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miércoles, 13 de mayo de 2009
Si Heidegger...
Si Heidegger, el filósofo más grande del último siglo, hubiese descrito la verdad del hombre... si hubiese puesto el cristal de su filosofía frente a la existencia humana y la hubiese reflejado en su verdad... Si la conexión entre Ser y tiempo y el nazismo fuera esencial (ver Emmanuel FAYE, Heidegger. La introducción del nazismo en filosofía, Akal, 2009), tan esencial como la que él explícitamente establece entre verdad y autenticidad. Si todo esto fuera así, es decir, si la verdad del hombre nos conduce fatalmente hasta la autenticidad de la angustia del ser-para-la-muerte, la única salida alternativa que queda -yo soy incapaz de ver otra- es repensar el sentido de la verdad... de esa verdad tan cristiana que es la probidad intelectual. Y aquí es Nietzsche quien nos insinúa el camino, porque nos enseña a repensar la verdad de manera no cínica. Y también Pascal, tan admirado por Nietzsche, claro, y por las mismas razones. Podríamos sospechar entonces que las superficies extremadamente pulidas de los cristales -y precisamente por ello- esconden segundas y aun terceras intenciones.
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Vehemencia
I Tras tres días sin poder separarme de Benjamin Labatut y su Maniac , pero ya he cerrado la última página. Y como suele ocurrir cuando has...
Somos muchos los que pensamos que la probidad intelectual va pareja a la probidad moral, o ètica.
ResponderEliminarDe acuerdo, ¿pero de qué es expresión este deseo de probidad? ¿Qué cosa existente en nosotros es lo que aspira propiamente a la verdad? ¿O es que existe algo así como un "instinto de conocimiento"?
ResponderEliminar¿Se refiere, sr. Luri, con "las superficies extremadamente pulidas de los cristales" a Spinoza? ¿O quizá le estoy buscando demasiados pies al gato?
ResponderEliminarsolo las "verdades" pueden ser construidas.
ResponderEliminares necesaria la improvisación, para hallar melodías...
Bel, no estaba pensando en Spinoza, pero está bien traído aquí. Me refería a la suposición de que podemos reflejar lo real, de que la filosofía, por decirlo con Rorty, puede ser "the mirror of nature". ¿En qué se funda, también, esta seguridad? Evidentemente si no estamos seguros de esto no tendría sentido ser tan firmemente partidarios de la probidad intelectual.
ResponderEliminarvfedor: Es decir... ¿que no hay tanta diferencia entre la poesía y la verdad?
ResponderEliminarDebo de ser muy bruto, pero tengo la impresión de que TODO lo que puede saberse sobre el concepto "verdad" lo sabe PERFECTAMENTE el niño de cinco años al que su madre le dice "no me mientas, dime la verdad".
ResponderEliminar.
Y también debo de ser muy insensible, porque, mira que a mí me apasiona averiguar la verdad sobre cuantas más cosas y más profundas mejor, pero nunca he SENTIDO que esa curiosidad mía tuviera nada que ver en especial con mi "ser-para-la-muerte". Más bien es al revés, PORQUE el hombre tiene la capacidad de averiguar muchas verdades, averigua una en particular (su mortalidad), no viceversa.
Don Jesús: El título de este apunte es un condicional, para que el apunte tuviese la forma de un argumento debiera haber afirmado el antecedente o negado el consecuente.
ResponderEliminarEn cualquier caso:
a) Parece claro que con respecto al ejemplo del niño de cinco años la verdad cumple un papel determinado, no se limita a afirmarse a sí misma como tal.
b) El hecho de que el hombre crea tener acceso a muchas verdades no nos aclara por sí mismo la constitución ontológica ni del hombre ni de la verdad.
c) La ignorancia con respecto a nuestros límites temporales puede ser, por ejemplo, saludable, pero no por ello esos límites nos determinan con menos rigor.
