Efectivamente, lo santo, que es lo que está entre lo sagrado y lo profano y por eso podemos aún alcanzarlo.
I A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempr...
Efectivamente, lo santo, que es lo que está entre lo sagrado y lo profano y por eso podemos aún alcanzarlo.
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