"No hagáis mucho caso de Sócrates. Haced mucho más caso de la verdad"
Platón, Fedón 91 a
Estas palabras del Sócrates del Fedón resumen mi pretensión en el curso que acabo de concluir sobre el vocabulario platónico. En realidad, como sabemos, no son de Sócrates, sino de Platón, que es el autor de un diálogo en el que no estuvo presente, como él mismo reconoce en el inicio. La ausencia, de ser cierta, es algo más que anecdótica, porque lo narrado en este diálogo son las últimas palabras de Sócrates antes de beber la cicuta.
Inmediatamente antes de decir esto Sócrates ha resaltado que el filósofo no debe preocuparse por la victoria de sus tesis en una disputa. Estas pretensiones se las deja a los sofistas. Al filósofo no le quita el sueño si sus palabras parecen o no verdaderas a los demás, sino si se lo parecen a sí mismo. ¿Hay entonces en Sócrates una diferencia entre lo que parecen significar sus palabras y lo que realmente significan para él?
En todo caso para el filósofo sólo un reto parece incondicional: No mentirse nunca a sí mismo.
Más bien creo que el filósofo quiere hablar con la Verdad.
ResponderEliminarTambién debería serlo para todo el mundo, pero claro, estámos hablando en clave filosófica y es lo más lejano de la cotidianeidad. Saludos.
ResponderEliminarCreo que el autoengaño existe en todos nosotros, en parte por culpa de la ideología, pero tender a la verdad, eso debería ser una regla de oro para todo ser humano, lo mismo que prescindir de lo que opinan los otros para ser fieles a nosotros mismos.
ResponderEliminarAbrazos.
Cuánto me impresionó la primera vez, joven impresionable como era, Sócrates, al principio del diálogo: "La filosofía es una preparación para la muerte". Imaginemos que Sócrates sabía que la cicuta le iría matando el cuerpo ante -y junto a- la más absoluta impotencia de un alma alicaída también para siempre.
ResponderEliminarPues Don Gregorio recuerdo las palabras Salvador Cardus en su conferencia en Alella junto a Usted, o Ud. junta a él como prefiera.
ResponderEliminarLa sentencia que parece afianzarse hoy en dia es prácticamente la contraria, y es la siguiente.
"Estar más interesado en que a uno le den la razón que a tenerla"
Y eso ¿cómo se hace, don Gregorio?
ResponderEliminarMe refiero, claro está a lo de no mentirse nunca a uno mismo. ¡Dolorosísimo!
Es una lástima que la escuela sofista haya ganado, de momento, la partida. La demagogia en nuestra sociedad es una pandemia, llegando a niveles insufribles en el panorama político. Si Sócrates i Platón levantaran la cabeza…
ResponderEliminarAcabo de leer una muestra de verdad política. La historia de la guerra fría contada por San Obama:
ResponderEliminarThe American and Soviet armies were still massed in Europe, trained and ready to fight. The ideological trenches of the last century were roughly in place. Competition in everything from astrophysics to athletics was treated as a zero-sum game. If one person won, then the other person had to lose. And then within a few short years, the world as it was ceased to be. Make no mistake: This change did not come from any one nation. The Cold War reached a conclusion because of the actions of many nations over many years, and because the people of Russia and Eastern Europe stood up and decided that its end would be peaceful.
Els que tenen per objectiu buscar la veritat m'acollonen una mica, sincerament. Sobretot si tenen un caràcter fort ja que són més proclius a passar-se de frenada. Prefereixo els que busquen les mentides. Em semblen més inofensius.
ResponderEliminarPer instint, la noia-drac desconfia de qui li ve dient que té la veritat.
ResponderEliminarPerò no sé per què.
Flaminio: el filósofo debe decirse toda la verdad (por ejemplo -si fuera el caso- que no hay Verdad con la que hablar).
