Ah, ¡fotografía desafortunada! ¿Disfrutemos de ella mientras la censura no llegue al Café de Ocata?
Le prometo no volver a poner los pies en el asiento de delante (y para compensar, dedicaré mi mala leche a interpelar más (y más hondo) a los profesores en clase. Siempre con educación, claro).
No tan obvio Don Gregorio, según lo que obvie usted por supuesto. Toulouse Lautrec, la perversión esta en la interpretación; esta visto que los escalones no estaban sujetos a la norma urbanistica. El presidente estaba a expensas si la señorita podia o no superar el obstaculo, y en cualquier caso auxiliarla si fuera preciso.Y Sarkozi a la expectativa
Tras ver el vídeo quedo más tranquilo: Obama sigue libre de toda mácula, incapaz de los defectos y pasiones que los mortales, sobre todo aquéllos nacidos franceses, padecemos.
¡El sedoso fulgor del vestido lila es el de los modelitos ajustados y relucientes del Pontormo! Tot plegat me ha parecido una burla jugosa de los serios y moralizantes cuadros del Renacimiento. Hace tres siglos habría inspirado una suculenta sátira o un epigrama latino. Estos dos famosos personajillos podrían ser uno de aquellos cancilleres flamencos (¡tan serios y virtuosos!) pillados in fraganti mientras miraban el trasero de la Madonna.
¡Suerte tenían los cancilleres de que en los tiempos del Pontormo y de Van Eyck no existieran cámaras de fotos! Momentos como este nos hubieran mostrado unos poderosos mucho menos serios y morales de lo que parecen en los retablos...
En estos momentos me imagino que Sarkozy y Obama, por no hablar de Berlusconi, envidian sobremanera a los tales cancilleres. Los tres son tan devotos que pegarían perfectamente en una "Madonna de los cancilleres Obama, Sarkozy y Berlusconi"... A condición de que no corriera por allí ningún fotógrafo inoportuno, como en los viejos, gloriosos y añorados tiempos de nuestros antepasados.
Ah, ¡fotografía desafortunada! ¿Disfrutemos de ella mientras la censura no llegue al Café de Ocata?
ResponderEliminarLe prometo no volver a poner los pies en el asiento de delante (y para compensar, dedicaré mi mala leche a interpelar más (y más hondo) a los profesores en clase. Siempre con educación, claro).
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo tan obvio Don Gregorio, según lo que obvie usted por supuesto. Toulouse Lautrec, la perversión esta en la interpretación; esta visto que los escalones no estaban sujetos a la norma urbanistica. El presidente estaba a expensas si la señorita podia o no superar el obstaculo, y en cualquier caso auxiliarla si fuera preciso.Y Sarkozi a la expectativa
ResponderEliminarHombres!!!! Todos piensan en lo mismo...
ResponderEliminarMenuda mujer, y menudo trasero.
ResponderEliminarObama estuvo acertado,y mucho.
Lo jodido es que era blanca como la leche Pascual.
ResponderEliminarLo obvio de la naturaleza humana ....pura biología ...
ResponderEliminarMiquel Adam me dice que antes de llegar a ninguna conclusión hay que echar una mirada A ESTE VIDEO
ResponderEliminarTras ver el vídeo quedo más tranquilo: Obama sigue libre de toda mácula, incapaz de los defectos y pasiones que los mortales, sobre todo aquéllos nacidos franceses, padecemos.
ResponderEliminarAhí están los dos, luchando contra (su) calentamiento global.
ResponderEliminar¡El sedoso fulgor del vestido lila es el de los modelitos ajustados y relucientes del Pontormo! Tot plegat me ha parecido una burla jugosa de los serios y moralizantes cuadros del Renacimiento. Hace tres siglos habría inspirado una suculenta sátira o un epigrama latino. Estos dos famosos personajillos podrían ser uno de aquellos cancilleres flamencos (¡tan serios y virtuosos!) pillados in fraganti mientras miraban el trasero de la Madonna.
ResponderEliminar¡Suerte tenían los cancilleres de que en los tiempos del Pontormo y de Van Eyck no existieran cámaras de fotos! Momentos como este nos hubieran mostrado unos poderosos mucho menos serios y morales de lo que parecen en los retablos...
En estos momentos me imagino que Sarkozy y Obama, por no hablar de Berlusconi, envidian sobremanera a los tales cancilleres. Los tres son tan devotos que pegarían perfectamente en una "Madonna de los cancilleres Obama, Sarkozy y Berlusconi"... A condición de que no corriera por allí ningún fotógrafo inoportuno, como en los viejos, gloriosos y añorados tiempos de nuestros antepasados.
Hasta aquí la parábola. Bona nit!
Creación/Caos
ResponderEliminarhttp://www.newscientist.com/article/mg20227141.200-disorderly-genius-how-chaos-drives-the-brain.html?full=true