"Sonó el '¡hala, muchachos!', y las guerrillas, fusil en ristre y el cinto repleto de granadas de mano, treparon en demanda de las cumbres donde mi Tercio tenía el encargo de honor de clavar las banderas roja y gualda de España y la blanca con sangrientas aspas de su gloriosa tradición militar e imperial. Yo, que mandaba una compañía, observaba a mi gente. Eran en su mayoría mozos vizcaínos, pasados a nuestro campo con nostalgia de una boina bermeja, una canana repleta y una canción guerrillera. Y en aquel momentos decisivo, impresionante, cantaban; cantaban a despecho de la muerte, que nos acechaba por todas partes; cantaban en su lengua vernácula viejos romances incomprensibles:
Zumalakarregi generala
...
¡Y hacía un siglo y dos años que Zumalacárregui no existía!"
J. -E, Casariego, La verdad del tradicionalismo, 1940.
Incluso contada desde el lado de sus enemigos, la épica del requeté es terrible.
ResponderEliminar"En el valle los campesinos ven asustados como bajan al atardecer multitud de camiones cargados con los cadáveres de los requetés muertos, por Dios y la la Patria, en el asalto"
http://nimbra.blog.com.es/2007/09/25/los_heroes_del_mazucu~3039583/
Recuerdo a Casariego en los espacios que televisión concedía para la propaganda política de los partidos, en alguna de las primeras elecciones, hablando como un hidalgo de hace siglos, que es lo que era, diciendo cosas que hoy serían impensables, ya lo eran entonces; hoy serían ilegales.
Hace tiempo que llevo proponiendo a distintas instituciones una exposición sobre la iconografía carlista. No es que me den con la puerta en las narices, cosa a la que las instituciones tienen perfecto derecho, sino es que se asustan, y esto ya es un pelín preocupante.
EliminarActualmente la corrección política ha llegado al punto en que si uno escribe o habla sobre el tabaco, sólo hay una postura admisible: que mata, que es malísimo, que lo adecuado sería prohibirlo. Si uno intenta discutir, llegan las historias personales: que si mi tío murió de un cáncer... y en seguida a uno de acusan de estar a sueldo de las compañías tabaqueras.
EliminarAnte un libro reciente sobre Franco un comentarista en la red escribió que era un homenaje encubierto. El problema es que hay cada vez más asuntos en los que no se puede entrar.
En fin, todavía nos queda Valle Inclán.
"Ante Dios nunca serás un héroe anónimo".
ResponderEliminarRecuerdo la primera vez que vi a J.E.Casariego "Senior".
ResponderEliminarDebió de ser allá por el ochenta y muchos, en la plaza de toros de Oviedo todavía maltrecha y sin arreglar, por San Mateo o la Ascensión.. Sentado en el tendido , sombrero de ala ancha y capa española, que había desplegado en abanico .Sujetaba el bastón con las dos manos.
Se diría que posaba.
Karl Mill