Me puse a divagar y pensé en Rusia; también pensé que el alma es como Rusia y que son sus fronteras las de Rusia, amenazadas por las mismas hordas. Después pensé en un carro de combate que avanza por la estepa día y noche dejando sus rodadas infinitas en los fangales del primer deshielo. Por su torreta asoma la figura de un hidalgo espectral y delirante que a grandes voces desafía al mundo y pide a Dios la salvación del diablo.
Rusia
ResponderEliminarMe puse a divagar y pensé en Rusia;
también pensé que el alma es como Rusia
y que son sus fronteras las de Rusia,
amenazadas por las mismas hordas.
Después pensé en un carro de combate
que avanza por la estepa día y noche
dejando sus rodadas infinitas
en los fangales del primer deshielo.
Por su torreta asoma la figura
de un hidalgo espectral y delirante
que a grandes voces desafía al mundo
y pide a Dios la salvación del diablo.
Julio Martínez Mesanza
Feliz Navidad.