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viernes, 30 de junio de 2017

Hay otros mundos, pero están en éste.


Barcelona. Cruce de Aribau con Mallorca. Hacia las 2 del mediodía.
- ¿Le puedo hacer una foto?
- ¡Claro!
- ¡Vaya pisito que se ha montado usted aquí!
- ¡No hay otra!
Le he extendido la mano y él, antes de estrechármela, se ha pasado la palma varias veces por el pantalón.


martes, 27 de junio de 2017

Y, de repente, ayer

Uno nunca sabe detrás de qué esquina lo espera alguna sorpresa del pasado. 

No esperaba encontrarme por internet con Nieves Eguiluz, una queridísima amiga a la que hacía 30 años que no veíamos. Pero he topado con ella y así ha vuelto a mi memoria su marido, Rafa Ramos, el creador de Leo Verdura, y los tiempos en que fui Teodosio de Goñi... pero esta es otra historia.


Nieves ha conservado algunas fotos nuestras, entre ellas, ésta en la que aparecemos mi Agente Provocador y un servidor de ustedes. Me ha entrado un ataque de historia del que temo que estaré convaleciente hasta que deje de estar de Rodríguez.


Recuerdo perfectamente la tarde en que hicimos esta foto. Lo que no sabía era que me acordaba tan bien de ella. Fue ayer, sí, porque durante un buen rato, el tiempo intermedio ha desaparecido. Teníamos menos años de los que tienen actualmente nuestros hijos. 

miércoles, 21 de junio de 2017

El que avisa no es traidor

Ayer, a eso de las 6 de la tarde, en el Paseo de San Juan de Barcelona, un poco más arriba del Arco del Triunfo. Dos niños de unos 5 años están uno frente a otro, de cuclillas, jugando a la sombra de un plátano. Se dedican a recoger del suelo las cortezas crujientes que el sufrido árbol se acaba de quitar de encima, desembarazándose de todo cuanto le dificulte resistir este calor sin matices. Cuando han acumulado un montoncito, se entretienen haciéndolas añicos con los dedos. El cric-crac es limpio, nítido. De repente uno de los dos coge una piedra del suelo y le dice al otro: "Yo tengo mucha puntería", y se la tira, dándole en la cabeza. El agredido lo mira perplejo, quejándose. Sin duda le tiene que doler el golpe inesperado. "Ya te he dicho que tengo mucha puntería", se justifica el agresor. El agredido asiente con la cabeza. Todo está en orden. Siguen jugando a desmenuzar cortezas de plátano. El que ha recibido la pedrada se lleva de vez en cuando una mano a la cabeza. Yo sigo mi camino tomando mentalmente nota de lo que acabo de ver.

Esta tarde en el Ateneu


He participado esta tarde en el Ateneu en una mesa redonda en defensa del humanismo. Mi intervención ha seguido este esquema:

1. La invasión vertical de los bárbaros.
2. El humanismo continúa siendo posible. Aún somos contemporáneos de Sócrates.
3. Además de posible, es indispensable. Para conocer las cosas humanas, las ciencias sociales despistan.

Entre otras cosas he dicho que los humanistas, y sólo los humanistas, disponemos de buenos argumentos para defender que no somos nuestro cerebro y, además, que tenemos alma. Los no humanistas, por supuesto, que se reduzcan, si lo desean, a su cerebro y, si se les antoja tener un yo en lugar de un alma, que lo tengan. ¡Allá ellos! 

martes, 20 de junio de 2017

Dos gráficos interesantes

Resultados de Finlandia en PISA del 2000 al 2015


Comparación Finlandia - España


¿Han fracasado las competencias en educación?

Recuerdo que siendo Ernest Maragall "conseller" de educación, me hablaba un día en su despacho de cómo la introducción de las competencias y de los ordenadores acabaría con los problemas escolares de Cataluña. Cuando le manifesté mi escepticismo él me correspondió con una comprensible mirada de decepción.

Hoy sabemos que la competencia profética de Maragall deja bastante que desear. 

