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viernes, 10 de julio de 2015

Sobre el progreso

La prueba definitiva de que el progreso tecnológico no va en paralelo con el progreso moral la encuentro en los trenes de cercanías de RENFE. Entre los trenes actuales y los de los años 80 hay enormes diferencias tecnológicas y de diseño. No puedo decir lo mismo de los pasajeros de ahora y los de entonces, especialmente ahora, en verano. 

... O quizás si, si pienso en las indiscretas conversaciones a grito pelado que se mantienen a través de los móviles (¡que cacofonía de trivialidades!) o en los jóvenes y no tan jóvenes que viajan con los pies en los asientos de delante y que no los quitan ni aunque entre una anciana minusválida embarazada y se pare a su lado. 

1 comentario:

  1. desde luego, deberían levantarse ante un fenómeno: una anciana embarazada. No hay quien pare el progreso.
    Pero tiene razón, don Goyo. Y tener razón, en este caso, no es ningún consuelo

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