Extraño que se prefiera escribir en una lengua utilizada por 5 millones más o menos de personas en lugar de una utilizada por 500 millones, entre los cuales los 5 millones de la primera. Aquí en Francia es inimaginable ver a un gran intelectual escribiendo un diccionario para-filosófico en bretón o en alsaciano.
Me riñe B. porque tengo abandonado el Café de Ocata y de esta manera dejo sin respuesta a interlocutores del nivel de Baltasar G.M. La verdad es que necesitaba un descando. Tengo demasiadas cosas que hacer y todas deben estar hechas para comienzos de septiembre. Pero a ver si aunque solo sea por agradecimiento a la relación que hemos ido estableciendco, me doy alguna vuelta por aquí con más asiduidad. Baltasar: pues es una cuestión de amistad. Un amiggo me ha pedido el favor y yo se lo hago con todo el cariño, la mayor profesionalidad que pueda, y gratis. Lo cual no quita para que, si el resultado merece la pena, se publique en español a su debido tiempo.
Siendo usted lector habitual en castellano -si usted lo prefiere, en español- y en francés, le aseguro que no ha de costarle leer en catalán solo con un poco de esfuerzo. Créame que no lo digo por afán de polemizar, sino, bien al contrario, por la simpatía que me despierta por el simple hecho de frecuentar el mismo café.
Quizás no lo crea, pero es una lástima que se pierda usted a Ramon Llull, Josep Pla, Mercè Rodoreda, Víctor Català o Joan Sales, o, en poesía, Marius Torres o Ausias March, por citar sólo a algunos que sin duda merecen un lugar en la historia de la literatura española y universal, aunque escriban en catalán. Ya entiende usted que no estoy comparando nada con nada, y créame que para mi es un privilegio poder leer y leer en castellano a tantos autores de obras maestras que han escrito en esta lengua...
Volviendo al catalán, e insisto que sin ningún ánimo de polemizar, solo quisiera que se entendieran dos cosas. Una, que el valor de una lengua no es cuestión de aritmética, ni tampoco del uso que se haga en los círculos académicos. Si fuera el segundo caso, deberíamos claudicar todos ante el inglés...
Y la segunda, que los que tenemos madres cuya lengua es el catalán -y lo mismo valdría para cualquier otra lengua, incluido el castellano o español- nos duele que alguien exprese menospreció por ella, porque suena como si menospreciaran a nuestras madres y abuelas. Lo que digo no es ideológico ni político, sino simplemente lo natural en los bien nacidos.
Espero muy sinceramente que no aprecie en esta entrada el más mínimo atisbo de rencor o de resentimiento.
Xavier, he dudado mucho en escribirle. He roto algún borrador y olvido ahora todo para ponerle estas líneas de corrido. Estudié Literatura catalana -que no catalán- en la Complutense. Los manuales en catalán, ¿eran de Riquer? comprensibles para mi español común -dialecto guipuzcoano teñido de castellanismos- Leía sin muchos apuros a Ramón Llull, no más apuros que con las Cantigas de Alfonso X o el Llibre Vermell. He estudiado francés desde el bachillerato, leo en él ensayos, novelas y algo, pero poco de poesía. O sea, que me tengo por bastante competente, aunque no por bilingüe. Quería decirle que para leer a Plá, que me gusta hasta para haberme leído sus crónicas parlamentarias, después de un par de intentos, he tenido que acudir a la traducción Ridruejo. No exagere usted con lo de "con un poco de esfuerzo". Leo de corrido el Diari de Girona, incluso algunas cosas del Tribù, pero comprenda que también tenemos madre los españoles del común, que no todo es generalitat. Es más trabajoso leer a Gregorio Luri en catalán de lo que le parece a usted, que yo a veces me trabo con los verbos reflexivos y los impersonales. Baltasar no creo que le diga al barista de este café otra cosa que cuando esté de Ocata ponga la carta al menos bilingüe, en el bar de El Tribù que haga lo que quieran. De Rodoreda no le digo nada, porque no compartimos ese gusto. De Ausias March o de Margarit que para mi es lástima no llegar a ellos en ropa de casa, tener que ponerse de calle. Con todo mi afcto. Teodoro.
Muchas gracias por su respuesta, y perdóneme por no haber respondido antes, pero he estado desconectado de internet un tiempo largo. El catalán necesita la complicidad de los compatriotas que no son catalanes, y somos muchos los catalanes que quisiéramos sentir el calor fraternal del resto de España. Así entiendo su comentario, y se lo agradezco de verdad. Un abrazo.
