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miércoles, 4 de febrero de 2015

Byung-Chul Han


Byung-Chul Han (en adelante, Han) es el filósofo de moda, y no pienso discutir que está muy de moda. 

Tampoco discutiré una ventaja de su escritura: en un viaje de ida y vuelta a Palma de Mallorca puedes leerte dos libritos suyos y no sentirte lleno. Yo he consumido, de postre, cien páginas de La academia platónica, de Paul Ludwig Landsberg (algún día hablaré de la importancia de Landsberg en el desarrollo del personalismo cristiano en Cataluña y de su relación juvenil con Carl Schmitt). 

No, Han no es un filósofo: para ser filósofo además de capacidad analítica hay que tener capacidad poética, es decir, creadora, y don Han carece completamente de ella. Lo que nos ofrece es una más de esas ontologías del presente que los europeos vamos elaborando sin parar (hemos hecho de ellas un género literario) al menos desde la caída del muro de Berlín, a pesar de que padecen un grave problema de credibilidad: como parten de la premisa de que el presente es siempre distinto del pasado inmediato, lo único que en realidad nos ofrecen son análisis ontológicos de la coyuntura, es decir, novedades, noticia, periodismo ontológico. En el caso de Han este ejercicio es ameno porque es un intelectual sagaz y escribe bien… pero es difícil tomárselo en serio.

Los intentos de comprender el presente desde el presente inmediato son ejercicios sofísticos. Lo digo con todo el respeto hacia la sofística, pero sin admiración. Para comprender el presente desde el presente inmediato los nuevos sofistas se ven obligados a aceptar que estamos en condiciones de juzgar el pasado gracias a la luz que arroja sobre él la estricta inmediatez vivida, que en coherencia con sus postulados, está siempre en movimiento: es sólo un flash. A mi me interesan más los ejercicios opuestos: los que pretenden comprender el presente desde el pasado. Lo cual me sitúa en el campo de los conservadores.

Diría que hoy es progresista quien entiende el presente desde el futuro (hay un progresismo entusiasta y un progresismo paradójicamente tenebroso); es presentista o efemerista quien entiende el presente desde el presente, y es conservador quien entiende el presente desde el pasado. Estos últimos creemos que hay algo estable en el hombre, algunas permanencias (toda situación humana comparte como mínimo con otra situación humana cualquiera el hecho de ser una situación humana) que se manifiestan de manera diferente según aquello en lo que el hombre fija su alma naturalmente errante. Platón nos viene a decir que la educación es la articulación de nuestra errancia natural. Han nos asegura que hoy sólo hay errancia invertebrada. La diferencia entre uno y otro es que Platón nos explica por qué es necesario darle forma a la errancia, mientras que Hans se contenta con constatar la actualidad de la errancia informal. Por eso Han es incapaz –me parece- de articular una ética. Y quizás por eso, pienso, es el filósofo de moda.

Byung-Chul Han debería hacernos su auto-ontología: la ontología de Han o cómo la filosofía efemerista sólo puede explicar el presente a la manera de Han, o sea, fragmentariamente. Eso sí que sería ilustrador como ontología del presente.

18 comentarios:

  1. Para quien no cree que haya nada permanente en el hombre será difícil siempre articular una ética: se quedará en una moral del momento, del presente (añado yo: en una corrección política):
    http://www.theimaginativeconservative.org/2015/02/momentary-morality-extended-ethics.html

    Excelente texto sobre cómo actúa la corrección política; en concreto, cómo substituye el argumento por la descalificación:
    http://robertocolom.blogspot.com.es/2015/02/censura-en-alemania-y-mas-alla.html

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  2. Excelente. La mejor entrada en lo que llevamos del 2015.

    Sólo dos cositas.

    No sólo los "progresistas" , sino cualquier persona prudente, está obligada a considerar el presente desde los futuros posibles y probables.

    Marx - lo demostró exhaustivamente Norman Geras- afirmó la existencia de una naturaleza humana y para cualquier conservador estándar sin embargo era - o es - un monstruo relativista. Y otro tanto podría decirse de E.O. Wilson,cuya opinión sobre la religión es parecidísima a la de Marx.

    Se puede aceptar que hay algo permanente en el Hombre y no ser "conservador" en el sentido político moderno: en el sentido en que lo son- Burke, Oakeshott , Strauss & Company.

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    1. El sentido moderno de "conservador" es algo muy feo, pero eso es así porque lo han definido sus enemigos, y han tenido éxito en su caricatura. Y así para difamar, por ejemplo, a Strauss, lo primero que le llaman es conservador. Aunque, mejor, ultraconservador, para qué menos. Total, no significa nada, sólo es una etiqueta para indicar que es inaceptable desde la perspectiva de "los buenos", la forma de censura más sutil: nada se puede argumentar en contra, sería inaceptable y convertiría quien lo hiciese en políticamente incorrecto.
      Otra cosa es que los actuales progresistas se alinearían sin duda con Paine contra Burke.

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    2. Sobre una de las dos cositas: Claro que cualquier persona prudente ha de tener presente el futuro, pero no me parece prudente entender el presente sólo desde el futuro. En el resto, de acuerdo.

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    3. Bacon y, sin embargo hay n no-conservadurismo moderno al que ya no se puede llamar progresismo porque tiene miedo al futuro y se autodefine como conservacionista. El progresismo tecnológico parece ser que ha tomado la alternativa del progresismo político.