Es mi primera intervención en su blog, así que le pido disculpas por entrar a discutirle. La verdad del ser para Heidegger consiste en la revelación, a-letheia, o desocultación. La probidad intelectual de la que usted habla tiene que ver, me parece a mí, con ese dejar-ser del que habla Heidegger en alguna cuestión. El problema, al menos en Ser y tiempo o en el llamado "primer Heidegger", es que el ser se desoculta a partir del cuidado (Sorge), vivido y comprendido en la angustia del ser-para-la-muerte, que no puede ser otra cosa que la comunidad política, el pueblo. Es el pueblo el que comprende y actúa en relación a su finitud, a su destino. Por tanto, no hay probidad intelectual del filósofo, el filósofo sólo esclarece la auto-comprensión del pueblo. Esto es lo que, a mi parecer, señala con acierto Faye.
ResponderEliminarOtra cosa, también discutible, es la que señala su discípula Arendt con su concepto de "política".
your blue eye: ¿Disculpas? ¿A cuento de qué?
ResponderEliminarLa muerte de cada uno es en todo caso la suya, como cualquiera -y también Heidegger- sabe bien. Diluir el existenciario fundamental, la Cura, en el destino del pueblo me parece también que para Heidegger sería un claro signo de la inautenticidad del "das Man" que, obviamente, es siempre una posibilidad del Dasein.
Magnífica entrada.
ResponderEliminarY genial pensamiento.
Y hasta cuartas diría Gregorio, y hasta cuartas.
Un abrazo.
"Somos mucho más artistas de lo que creemos", dice Nietzsche, don Javier.
ResponderEliminar"Por suerte, tenemos el arte, para que nos salve de la verdad", algo así le recuerdo a Nietzsche.
ResponderEliminar"... para no morir de la verdad", sí, efectivamente. El arte en el sentido griego de "poiesis", que es lo que nos permite afirmar la vida frente a esa madrastra indiferente, la naturaleza.
ResponderEliminarClaro que esto será incapaz de entenderlo quien confunda la naturaleza con las fórmulas matemáticas de la física.
Pero, si lo entiendo bien, el arte para Nietzsche, aunque se opone a la verdad de la ciencia y de la filosofía, representa otro tipo de verdad, que se 'corrresponde' mejor con el mundo de la vida. Se oponen diferentes concepciones de verdad, no la idea básica de buscarla. Y de hecho lo ideal sería poder abrazar ambas verdades.
ResponderEliminarPara usar el término de más arriba, Nietzsche también tiene su probidad.
Me gusta mucho tu blog, vengo siguiéndote hace algún corto tiempo; y ahora tengo que desacordar contigo, pero esto es positivo hahahahahahaha. Repensar el sentido de verdad dices, en ese caso ya no tendría sentido de verdad entonces ya no sería verdad, sería cualquier otra cosa; y ese sentido, la verdad se lo ha ganado con sufrimiento y tiempo, mucho tiempo, siglos. Métele Ockham a tu argumento, un navajazo al toque; la verdad es una convención, no te compliques. Suerte.
ResponderEliminarBuenas noches profesor, ya sabe su seguidora en la sombra, me encanta conocer las opiniones de todos sus contertulios,yo no se de Heidegger, pero hoy me ha llegado un video sobre la educación, en la nueva filosofia de vida, que hace pensar, por lo menos igual que muchos de sus filosofos, espero que les gustehttp://video.google.com/videoplay?docid=-9133846744370459335
ResponderEliminarUn lector (my blue eye) ha escrito:
ResponderEliminarEl cuidado (Sorge), vivido y comprendido en la angustia del ser-para-la-muerte, "que no puede ser otra cosa que la comunidad política, el pueblo".
