Anónimo, es curioso, pero a mí por el contrario prácticamente todo me parece digno de admiración. Desde luego sin admiración no hay filosofía, ni ciencia, ni poesía, ni jerarquía, ni sentido... y sin sentido no hay hombre.
Perdonen por si ofendo a alguien, pero a mi me parece que es pecar de cainismo tratar la mediocridad así. Es desde la negrura en Extremistan desde donde no te enteras de la grandeza.
He observado que los españoles admiramos cada vez peor. En lugar de "¡admirable!" escribimos "admirable!" o, peor aún, "admirable!!!". Es decir, admiramos solo al final y con exceso de entusiasmo, en lugar de hacerlo a la manera clásica, que consiste en anunciar desde el principio esa admiración y mantenerla en niveles aceptables.
So te parece mas digerible podríamos hablar de seguir la propia estrella o cosas de este tipo. Pero sólo admirando algo podemos refrenar su contrario y de esta forma conquistar una forma. A veces pienso que preferiría a un perro que quisiera ser hombre que a un hombre que prefiriese ser perro. Pero esto es absurdo, porque sólo el hombre puede desear ser perro. O, dicho de otra manera: quien nada admira nunca sabe a dónde va.
Quizás sólo se sea una hombre cuando no se admira nada, puesto que nada hay digno que admirar.
ResponderEliminarAnónimo, es curioso, pero a mí por el contrario prácticamente todo me parece digno de admiración. Desde luego sin admiración no hay filosofía, ni ciencia, ni poesía, ni jerarquía, ni sentido... y sin sentido no hay hombre.
EliminarEfectivamente, Rafael, a mí me llena de admiración este anónimo que afirma -sin admirarse- que no hay nada digno de admirar.
EliminarEn relación con esto a mi me gusta mucho aquello de Chesterton de que la mediocridad es estar al lado de la grandeza y no enterarse...
ResponderEliminarExactamente.
EliminarPerdonen por si ofendo a alguien, pero a mi me parece que es pecar de cainismo tratar la mediocridad así. Es desde la negrura en Extremistan desde donde no te enteras de la grandeza.
Eliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_mediocridad
He observado que los españoles admiramos cada vez peor. En lugar de "¡admirable!" escribimos "admirable!" o, peor aún, "admirable!!!". Es decir, admiramos solo al final y con exceso de entusiasmo, en lugar de hacerlo a la manera clásica, que consiste en anunciar desde el principio esa admiración y mantenerla en niveles aceptables.
ResponderEliminarSe dice que Goethe no sentía demasiada admiración por Hölderlin.Decía de él que era "un espíritu confuso". ¿Cual de los dos no era grande?
ResponderEliminarChesterton hablaba para nosotros María, no para los tipos como Goethe.
ResponderEliminarHabil,pero no cuela :-))
ResponderEliminarBurke me deja preocupado, porque ser humano ¿es someterse?
ResponderEliminarPorque para someterse, no creo que merezca la pena ser humano.
So te parece mas digerible podríamos hablar de seguir la propia estrella o cosas de este tipo. Pero sólo admirando algo podemos refrenar su contrario y de esta forma conquistar una forma. A veces pienso que preferiría a un perro que quisiera ser hombre que a un hombre que prefiriese ser perro. Pero esto es absurdo, porque sólo el hombre puede desear ser perro. O, dicho de otra manera: quien nada admira nunca sabe a dónde va.
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