestra intelligentzia. En nuestra tierra, me consta que Juaristi le ha estudiado con provecho.
EliminarLe confieso, confidencialmente, que la Martha me pone de los nervios.
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