Coincido con él, salvo que introduzcamos el matiz de Luri a la vez matizado. Me explico, esa angustia que es el "ser-para-la-muerte" sí puede ser otra cosa, y de hecho es originariamente "la angustia del Dasein como autenticidad del sujeto individual". Pero luego, al menos en 1933, pasa a ser otra-cosa. Pasa a ser la angustia del Volk. El Dasein ya no es sólo individual sino que es también el estado-de-autenticidad del Volk alemán:
Heidegger (según Habermas, en "El discurso filosófico de la modernidad") como rector de Friburgo, escribe esto en 1933 dentro de una Revista estudiantil:
"El pueblo alemán ha sido convocado por el Führer a unas elecciones. Pero el Führer no ruega nada al pueblo, antes da al pueblo la posibilidad más directa de una suprema decisión en libertad: la de optar por él -el pueblo todo- por su propio Dasein o la de no optar por él. Estas elecciones no pueden en absoluto compararse con ninguno de los procesos electorales habidos hasta aquí. El carácter único de estas elecciones radica en la sencilla grandeza de la decisión que hay que tomar en ellas [...]. Esta decisión última afecta a los extremos límites de las posibilidades del Dasein de nuestro pueblo. [...] La elección que ahora el pueblo alemán realiza es ya el acontecimiento e -incluso con independencia del resultado- la más rotunda testificación de la nueva realidad alemana del Estado nacional-socialista. Nuestra voluntad de hacernos con la responsabilidad de nuestro propio destino como pueblo, exige de cada pueblo que busque y halle también la grandeza y verdad de su propio destino [...]. Sólo existe una única voluntad, la del Dasein del Estado en plenitud. Esta voluntad es la que el Führer ha despertado en todo el pueblo, y ha soldado y convertido en una decisión única."
Sólo así podemos creo, deducir como el Eterno Retorno heidegeriano del Dasein de Ser y Tiempo, conlleva a una Voluntad de poder del Dasein en tanto Volk, que hace de Alemania un Reich. El Reich nazi sería ese Dasein-del-Volk como estado auténtico de un inconsciente colectivo de eterno retorno sobre la muerte.
Claudio: De forma natural creemos que existe algo, que es la realidad, que es una cosa en sí que hay que interpretar. La verdad sería entonces la interpretación correcta de la realidad. Pero..., sugiere Nietzsche, ¿y si lo en-sí fuera siempre una interpretación? Es decir, ¿y si -en los términos nietzscheanos- no existiera texto que interpretar y todo fueran interpretaciones? Desde esta perspectiva el concepto pétreo de la verdad se rompe en interpretaciones que están al servicio de la fuerza que las convoca, que es la voluntad de poder, o la afirmación natural de la vida. La verdad, comenzando por el principio de no contradicción, sería una interpretación con capacidad para afirmar la vida, para imprimir al devenir el carácter de ser.
ResponderEliminarLeemos en "La voluntad de poder": "Verdad es la especie de error sin la cual una determinada especie de seres vivientes no podría vivir. El valor para la vida decide en última instancia".
¿Hay aquí también una voluntad de probidad intelectual?
Sí, posiblemente, pero...
Basurero: Insisto en la forma de mi argumento, que si quieres puedo resumir así: "Si Heidegger dice la verdad, entonces hay que repensar el sentido de la verdad".
ResponderEliminarGlauka: Y sin embargo usted sabe de la vida más que todos nosotros juntos.
ResponderEliminarGracias por el vídeo.
Enrri: Sería absurdo poco noble negar el compromiso de Heidegger con el nazismo, al menos en 1933. Precisamente estoy convencido de que nuestra tarea no es rechazar despectivamente su filosofía creyéndonos moralmente superiores, sino criticar su filosofía sospechando (al menos) que somos intelectualmente inferiores.
ResponderEliminarSe nos ofrecen, al menos, tres vías a seguir:
1) Salvar la filosofía de Heidegger demostrando que su compromiso personal con el nazismo no se derivaba de su filosofía sino de su ingenuidad política (algo de esto parece insinuar Hannah Arendt).