Creo, sinceramente, que lo de las competencias fue siempre una mala idea porque lo que sus impulsores les estaban diciendo a los docentes -no sé si siendo conscientes de ello- es que hasta entonces no habían sido suficientemente competentes. Recuerdo la directora de un centro de Cataluña que me confesaba que después de haber trabajado intensamente todo el claustro en introducir la programación por competencias, a la hora de la verdad, se encontraban haciendo lo que ya habían estado haciendo habitualmente.

Esta mala idea inicial se fue haciendo progresivamente peor a medida que las competencias fueron derivando hacia el escolasticismo y los entendidos nos inundaban con listas y más listas de competencias. Hoy hasta se habla de "competencias teóricas". Por cierto, es significativo que se hable más de competencias teóricas que de competencias intelectuales. Sin embargo, para establecer las competencias teóricas, primero se deberían saber qué competencias teóricas nos permiten ser teóricamente competentes. Es mucho más sencillo definir las competencias intelectuales, pero este es un camino que, de seguirse en serio, conducirá hasta el análisis factorial de la inteligencia, que es de donde los iniciadores de la teoría de las competencias querían huir como de la peste.  

Los defensores de las competencias no se han caracterizado por incidir en el aspecto utilitarista del conocimiento, cosa que sería legítima, sino por ignorar la reducción severa a la que estaban sometiendo el conocimiento. Las competencias han funcionado en la práctica como una red que no dejaba pasar nada que no fuera competencialmente significativo a partir de una teoría elaborada desde una visión de las competencias, no del conocimiento.

Estoy convencido de que en la escuela actual estamos manteniendo dos agonizantes con vida artificial. Uno es el de las competencias y el otro, el de la innovación educativa. Comienzan a oírse voces que así lo reconocen.

Las ideas pedagógicas de las últimas décadas han tenido algo en común: han sido más sugerentes cuanto más vaga era su formulación. En el momento en que se han querido concretar para llevarlas a las aulas, inevitablemente han derivado en escolasticismo y casuística.

Por otra parte la evaluación de las competencias sólo esta en condiciones de evaluar la manifestación escolar de la competencia de un alumno. 

Dicho lo anterior, añado que hay escuelas que trabajan tan en serio las competencias del siglo XXI que se toman muy a pecho la ampliación rigurosa del vocabulario de sus alumnos. 

sábado, 17 de junio de 2017

Elogio de la negligencia


El miércoles pasado estuve en La Gleva, al norte de Vic. Me pidieron que hablase a la promoción de alumnos que acababa la ESO y decidí hacerles un elogio de la negligencia, es decir, de la palabra "negligencia", que es una palabra con muchos recovecos y meandros. 

"Negligente" procede del latín "nec-lego". "Lego" significa, entre otras cosas, "leer", así que el negligente es el que no lee. Está relacionado con el griego "logos" y ya se pueden imaginar ustedes el festín. Pero como no se trataba de ponernos sublimes, recordé que también está relacionado con "negligé", que los jóvenes no sabían lo que era, y con lencería (a través del francés "lingerie"). Incluso podría estar relacionado con "religión", si esta palabra proviene de "religens", que es lo opuesto a "nec-ligens". De la religión pasamos a "lección", a "leyenda", a "legión", a "colección", a "elegante", a "inteligencia", a "seleccionar"... hasta que, cansados de etimologías, nos detuvimos en Frontón, que vivió entre el 95 y el 166 y escribió su propio Elogio de la negligencia

Para acabar, pusimos la guinda con Paul Lafargue y su Derecho a la pereza. Les dije que Lafargue, además de revolucionario, era novio de Laura, una de las tres hijas de Karl Marx y que éste, que no quería un perezoso en su familia, por muy revolucionario que fuera, le escribió lo siguiente en una carta: "Antes de establecer definitivamente tu relación con Laura, tengo que disponer de información sobre tu situación económica".

Y llegué a casa con un montón de embutidos a cual más sabroso y la agradabilísima sorpresa de encontrarte con maestros y alumnos que merecen su nombre.

