miércoles, 9 de diciembre de 2020

¡Qué demonios!

Enviado el manuscrito sobre el Siglo de oro. Su titulo (provisional) es "La aventura del yo". He quedado satisfecho con el resultado y, especialmente de las últimas páginas dedicadas al "Yo sé quién soy" de don Quijote. Cuantas más cosas leía más se me engrandecían las que me parece que son las dos obras cumbre de la época, La Celestina y Don Quijote. He optado por abrir el Siglo de Oro con la gramática de Nebrija, de 1492, y cerrarlo con Miguel de Molinos, que muere en 1696, con lo cual me sale un siglo de más de doscientos años. Pero el privilegio de la libertad es el de poder jugar con las convenciones. Si te encargan un libro no es para que hagas un resumen de cosas ya sabidas, sino para que te arriesgues y, si hay que fracasar, hacerlo de manera esplendorosa. ¡Qué demonios!
 
Estas son la súltimas palabras: 
 

"Don Quijote es el descubridor del alma como aquella instancia desde la cual lo que postulamos como lo mejor que podemos llegar a ser, se dirige a lo que somos. Por eso es cima y resumen de un Siglo de oro que duró doscientos años. No estoy seguro de que pueda servirnos de mito nacional, pero sí me parece que Cervantes nos ha mostrado en su novela inmortal cómo se construye un  mito, el mito necesario para ver reflejado en él aquello que nos obliga a estar a la altura de lo mejor que podemos llegar a estar".

5 comentarios:

  1. Don Quijote tal vez no sirva como mito nacional, pero su autor, al menos al parecer de Ortega, sí nos sirve como revelador del alma española.

    Dice en sus "Meditaciones del Quijote":

    "¡Ah! Si supiéramos con evidencia en qué consiste el estilo de Cervantes, la manera cervantina de acercarse a las cosas, lo tendríamos todo logrado. Porque en estas cimas espirituales reina inquebrantable solidaridad y un estilo poético lleva consigo una filosofía y una moral, una ciencia y una política. Si algún día viniera alguien y nos descubriera el perfil del estilo de Cervantes, bastaría con que prolongáramos sus líneas sobre los demás problemas colectivos para que despertáramos a nueva vida. Entonces, si hay entre nosotros coraje y genio, cabría hacer con toda pureza el nuevo ensayo español."

    Ahí es nada. Yo creo que Marías emprendió este camino con notable éxito en su "Cervantes, clave española".

    Por cierto, ya estoy deseando leer este nuevo ensayo.

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Gracias, Rafael. Entre otros muchos descubrimiento, este libro me ha permitido encontrar en Cervantes a un auténtico adelantado de su tiempo, a un humanista cabal. Siempre está -al menos- un poco por encima de sus coetáneos, por eso escribe una novela que no tiene ni predecesores ni contemporáneos y que tardará en tener continuadores. Ya su vida es una auténtica novela de aventuras y por eso se nota que nunca escribe de oídas. Él es don Quijote, Sancho y Dulcinea. Te confieso que he leído varias veces El Quijote, pero esta última lo he acabado con un inmenso nudo en la garganta que he tardado en deshacer.

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  2. Enhorabuena por el libro pero ¿si el Quijote no nos sirve de mito nacional es que acaso tendríamos otro?

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