2) Interpretar la teoría de la verdad como desocultamiento (la famosa "aletheia") como el resultado filosófico de su metedura de pata política. Pudiera ser entonces que el llamado "segundo Heidegger" fuera producto de esta comprensión.
3) Suponer que Heidegger tiene razón en su filosofía y que, al mismo tiempo, es el núcleo de esta filosofía el que explica su compromiso con el nazismo. Pero esto es lo que no ns atrevemos a pensar. Era lo que yo intentaba esbozar tímidamente (yo también tengo mis propios miedos) con el condicional "Si Heidegger...".
Pero, aunque todo sean interpretaciones, prevalece la del arte sobre la de la ciencia. Hay formas de verdad 'activas' y otras 'reactivas'. Y N. parece preferir las primeras, que 'reflejan' o 'se adaptan' mejor a la vida que las primeras.
ResponderEliminarNo sólo combate, a mi modo de ver, la verdad científica pro pretender ser única (verdadera), sino por ser peor. Dugo yo.
Hay un fragmento de la Gaya ciencia en el que dice que deberíamos ser como una catedral, para que nos cupieran ambas verdades dentro, aunque, eso sí, bien alejadas una de otra.
Hola Gregorio, tu comentario me ha suscitado dos pensamientos: entendiendo probidad intelectual por honestidad, compromiso con la "verdad" (por decirlo de alguna manera), ¿no fue Nietsche el que se atrevió a llevar la honradez hasta sus últimas consecuencias, esto es, más allá de la honradez cristiana, pero manteniendose en la honradez al fin y al cabo?
ResponderEliminary segundo cuestión, que no tiene que ver directamente con la primera: ¿No ser cínicos nos convierte en honrados?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarF. Ment: La probidad intelectual es un gran tema nietzscheano, y de su obra lo he retomado. De hecho el último aforismo de "Más allá del bien y del mal" se cierra con una compleja referencia a la "Redlichkeit". Señala que también Dioniso filosofa (en directa confrontación con el Platón del Banquete) y lo hace con tan desnuda sinceridad que es tentador definirla como "Redlichkeit". Pero él nos contestaría: "Reserva eso para ti y para tus iguales, y para todo aquel que lo necesite. Yo no tengo ninguna razón para cubrir mi desnudez".
ResponderEliminarLo que Nietzsche piensa es la relación entre verdad y moralidad. Heidegger rompe esta relación pero pagando un precio excesivo ya que, de hecho, la invierte. Si la probidad cristiana defiende que "la verdad os hará libres", Heidegger añade que "la libertad os hará auténticos". Y esta autenticidad ha perdido ya todo rastro de moralidad.
Respecto a la segunda cuestión: no, ni mucho menos; pero permítame usted que yo tantee una salida no cínica. Pienso en "Los Pensamientos" de un filósofo al que nadie se atrevería a catalogar de cínico, Pascal, especialmente en 309, 310 y 312. Ya sé que hay una cierta descortesía en este gesto, pero le ruego que les eche una mirada.
Claudio: Yo creo que Nietzsche ve en la ciencia una verdad consoladora y, por lo tanto, parcial. En cuanto a la forma del arte, a mi modo de ver está pensando en la forma natural que se presenta como realización de una posibilidad superior de ser (un árbol frondoso, espléndido, etc). Aquí hay siempre, de una manera u otra, alguna valoración. Nietzsche era perfectamente consciente. "Soy nihilista -decía- pero admiro la belleza". Es esta forma de ser nihilista la que constituye un reto para el pensamiento.