Una amiga en Venezuela

Les presento a mi querida amiga Lourdes Sánchez, ahora más amiga que nunca:

viernes, 16 de junio de 2017

Las mujeres navarras

"Estaba don Carlos de Borbón y de Austria-Este [Carlos VII para los carlistas] en el campamento de la Plewna, rodeado de generales ruso. Naturalmente los rusos abogaban por el valor personal de sus soldados. Y todo lo más que concedían era la igualdad de méritos entre los rusos y los españoles.

-Y, sin embargo -arguyó don Carlos-, aunque a ustedes les parezca mentira, hay algo que supera a esos soldados [...]. He visto en Navarra a las muchachas bailando la jota bajo una verdadera lluvia de balas; a las madres pedir con lágrimas en los ojos, por temor a ser desatendidas, que admitiéramos a sus pequeñuelos en las filas para reemplazar a los grandes, muertos aquel mismo día, y a todas, sin que nadie pudiese impedírselo, acudir a los campos de batalla, en los puntos más peligrosos, para llevar agua, vino, municiones arrebatadas por sus manos al enemigo, y cerrando los puños llamar cobardes a sus hijos, a sus hermanos, a sus esposos, ¡los soldados más bravos del mundo!, increpándoles porque no hacían bastante, y diciéndoles: 'Si nosotras estuviéramos en vuestro lugar, no quedaba un guiri para contarlo." Al principio del levantamiento, por miedo a las burlas de las mujeres, pedían un fusil hasta los menos belicosos, prefiriendo arrostrar las granadas enemigas mejor que los alfilerazos femeninos."

Antonio Pérez de Olaguer, Estampas carlistas.

Leyendo este texto me han venido a la memoria las historias que contaba mi abuelo Federico de su madre "la abuela Ana", que efectivamente, fue a luchar con su marido al frente, que estaba en Lerín, me imagino que en 1873.

jueves, 15 de junio de 2017

Sobre las conclusiones apresuradas

Angel Wagenstein recoge esta "hojmá" o parábola hasídica en El Pentateuco de Isaac:

“Trata del ciego Iosel, a quien hasta los niños, que tienden a burlarse de todo infeliz, le tenían respeto y le ayudaban a cruzar a calle. Un buen día Iosel, ayudándose con su bastoncito, fue a visitar al rabino y le preguntó:

- Rabí, ¿qué estás haciendo ahora?
- Estoy tomando leche.
- ¿Cómo es la leche, rabí?
- Es un líquido blanco.
- ¿Qué quiere decir ‘blanco’?
- Blanco, pues… es el color de los cisnes.
- ¿Y que es un ‘cisne’?
- Un ave que tiene el cuello curvo.
- ¿Qué es ‘curvo’?

El rabino dobló su brazo por el codo.
- Anda, tiéntalo y sabrás.

El ciego Iosel palpó atentamente el brazo del rabino y dijo agradecido:
- Gracias, rabí: ¡Ahora ya sé cómo es la leche!

Las apariencias no engañan, pero los elefantes sí

En El Subjetivo

martes, 13 de junio de 2017

La gran mutación del ensayo

En El País, con una más que agradable sorpresa.

El único sitio al que muchos jóvenes no se llevan el móvil

Me manda B. un artículo de Le Monde, firmado por Pascale Kremer que habla de la singular relación que los adolescentes franceses mantienen con su teléfono móvil.

Lo más llamativo es que lo utilizan para mil cosas distintas, excepto para hablar por teléfono. "El smartphone se ha convertido en la prolongación de su brazo, pero nunca lo acercan a la oreja (...). El teléfono sirve para todo excepto para telefonear."

"Desde principios del decenio la prensa anglosajona está describiendo el declive de las conversaciones telefónicas, particularmente espectacular entre los adolescentes." En el 2016 The Guardian consideraba que uno de cada cuatro no lo utilizaba nunca para hacer una llamada. Se está acentuado la tendencia.

