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lunes, 15 de julio de 2013

A vueltas con el adjetivo "banal"

Hitler presenta en Mi lucha al pueblo ario como "el Prometeo de la humanidad de cuya frente luminosa brota el destello divino del genio y se expande por todas partes, una y otra vez inflamado por ese fuego que, transformado en conocimiento, ilumina la noche de los misterios silentes y permite que el hombre ascienda por el camino hacia la dominación del resto de las criaturas de esta tierra".

Allá donde se ensalza la luz salvífica con tanto entusiasmo es necesario combatir con idéntico entusiasmo a la oscuridad degradante. Es lo que hace Hitler que, como resalta Safranski en ¿Cuánta verdad necesita el hombre?, "evoca la gnóstica y maniquea dualidad luz-oscuridad de una gigantomaquia cósmica". En consecuencia si hay un un generador de luz (Prometeo) debe de existir también su opuesto, un generador de oscuridad, empeñado en mantener vigente el poder de las tinieblas.  Es el judío. Por eso decía yo en un comentario a un post anterior que sin la obsesión antijudía el nazismo no era sino una obsesión totalitaria más del siglo XX. Para entender bien las convicciones políticas de alguien hay que aclarar quien es, en cada caso, su enemigo. Es decir, contra quién se dirigen sus convicciones.

Continúo con Safranski: "Hitler emplea frecuentemente metáforas para referirse a los judíos; para él son bacilos, microbios perjudiciales, una plaga cósmica". Por eso hemos de considerarlo sincero cuando proclama que "Preservándome de los judíos lucho a favor de la obra del Señor". Goebbels, con no menos sinceridad, siguiendo los pasos de quien para él es el verdadero Prometeo, Hitler, defiende que los tres fundamentos de la política nacionalsocialista son "la fe, el amor y la esperanza".

Safranski sostiene que en el corazón del nazismo late una metafísica del mal para la cual el adjetivo "banal" resulta del todo incorrecta. Estoy de acuerdo.

4 comentarios:

  1. Hesíode, Èsquil i Plató mai no han pensat un Prometeu que s'afanyi per la "dominación del resto de las criaturas de esta tierra". La imatge del Prometeu-llum (intel·ligència) ha quedat desvirtuada perillosament.

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    1. Efectivament, el creador del Prometeu-Demiur modern és Goethe. Però com a modelador d'uns homes nous te tota una llarga tradició que es pot seguir, per exemple, a les faules d'Esop.

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  2. La ariosofía es efectivamente una metafísica maniquea, y era de hecho la principal fuente intelectual del nacionalsocialismo, algo que se puede documentar perfectamente en las lecturas del joven Hitler ; Ostara, por ejemplo.

    Y aún hoy el neopaganismo es una de las fuentes más importantes de la ultraderecha identitaria , incluso en Francia; así Terre et peuple...

    Pero la tesis de la banalidad del mal apunta hacía otro sitio.Dado un contexto condicionante determinado gente que no son psicópatas pueden comportarse con una crueldad inaudita, ahí está el famoso "experimento de Milgram". La tesis de la banalidad del mal no empequeñece al ser humano. Al contrario ,es la grandeza del bien, el coraje de los que no siguen a la manada, lo que destaca.

    Y nos recuerda que una sociedad decente se puede venir abajo si no cuidamos las instituciones que la hacen posible. No fue una conspiración de ocultistas antisemitas lo que condujo al nazismo , sino la irresponsabilidad de las élites conservadoras en la crisis de la República de Weimar.

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  3. El mal nunca triunfa porque si triunfa se llama bien...

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