Buscar este blog

martes, 18 de septiembre de 2018

Là, tout n’est qu’ordre et beauté,

Un balcón sobre los naranjos,


un largo pasillo que recorro despacio, porque cada ventana es una promesa,


la fuente cantando a las bouganvillas qué es eso del fluir,


la iglesia, minúscula, en su sitio, en pie, cumpliendo con su deber: 
recordarnos que somos árboles inversos,

un san José tan humano...


un altar esencial, el Crucificado rodeado de cardos plateados...


... el tiempo relegado.


Hacienda Galindo. San José Galindo. México.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Lecciones no aprendidas

  I Como con frecuencia me cuesta decir que no, me veo obligado a asumir las consecuencias de mi pusilanimidad: vivo bajo un alud de comprom...