La conversación telefónica ha sido sustituida por los SMS y sobre todo por las aplicaciones de mensajería instantánea, frecuentemente en el contexto de una red social, que permiten enviar a un grupo mensajes lúdicos que mezclan textos, imágenes y vídeos.

Las relaciones humanas directas parecen presentar para nuestros jóvenes demasiadas complicaciones: tienen demasiados silencios que llenar.

Leo el artículo sin sorpresa, pero sí con un dolor que casi llamaría reumático, porque debe ser propio de viejos. Pero si Platón tenía razón -y yo creo que así era- cuando sostenía que el pensamiento es el diálogo con nosotros mismos, es decir, si el pensamiento crece a medida que interiorizamos el diálogo con los otros, me pregunto cómo va creciendo el pensamiento de nuestros jóvenes.

Releo este penúltimo "nuestros" y me corrijo, porque aunque este fenómenos sea llamativo y vaya en aumento, no caracteriza a todos los jóvenes, sino a un sector que parece dispuesto, gozosamente, a hacer un uso cada vez más esquemático de sus competencias intelectuales. Mientras tanto, estamos viendo desarrollarse una elite cognitiva entre la juventud que tiene muy claro lo que está en juego. Ambas tendencias cuentas con la complicidad de la escuela. Por eso es importante saber si la escuela a la que llevamos a nuestros hijos es de las que consideran que todo lo innovador es bueno o de las que siguen creyendo que lo bueno es el criterio que sirve para juzgar lo nuevo.

El viejito más trasnochado de Turquía

Por Tania Díaz Castro

Kemel Okuyan es un anciano muy risueño, con cara de buena gente, que como Secretario General del Partido Comunista de Turquía -PCT- recibió una invitación oficial para viajar a Cuba y ver con sus propios ojos, cómo anda la economía que dirige Raúl Castro. 

Okuyan forma parte de los más de 79 millones de habitantes que tiene Turquía, un país que goza de la decimoséptima economía por volumen de PIB y donde con gran rapidez los sectores industriales y de servicios van hacia la modernidad 

Aún así, Okuyan es comunista. Por su foto, no tiene cara de ser un enfermo de poder. Tal vez no ha tenido tiempo de adquirirla ni ocasión, una enfermedad congénita, propia de estos seres que aman más su poder que a su pueblo, los que llaman revolución a su sistema dictatorial y no lo sueltan ni aunque vean el fracaso hasta en el espejo. 

En una entrevista ofrecida a Granma en días pasados, Okuyan confesó que su partido es de minorías. Tan de minorías, que no se atrevió a decir la cantidad de miembros que nutren las filas de ese partido. 
Nuestra isla es un espacio geográfico idóneo para que aterricen los comunistas más trasnochados que quedan en este mundo, tras la debacle del campo socialista. Son recibidos a cuerpo de rey y se van optimistas -no se sabe por qué- después de disfrutar de unos días de vacaciones en el trópico.  

Llama la atención de este risueño viejito, que encabeza el Movimiento de Solidaridad con Cuba, o sea, con la dictadura cubana, que no tiene pena alguna en destacar que su partido "carece de influencia alguna en su país". Resulta imposible conocer su paupérrima membrecía, ni siquiera en Internet. Casi ni existe. Aún así, el viejito es duro de pelar. 

"Somos -dice- difíciles de cambiar nuestra ideología a pesar de no ser una fuerza necesariamente numerosa".

Leyendo lo que dice Okuyan, cualquiera se pregunta cómo es posible que con un siglo de existencia, el PCT de Kemel Okuyan continúe siendo minoritario, precisamente en un país  donde se ha puesto en práctica el pluripartidismo y donde el PCT, fundado en 1920, se legalizó en 2001.

Fácil de entender. Por suerte, cada día que pasa hay menos comunistas en este mundo. 

No solo en Turquía. Ocurre en numerosos países de esas regiones, que los partidos comunistas no cuentan ni con el 10% de los votos que se necesitan para que tengan presencia en el Parlamento. 