ResponderEliminarPena: Para todo el mundo puede haber cosas más relevantes que la verdad (por ejemplo: la necesidad de consuelo). Dejemos la autenticidad a cualquier precio para los existencialistas (si es que alguna ves hubo un existencialista cabal).
ResponderEliminarGabriela: Si hay tan pocos filósofos y tantos profesores de filosofía entre los que me incluyo) es, precisamente, por las dificultades de superar la necesidad de autoengaño.
ResponderEliminarLola: Yo creo que efectivamente la filosofía es una preparación para la muerte y que, en consecuencia, como el mismo Sócrates añade, un filósofo con miedo a la muerte no es filosóficamente de fiar.
ResponderEliminarRuben: Por eso Sócrates dice que el filósofo no es "philo-nikós", o sea, que no le interesa la victoria. Y por eso hay tan escasísimos filósofos.
ResponderEliminarAdu: Spinoza e contestaría que observándose a uno mismo "sub specie aeternitatis". Y como Spinoza es mucho más sabio que yo, pues me sumo a su consejo (que no sé muy bien como aplicar a mi propia vida)
ResponderEliminarAsensi: No seas tan radical (sugiero): la ciudad es intrínsecamente sofística.
ResponderEliminarClaudio: Obama se ha apuntado directamente al buenrollismo, que es la forma elegante de la hipocresía.
ResponderEliminarQuim, Noia-Drac:
ResponderEliminar1) La veritat a la que l'home té accés pot ser alguna cosa molt semblant a la "docta ignorantia" (és a dir, a la consciència diàfana del que no se sap).
2) És Plató qui ens diu que no ens refiem del tot de Sòcrates i això està dit en un diàleg platònic que té a Sòcrates de protagonista. Per tant ens està animant a buscar la veritat (si hi és) en el conjunt del diàleg, més enllà de les asseveracions socràtiques. Dit d'una altra manera: El platonisme és més complexe que els socratisme perquè té una major consciència dels límits de la veritat.
3) Per a Platò el filòsof és el syn-òptic i els seus diàlegs no son cap altra cosa que exercicis d'exercitació de la capacitat sinòptica.
"La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres. Éstos conmueven por su condición de fantasmas. Cada acto que ejecutan puede ser último, nada hay que no esté por desdibujarse como la sombra de un sueño" (Borges, el Grande). Cito de memoria porque me lo sé de memoria, no es para presumir, es el horror, el horror. Quizá sólo el humor se atreva, pero hay pocos filósofos humoristas, ¿no? Nietzsche y...?
ResponderEliminarLola: Bueno... vengo del traumatólogo que me operó del menisco. He ido con los dolores persistentes de una rodilla operada que no acaba de creerse que está bien. El traumatólogo me ha asegurado que la operación del menisco fue perfecta... pero ha dejado una secuela en la rótula. Parece que se cura con una inyección de cuatro cientos euros.
ResponderEliminar¿Me río?
Me gustaría.
Pero estoy cabreado.
Creo que sólo ha habido un filósofo de verdad que supera reír: Demócrito... y..., quizás, Merleau-Ponty (que, sin duda, sabía bailar).
En pocas profesiones se encuentra tanta hubris como en la médica.
ResponderEliminarSin tener en cuenta que los grandes avances de la medicina han venido de los avances en higiene y del descubrimiento por chamba de la penicilina, los médicos han olvidado el lema: primum non nocere. Cuidado con ellos.
Vaya... Un abrazo.
ResponderEliminarPara que la razón sea razón común y no únicamente razones individuales parece que lo bueno sería que en un debate no solo lleves razón sino que además te la den.
ResponderEliminarElquebusca: Sí, eso es esencial en la vida política. No tengo claro que sea igual de esencial en la vida filosófica.
ResponderEliminar"El que no se cree a si mismo miente siempre." Nietzsche. Así habló Zaratustra.
ResponderEliminarEfectivamente, Tals.
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