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    4. Del mismo modo que una de las características del progresismo, la corrección política, insta a limitar la libertad de expresión para evitar ofender a los grupos o ideologías a los que el Gran Hermano vaya considerando sagrados en cada momento histórico.

      http://www.spiked-online.com/freespeechnow/fsn_article/oxford-abortion-and-the-closing-of-the-western-mind#.VNNI7BY_e7M

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  3. No sé, me he perdido mientras leia.
    Sólo recuerdo una bella palabra flotando en el texto: errancia.
    H.de Wittenberg

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  4. Creo que habrá algún día que aclarar qué significa "consevador", ya que el término se utiliza de cualquier manera. El que sea una comprensión que se realiza desde el pasado es una buena aportación, pero quizás no suficiente. El "conservador" actual alude a una moral, pero se inserta con todo su equipo en la satisfacción del presente, en su culto del fantasma de la moral subjetiva. El conservador actual es un progresista que guarda un pequeño paquete de reliquias del pasado, pero ni siquiera se acerca a comprender qué es el pasado. "Conservador" sería el esfuerzo de situarse ante la modernidad y su apuesta más fuerte: el industrialismo. Como ante un enigma. Y sentir cierto desprecio hacia la máquina y el mecanismo. Tomar de Marx lo que tomó de los pensadores "reaccionarios" -que fue bastante- y escribirlo por las paredes. Si no, el conservador no es más que, a lo más, un pequeño complejo de culpa; o es como el Wellington que describió Chateaubriand: un conservador que viene a demoler.

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    1. Yo sostengo que conservador es aquel que cree que se puede evaluar la historia desde la moral; mientras que progresista era el que evalúa toda moral desde la historia. Digo que era porque no sé bien cómo situar el ecologismo, que parece un progresismo con pánico al futuro.

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    2. No puedo estar muy de acuerdo con la idea de la Historia como moral. Como historiador siempre la he concebido como investigación, que creo que es lo que significa la palabra misma en griego. Es decir, buscar a los testigos e interrogarlos. Sin juzgarlos. Se trata de instruir el caso, no de solventarlo. Al menos no desde la perspectiva del tribunal.

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    3. La Beuavoir ensalzaba a Stalin, en sus años estalinistas, porque había sometido la moralidad a la historia con mucha mayor determinación que cualquier existencialista.

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    4. No le digo que no, don Gregorio. Por eso, he hecho la salvedad de que hablo como profesional. Es decir, como técnico, no como juez...

      Enrique García Vargas

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  5. Poniéndome socrático,
    O sea que Ud considera que desde la Moral se escribe la Historia.
    Entonces, para tantas morales y moralidades, tantas historietas o relatos míticos.
    Por tanto, su Conservadurismo conduce a un Relativismo.
    Toma ya!
    Y de la errancia... no digamos! y sí di-vagamos, digo... baccamos.

    Adso de Wittenberg

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  6. Y como ejemplo, le pongo el crédito.
    El crédito como préstamo a interés, no es lo mismo para un griego en la república que para un griego en las Nuves, para un cristiano de antes (escolástico) que de ahora (moderno y postmoderno)), ni para un judío de sinagoga que para uno con-verso y an-verso, ni para un árabe,...todos ellos son Europa y por tanto son Historia de Europa.
    Adso de Wittenber

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  7. El crédito a interés es inmoral si se hace a miembros de la propia comunidad, si se hace a otros, es hasta para celebrarlo... Esto no es lo que pienso yo, es el pensamiento tradicional (lo que yo piense es irrelevante), Por lo demás, el crédito de antes se hacía sobre riqueza (oro), el de ahora se hace sólo sobre dinero (dólar, euro...). Separándonos del patrón oro, hemos conseguido por primera vez en la Historia que riqueza y dinero no coincidan. Por lo tanto, ya dan igual las comunidades.

    Enrique GArcía Vargas,

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  8. Enrique, tienes nombre de torero!
    Solo una puntualización, importante. Eso de para los otros sí, pero para los nuestros no (el préstamo) es exclusivo y propio de los judíos. Ni de los cristianos ni de los árabes, tradicionalmente hablando.
    Lo del patrón oro, y nuestra moderna des-referencialización respecto a la minería metálica, que es a la vez des-territorialización, y por último des-codificación postmoderna (dinero electrónico) es interesante. Coincido con Ud.
    Ya dan igual las comunidades,... pero no la globalidades!
    Un saludo Don Enrique.
    Adso de W.

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  9. Don Adso de W., García Vargas yo los hacía apellidos de ministro, pero no de torero. Ya quisiera yo esa valentía (lo del diestro, no la del ministro de la defensa humanitaria que nos hemos dado). Para mí que es cosa de judíos precisamente porque son los que, por definición, están siempre fuera de su comunidad o no la tienen. Pura coyuntura. También los gitanos son ejemplo de infidelidad y prenda de traición por la misma cosa. No hay más que ver Morena Clara., Pero nada ontológico, pura circunstancia, como no podía ser menos. Un saludo.

    Enrique García Vargas.

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  10. Una extraordinaria entrada, si señor!! Felicidades por ella.

    Como amante del arte siempre me han interesado los conceptos de original, copia, modelo y falsificación, no son gran cosa, pero permiten desarrollar una humilde reflexión moral.

    En relación al consevadurismo, al pasado, el presente y el futuro permítame recordar que Ernst H. Gombrticn citaba en “La imagen y el ojo” a Max Liebermann que recordaba a su vez a un profesor suyo, quien decía que “lo que no se puede pintar de memoria no se puede pintar”.

    Saludos.

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