Lo que a Okuyan no le dijeron se lo voy a decir yo y es que en esta islita caribeña, donde pasó unos días de placer, cualquier organización opositora cuenta con cientos de miembros, prohibidas por el gobierno castrista y que muchos de sus líderes han sido y son reprimidos, encarcelados, o exiliados, precisamente porque luchan contra el comunismo que empobrece a nuestro país. 

Santa Fe, junio 2017

lunes, 12 de junio de 2017

Envejecer

Constatas, indefectiblemente, que eres un viejo cuando una joven guapísima te sonríe en el tren y todo lo que se te ocurre espontáneamente es comprobar, disimuladamente, si llevas abierta la bragueta.

sábado, 10 de junio de 2017

Sábado

Curioso y denso sábado


Por la mañana he estado hablando de los Simpson a un grupo bien nutrido de padres y madres en el cine Aribau. Creo que, por lo menos, nos lo hemos pasado bien. 


Por la tarde hemos terminado la cabaña de madera que hemos hecho a nuestros nietos. En realidad la ha hecho mi mujer, que es quien sabe de estas cosas en casa. Pero yo he seguido con una atención creciente y una distancia terapéutica sus progresos. La experiencia me advierte de la conveniencia de mantenerme alejado de determinadas herramientas, porque si caen en mis manos, el el desastre o, al menos, la chapuza, está asegurado.


Por la tarde, noticias de México. Mi amigo Luis Moctezuma me ha comunicado que ha podido cerrar una operación que teníamos entre manos. Ya les contaré. Será sonada. Poco después he recibido una carta en la que aparecen Carmen Brufau y las hermanas Imbert. La saga continúa, amigos. 

Bellow, maestro.


viernes, 9 de junio de 2017

Nuestra Señora de la Lectura Lenta, 8


Estoy leyendo este gran libro -realmente, dicho sea de paso, el catálogo de Libros del Asteroide es impresionante- porque con la primera frase me reencontré con la gran literatura. Me gusta esta prosa densa, un poco untuosa a veces, pero que discurre con naturalidad, con el ritmo adecuado para crear atmósferas intensas, ligeramente irreales por hiperreales, por las que se mueven los protagonistas intentando buscar a tientas una salida a cualquier parte. Cada página es una sorpresa, pero la de la página 156, ha sido una sorpresa muy especial:

"Del termo abierto salía humo, y su superior contempló la imagen de la Biblia: La Virgen vestida de azul, leyendo en un prado en flor. Mientras bebía, una gota de café resbaló por el costado de la taza, pero quedó suspendida en el aire." 

El protagonista, Walter, ha solicitado a su Sturmbannführer la libertad de su amigo de la infancia, Fiete, al que al día siguiente tendrá que fusilar por desertor. Apenas tiene 18 años. Se acaba de casar por poderes. Su mujer está embarazada.  Walter le dice que, si es preciso, lo cambie por él y que lo envíe a la primera línea de frente, si lo considera necesario. El Sturmbannführer lo saca de su despacho a gritos y continúa leyendo la Biblia.

jueves, 8 de junio de 2017

miércoles, 7 de junio de 2017

Javier Sánchez Menéndez

¿Por qué me cae tan bien Javier Sánchez Menéndez?

Me acabo de hacer esta pregunta y acabo de descubrir también que no tengo ninguna respuesta convincente.

Esto por una parte me intriga y por otra, paradójicamente, me tranquiliza.

Me intriga porque llevo un tiempo descubriendo una y otra vez que no soy capaz de fundamentar teóricamente las cosas más importantes de mi vida, como, por ejemplo, buena parte de mis convicciones, buena parte de mis filias y casi todas mis fobias.

Me tranquiliza porque lo anterior significa que hay certezas en el mundo de la vida que se deshilachan y desmoronan en cuanto las sacas de su ecosistema vital y las llevas al mundo sin aire de la teoría.

