"Uno de los tres protagonistas, Joaquín Bonhome, ha ahorrado algo, siéndolo todo: minero, sargento de infantería, maquillador, viajante de productos farmacéuticos, camelot du roi, empleado de La Banque du Midi, contrabandista, recaudador de contribuciones, guardia municipal de Arcachon. Casa, casi viejo, con Menchu Aguirrezabala. Es ella mujer 'muy bruta, con su ojo de cristal que manaba una agüilla amarillita pegajosa como si todavía destilara del ojo de carne que perdiera en Burdeos, cuando la gripe, del gope que le pegara su hermano Fermín, el transformista'. Quien tuerta la dejó, 'no era ninguna hiena', a pesar del incidente. Fermín imita estrellas en el musette, de Burdeos; bebe vodka, 'esa bebida que se hace con cerillas', canta L'amour et le printemps y se depila las cejas. Su casero lo cree grilla; su cuñado, 'poco hombre para hombre, y muy delgado para mujer'. A poco de casado, cae Joaquín bajo un tren, a la salida de Bayona, y se deja una pierna en la vía. Él jura y perjura que su mujer lo empujó. Ella afirma que lo tumbó el vino que llevaba en el cuerpo. Anda desde entonces con pata de palo, que aun sangra resina. Un día disputan Menchu y Joaquín, en presencia del cuñado. Exasperado, el cojo apóyase en los respaldos de un par de sillas y cocea su cónyuge. 'Menchu se fue, de la patada, contra la pared... Se debó de meter algún gancho por el ojo de cristal... Quién sabe si se le habría atragantado en la garganta... A Joaquín, con el susto que se llevó con la pirueta de su mujer, se conoce que se le escurrió la silla, que perdió pie; el caso es que fue de espaldas y se desnucó'. Fermín, el transformista, huye aterrado. En el descansillo se cruza con unas vecinas. En la calle, a poco, lo detienen gendarmes. Convicto de doble crimen, languidece en la Guayana. La Guayana está infectada de malaria. Sentado en su baúl, ve pasar horas, días, semanas, meses. Al año no llega. En Toulouse el señor comisario se frota las manos. Si pudiese, dice, encerraba a todos los transformistas, como medida de precaución".
Así resume Carlos Rojas el cuento de Cela titulado El misterioso asesinato de la rue Blanchard, que no he leído,y me parece que ha resumido a Cela y a todo su mundo literario.