ResponderEliminar¿Se puede deshacer Nietzsche del cinismo? (¿Se puede deshacer Nietzsche del nazismo/fascismo?) Si en la intención de verdad lo que hay, a priori, es una intención, ¿qué sentido o desde qué lugar surgiría la prbidad/autenticidad/sinceridad? No habría un espejo de superficie repulida sino espejos encadenados, laberintos y teatro dentro del teatro o cosas así. El arte, sí; la poesía; la retórica o la metáfora. Sí. Pero son formas de hablar, juegos que si se prolongan en serio llevan a algo así como un trascendentalismo renovado (crítico y lingüístico). O sea: a la repetición del concepto tradicional de verdad, aunque sea en otro nivel. Pero, ¿realmente la verdad nunca estuvo "en otro nivel"? Incluso si sólo hay intenciones, ahí están als verdades; incluso si solamente hay máscaras, alguien se las pone. En el límite: miento luego hay verdad. Haga lo que haga. repito: que no sé cómo va a salir Nietzsche del cinismo (que no sé en qué consiste) si no es para "repensar" el concepto de verdad volviendo a lo mismo, o callando, o abrazando el movimiento en esa vuelta irracional de la moral formal de la libertad a la verdad privada: la libertad que autentifica. ¿Una masa de seres libres? ¿Un pueblo libre? ¿Una, grande y libre? Ah, y la razón era de Cassirer. Heidegger, un chulo.
ResponderEliminarQuise decir o preguntar: "¿se puede deshacer Heidegger del nazismo/fascismo?". Aunque bien mirado... Pues no lo corrijo.
ResponderEliminarCassirer vs. Heidegger:
ResponderEliminarLa razón era de Cassirer, igual que era de Settembrini y no de Naphta en la novela de Th. mann. la verdad nunca está en los temperamentos coléricos o sanguinarios, sino después (o nunca). A eso lo llamamos juste milieu. Lo malo es pillarlo. pero bueno...
"Lo que Nietzsche piensa es la relación entre verdad y moralidad. Heidegger rompe esta relación pero pagando un precio excesivo ya que, de hecho, la invierte. Si la probidad cristiana defiende que "la verdad os hará libres", Heidegger añade que "la libertad os hará auténticos". Y esta autenticidad ha perdido ya todo rastro de moralidad."
ResponderEliminarProfesor, con todo el cariño y respeto del mundo, ¡no me haga trampas!
Si no estoy equivocado, ¡Nietzsche no es Cristiano!
Nietzsche no dice, lo que enuncia San Juan en el Euaggelos 8,32: "la verdad os hará libres". ¡No! Jamás dice eso, Nietzsche (al menos, que yo haya leído).
¡Nietzsche, no es San Juan evangelista!
¿Qué es lo que dice Nietzsche?
Nietzsche proclama en el Zarathustra:
"El querer hace libres: ésta es la verdadera doctrina acerca de la voluntad y la libertad"
La Verdad de San Juan es opuesta al Querer de Nietzsche, son ambos conceptos diametralmente opuestos.
La verdad de San Juan implica una fe en la otra vida, una trascedencia que tanto critica Nietzsche.
El querer de Nietzsche proclama una inmanencia de la única vida-en-la-Tierra.
Pero ¿qué significa ese querer-liberador nietzscheano?
Ese querer-liberador es el querer-creativo del Arte que libera al hombre del sufrimiento-en-la-Tierra, para reafirmarse como superhombre: aquel hombre cuyo placer en la voluntad-de-crear sustituye o alivia el sufrimiento del Abismo.
Creo que esta perspectiva nos serviría para entroncar el eterno-retorno nietzscheano con lo que llamo "teología heideggeriana del eterno retorno nietzscheano". Pues Heidegger, y su sentimiento de Angustia-la-Tierra batalla contra el Mundo. (Mundo versus Tierra).
Si Nietzsche pone como Advenimiento (eterno retorno) el Arte que es afirmación de la Tierra-Vida, por el contrario Heidegger pone como Advenimiento la Muerte-Tierra.
Creo que eso es todo.
Un Saludo
"Nosotros los artistas sentimos por los judíos gratitud". La frase es de Nietzsche. A mi modo de ver tiene que dar usted un paso más en la dirección del nihilismo nietzscheano, hasta encontrar en la religión una forma del arte. Me parece que entre las tergiversaciones del pensamiento de Nietzsche la más equivocada es aquella que, tras matar a Dios, se siente orgullosa de su probidad intelectual adorando a la nada.