Tengo claro que es más importante amarse que entenderse. Algo semejante se puede decir de la amistad. Es mucho más importante disfrutar de la amistad en el mundo de la vida que tener claro qué es la amistad en el mundo de la teoría. Precisamente por eso, la vida no cabe en ningún plan previo de la vida. Ocurre justamente lo contrario: es la vida la que va abriendo los cauces por donde circula posteriormente el sentido de lo vivido como rememoración esquemática del pasado. No es la lógica la que establece los significados de las cosas. No puede serlo, porque la vida revienta por todas las costuras que la lógica intenta mantener intactas.

Cuando creemos estar proyectando un camino, estamos imaginando las proyecciones posibles del camino ya trazado.

Digo todo esto porque hoy me han llegado los dos últimos libros de Javier.



De hecho me han llegado tres libros, pero uno de ellos es La educación nacional de Vázquez de Mella, que no cuenta, aunque Vázquez de Mella también es un buen amigo, pero de otro tipo. ¿Cómo no podría ser mi amigo alguien que escribe cosas como ésta: “La revolución hace astillas los tronos que tratan de salvarse ofreciéndola, a cambio de su benevolencia, fragmentos de altar.”

Vamos con Javier.

La alegría de lo imperfecto ha constituido para mi una sorpresa, porque es un libro de aforismos con un título cuyo sentido sé que compartimos íntimamente Javier y yo. ¿Cómo no voy a ser amigo de quien proclama que “la auténtica belleza suele ser la alegría de lo imperfecto”? Este libro no es un ramo de flores de temporada, sino el residuo que han dejado en el alma de Javier muchas cosas rumiadas. En cada aforismo hay más destellos que palabras.

El baile del diablo está aquí al lado, llamándome a su lectura… En realidad lo he abierto, pero lo he cerrado inmediatamente, tras leer uno de sus poemas, el titulado “Recibo en lencería”:
¿Y sigues preguntando
si lo que escribo son versos
o epitafios? 
Relájate, respira,
bebe un sorbo de alcohol,
mira mi cuerpo. 
¿Me amas
o es miseria?

He tenido que dejarlo porque esta madrugada andaba yo encontrando la relación etimológica que une la negligencia con la lencería para prepararme una lección de final de curso que tengo previsto dar en el bienaventurado pueblo de La Gleva y he hallado el nexo que comunica los sentidos de ambas con el de religión, si es cierto que esta última palabra viene de “religens”, lo opuesto de “negligens”.

Añadan "negligé"

¿A dónde nos lleva todo esto?

No lo sé… ¿Lo saben acaso las palabras que nos arrastran?

Sólo las palabras saben algo certero sobre la vida. Por eso no paramos de exprimirlas en busca de sus jugos escondidos. Este es el arte en el que Javier es maestro.

Combates de sumo educativo

Me cuenta Juanjo Fernández que le propuso a Carles Capdevila arbitrar combates de sumo educativo, pero que Carlos rechazó la idea, considerando que Juanjo era un "cachondo".



Yo le he contestado que:

Por supuesto, yo sólo aceptaría
bajo el arbitraje del Capdevila.

martes, 6 de junio de 2017

En Valladolid, mejor que en Singapur

El instituto de Valladolid que supera a Singapur en el informe PISA.


¿Quién dijo esto?

"Es necesario cercenar, reducir, disminuir el Estado y aumentar las Sociedades y aumentar las corporaciones, porque este Estado vive de toda la sangre y de todas las atribuciones que ha sustraído al cuerpo social".

Aunque pueda parecerlo, no son palabras de un liberal o de un neoliberal... sino de un carlista, Vázquez de Mella. Las pronunció en el Parlamento el 27 de febrero de 1908. Y ya que hablamos de neoliberalismo, ¿saben ustedes que Joaquín Costa se definía a sí mismo como neoliberal?



lunes, 5 de junio de 2017

Nuestra Señora de la Lectura Lenta, 7


Me envía B. esta imagen con este comentario: "je me suis souvenue de ce tableau très connu, une Annonciation de Lorenzo Lotto. Tout y est étrange, l'attitude de Marie, l'ange et Dieu dans des postures inhabituelles, et surtout ce chat (une pensée émue à Bacallà Salat) qui semble fuir, terrorisé. Avez-vous une interprétation?" La actitud de María es bien comprensible si entendemos lo que le cae encima. Respecto al gato... si fuera negro, sería fácil de interpretar, pues desde Inocencio VII el pobre gato negro se convirtió en un ser demoniaco. Pero el espanto de este gato doméstico llama la atención porque acompaña al sobresalto de María. Es un ángel en que se ha entrometido en sus vidas.