Extraño que se prefiera escribir en una lengua utilizada por 5 millones más o menos de personas en lugar de una utilizada por 500 millones, entre los cuales los 5 millones de la primera. Aquí en Francia es inimaginable ver a un gran intelectual escribiendo un diccionario para-filosófico en bretón o en alsaciano.
ResponderEliminarMe riñe B. porque tengo abandonado el Café de Ocata y de esta manera dejo sin respuesta a interlocutores del nivel de Baltasar G.M. La verdad es que necesitaba un descando. Tengo demasiadas cosas que hacer y todas deben estar hechas para comienzos de septiembre. Pero a ver si aunque solo sea por agradecimiento a la relación que hemos ido estableciendco, me doy alguna vuelta por aquí con más asiduidad. Baltasar: pues es una cuestión de amistad. Un amiggo me ha pedido el favor y yo se lo hago con todo el cariño, la mayor profesionalidad que pueda, y gratis. Lo cual no quita para que, si el resultado merece la pena, se publique en español a su debido tiempo.
ResponderEliminarEsperaremos entonces a que se publique en español para leerlo...
EliminarCompañero de café Baltasar G.M.,
ResponderEliminarSiendo usted lector habitual en castellano -si usted lo prefiere, en español- y en francés, le aseguro que no ha de costarle leer en catalán solo con un poco de esfuerzo. Créame que no lo digo por afán de polemizar, sino, bien al contrario, por la simpatía que me despierta por el simple hecho de frecuentar el mismo café.
Quizás no lo crea, pero es una lástima que se pierda usted a Ramon Llull, Josep Pla, Mercè Rodoreda, Víctor Català o Joan Sales, o, en poesía, Marius Torres o Ausias March, por citar sólo a algunos que sin duda merecen un lugar en la historia de la literatura española y universal, aunque escriban en catalán. Ya entiende usted que no estoy comparando nada con nada, y créame que para mi es un privilegio poder leer y leer en castellano a tantos autores de obras maestras que han escrito en esta lengua...
Volviendo al catalán, e insisto que sin ningún ánimo de polemizar, solo quisiera que se entendieran dos cosas. Una, que el valor de una lengua no es cuestión de aritmética, ni tampoco del uso que se haga en los círculos académicos. Si fuera el segundo caso, deberíamos claudicar todos ante el inglés...
Y la segunda, que los que tenemos madres cuya lengua es el catalán -y lo mismo valdría para cualquier otra lengua, incluido el castellano o español- nos duele que alguien exprese menospreció por ella, porque suena como si menospreciaran a nuestras madres y abuelas. Lo que digo no es ideológico ni político, sino simplemente lo natural en los bien nacidos.
Espero muy sinceramente que no aprecie en esta entrada el más mínimo atisbo de rencor o de resentimiento.
Un saludo cordial.
Xavier.
Xavier, he dudado mucho en escribirle. He roto algún borrador y olvido ahora todo para ponerle estas líneas de corrido. Estudié Literatura catalana -que no catalán- en la Complutense. Los manuales en catalán, ¿eran de Riquer? comprensibles para mi español común -dialecto guipuzcoano teñido de castellanismos- Leía sin muchos apuros a Ramón Llull, no más apuros que con las Cantigas de Alfonso X o el Llibre
ResponderEliminarVermell. He estudiado francés desde el bachillerato, leo en él ensayos, novelas y algo, pero poco de poesía. O sea, que me tengo por bastante competente, aunque no por bilingüe. Quería decirle que para leer a Plá, que me gusta hasta para haberme leído sus crónicas parlamentarias, después de un par de intentos, he tenido que acudir a la traducción Ridruejo. No exagere usted con lo de "con un poco de esfuerzo". Leo de corrido el Diari de Girona, incluso algunas cosas del Tribù, pero comprenda que también tenemos madre los españoles del común, que no todo es generalitat. Es más trabajoso leer a Gregorio Luri en catalán de lo que le parece a usted, que yo a veces me trabo con los verbos reflexivos y los impersonales. Baltasar no creo que le diga al barista de este café otra cosa que cuando esté de Ocata ponga la carta al menos bilingüe, en el bar de El Tribù que haga lo que quieran. De Rodoreda no le digo nada, porque no compartimos ese gusto. De Ausias March o de Margarit que para mi es lástima no llegar a ellos en ropa de casa, tener que ponerse de calle. Con todo mi afcto. Teodoro.
Muchas gracias por su respuesta, y perdóneme por no haber respondido antes, pero he estado desconectado de internet un tiempo largo. El catalán necesita la complicidad de los compatriotas que no son catalanes, y somos muchos los catalanes que quisiéramos sentir el calor fraternal del resto de España. Así entiendo su comentario, y se lo agradezco de verdad. Un abrazo.
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