ResponderEliminarMLL: Creo que se puede y se debe interpretar a Nietzsche desde posiciones muy alejadas tanto del fascismo como del cinismo. Nietzsche no es el filósofo que niega, sino el que afirma y es precisamente en la capacidad de afirmar la salud donde se encuentra lo esencial de su pensamiento.
ResponderEliminarEnrri, una cosa más: Respecto a que Nietzsche no es San Juan Evangelista... yo no lo tengo tan claro como usted.
ResponderEliminarGregorio:
ResponderEliminar"...hasta encontrar en la religión una forma del arte."
Creo que es justo lo contrario. Más bien se trataría de encontrar en el Arte una Religión. Pienso que Nietzsche cree que, el Arte es una forma de religiosidad muy especial. Una religión sin Dios, pero de dioses (superhombres).
¿Por qué, es a la inversa? Que el Arte es una Religión y no la Religión es un Arte.
Porque el Arte justo inagura una temporalidad como "eterno retorno" que permite la actitud del artista ante la acción de la Creación de obras. Y esa temporalización-del-tiempo como eterno-retorno es justo lo contrario a la temporalización que la Religión da al hombre en tanto espacialización trascendente de la temporalidad.
Si Dios (de la Religión) es el que crea el Mundo y sus criaturas en una temporalidad trascendente, el Superhombre es un dios que crea obras de arte y sus creaturas imaginarias en una temporalidad inmanente.
El Arte (Moderno(del-postmodernismo filosófico)) se entiende.
ResponderEliminarSolo comprensible esta metamorfosis de lo que es divino(nueva religión del Arte) y lo que es el hombre nihilista, si ponemos nuestra mirada filosófica sobre el concepto de "temor o miedo".
Miedo primero a un Pantocrator que juzgará más allá, que se metamorfosea en una "angustia" (nietzscheana y luego heideggeriana) del más acá (eterno retorno del instante que adviene).
Por cierto, ¿San Juan es Nietzsche, porque´?
Tres cosas:
ResponderEliminar1. No digo que Nietzsche sea San Juan... simplemente no tengo tan claro que no lo sea... Zaratustra/Nietzsche anunciando lo que ha de venir, sea el superhombre o el filósofo del futuro, me parece que tiene algo de profeta a lo Bautista.
2. La expresión "circulus vitiosus deus" para interpretar el tiempo volviendo sobre sí mismo no se encuentra, que yo sepa, en Heidegger. Sí en Nietzsche.
3. Es Nietzsche quien dice que "a los 'homines religiosi' se los podría encontrar entre los artistas, como su categoría suprema".
Pues me va a disculpar, don Gregorio, pero de sus respuestas a mi comentario (respuestas que copio, para refrescarlas:
ResponderEliminara) Parece claro que con respecto al ejemplo del niño de cinco años la verdad cumple un papel determinado, no se limita a afirmarse a sí misma como tal.
b) El hecho de que el hombre crea tener acceso a muchas verdades no nos aclara por sí mismo la constitución ontológica ni del hombre ni de la verdad.
c) La ignorancia con respecto a nuestros límites temporales puede ser, por ejemplo, saludable, pero no por ello esos límites nos determinan con menos rigor.)...
.
de sus respuestas, digo, me temo que no entiendo nada de lo que va después del "parece claro" (¿qué es eso de que la verdad "se afirme a sí misma como tal"?, ¿qué es eso de "la constitución ontológica"?, ¿a cuento de qué vienen los "límites temporales" y el modo como nos "determinan"?).
En fin, reitero que debo de ser muy bruto.
Don Jesús: No me atrevo a tocar ni una coma de sus palabras, por miedo a que no me entienda.
ResponderEliminar¡Qué le vamos a hacer!
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