He recibido a la vez el mail de B. y esta imagen que me remite la amiga Lola desde la casa museo de Pardo Bazán: "Virgen de la leche". Artista flamenco. Siglos XIV-XV.

Muchas gracias a las dos.


Silogismos

Si al ser feliz creo serlo
sufro en mi dichoso estado,
porque me hace desgraciado
sólo el miedo de perderlo,
y si estoy bien sin saberlo,
pues no lo sé, no lo estoy.
Así, mañana como hoy,
ser feliz nunca podré,
pues si lo soy no lo sé...
si lo sé.. ya no lo soy.

- De Joaquín Bartrina, de quien son también estos tres versos:

Aquel que se arroja al mar,
si fe no alcanza a tener
nunca aprenderá a nadar.


Joaquín María Bartrina, Algo, 1876

¿Pero eso de la "posverdad" no era una cosa de Trump?



La CNN, poniendo en escena una posverdad (según Twitter @markantro) consoladora.

domingo, 4 de junio de 2017

Locus iste

Tras la comida familiar. Mis nietos alborotaban, que es lo que tienen que hacer, y el resto de la familia estaba de sobremesa. Cansado, me he refugiado en mi cuarto con la intención de rendirme a la tentación apremiante de una siesta. Sus voces me llegaban lejanas mientras Morfeo me abría sus brazos generosos. Dejándome abrazar por él, lo he visto meridianamente claro: "locus iste a Deo factus est" y esto es lo que os cuento al despertarme en una casa en silencio.



Locus iste a Deo factus est
Inaestimabile sacramentum
Irreprehensibilis est.

sábado, 3 de junio de 2017

La gobernanza del sistema educativo español


Por invitación de Francisco López Rupérez he tenido el honor de participar en este estudio sobre la gobernanza de nuestro sistema educativo formando parte de un grupo de expertos bastante variado. Las conclusiones más notables del mismo son a mi parecer las siguientes: 

1) La gobernanza de los sistemas educativos ha de ser capaz de corregir los errores y de aprender, de un modo ordenado y sistemático, de la experiencia.

2) La gobernanza de calidad presenta las siguientes características:
  • Enfoque holístico
  • Capacidad de dirección
  • Establece con claridad las prioridades.
  • Concede mucha importancia a la selección de los responsables de las políticas.
  • Establece mecanismos de responsabilidad y rendición de cuentas.
  • Está basada en el conocimiento, la evidencia empírica y la investigación.
  • Promueve y emplea el conocimiento y la investigación para una mejor formulación de las políticas.
  • Promueve la participación.
  • Establece diferentes fórmulas para compartir con los actores principales el conocimiento sobre las políticas y sobre su implementación.

3) En el caso español, la gobernanza educativa revela una notable, consistente y estancada  mediocridad.

El reloj autorreferencial


viernes, 2 de junio de 2017

Sobre las competencias

En respuesta a Ramon Torné.

Las “competencias” son la expresión pedagógica de la reducción pragmatista del saber al hacer. 

La teoría, la contemplación, la especulación, la curiosidad pura, aquel afán prometeico del saber por el saber “que es el que al hombre lo ilustra / más que otro alguno”, en palabras de Calderón… todo esto ha perdido valor pedagógico por exceso de intelectualismo. Lo que Albert Einstein llamó “la poesía de las ideas lógicas” ya no interesa en la educación. Hemos jubilado la “curiositas” y aquellas virtudes intelectuales a las que Aristóteles dio el nombre de dianoéticas.

No estoy en contra de una escuela que trabaje las competencias. Sería tanto como estar a favor de una escuela que fomentase la incompetencia. Lo que me parece criticable es la visión exclusivamente pragmatista del saber. El fomento del saber significa el fomento de todas las expresiones del mismo; el fomento de las competencias, es una jibarizacion del saber.

David McClelland es considerado el impulsor del movimiento competencial gracias a su artículo Testing for competence rather than for intelligence, de 1973, en el que criticaba los límites de los tests tradicionales de evaluación de la inteligencia, que eran entonces de uso común en las aulas. Según McClelland, estos tests mostraban una capacidad predictiva tan reducida que era imposible hacerse, a partir de ellos, una idea concreta de la evolución de un alumno y su futuro profesional. En su opinión, los tests de aptitudes eran mucho más fiables. De este modo dio forma a un concepto de inteligencia como la excelencia en la resolución de determinadas funciones profesionales que ganó inmediatamente la atención de los psicólogos. 

Planteadas así las cosas, las competencias no se pueden definir a priori, sino que nos las muestran los mejores de cada campo profesional cuando resuelven los problemas propios de su profesión. Las sólo se encuentran en la práctica. Si queremos encontrar las competencias de un buen pianista, deberemos observar a los mejores pianistas. De la misma manera, si queremos conoce qué competencias, en general, son hoy valoradas, deberemos saber dónde buscarlas. Lo curioso es que sólo se buscan en el mundo de la empresa.

Una definición teórica y a priori de las competencias sería tanto como afirmar que el fundamento de las competencias es teórico.

La conclusión es, entonces, clara: el niño sólo puede ser competente en la resolución de problemas propios de su edad. Intentar conseguir que un niño adquiera competencias propias de un adulto tiene algo de irónico. Sin embargo, lo que buscan las competencias escolares es algo que en las empresas nos dicen que ponen de manifiesto los adultos más competentes. Pero respecto al mundo adulto, el niño sólo es competente en potencia y, por lo tanto, no sabemos si es competente. 

Insisto en que en su origen, las competencias fueron concebidas como puntos de contacto y articulación entre el mundo educativo y el laboral. En este sentido, por ejemplo, el Departamento de Educación y Trabajo de los Estados Unidos creó la Secretary's Commission on Achieving Necessary Skills (SCANS) para definir las competencias y capacidades que los trabajadores debían poseer para encontrar trabajo en el mundo actual. Los resultados se publicaron en un estudio titulado What Work Requires of Schools: A SCANS Report for America 2000, que contenía un listado muy complejo de competencias profesionales. A partir de entonces no han dejado se publicarse listas y listas de competencias que, tomadas en conjunto, ofrecen una imagen bastante desconcertante.

Si en la escuela nos tomamos en serio las competencias, estamos obligados a señalar a los incompetentes, es decir, a los inútiles. A no ser que postulemos –también a priori- que todo el mundo es competente para algo, dejando al futuro que confirme este supuesto. 

Hemos dicho que McClelland defendía el giro competencial de la enseñanza por considerar que los tests de inteligencia no poseen mucho valor predictivo, pero hemos pasado por alto lo más importante: ¿Está bien sustentada esta consideración? Lo menos que podemos decir es que importantes psicólogos sostienen lo contrario: que cuanto mayor es la inteligencia de una persona, mayor capacidad competencial posee, ya que es más capaz de adaptarse a situaciones nuevas. Es decir, la ductibilidad competencial, que según nos aseguran, sería una de las competencias básicas del siglo XXI, no dependería de las competencias que se pueden adquirir en la escuela, sino del cociente intelectual del alumno. En contra de lo que sostiene McClelland, muchas empresas saben que la mejor manera de contratar personal competente es contratar a los más inteligentes.

Mientras tanto en la escuela se va reduciendo de manera inevitable el espacio para la filosofía, las lenguas clásicas o la literatura.

Vehemencia

 I Tras tres días sin poder separarme de Benjamin Labatut y su Maniac , pero ya he cerrado la última página. Y como suele ocurrir cuando has...