Un rico campesino de Alma-Ata se desplomó de repente mientras trabajaba en el campo, víctima de un fulminante ataque de apoplejía. Cuando recuperó el habla y el movimiento, contó que se le había aparecido Dios y que le había revelado que "Dios no existe", ordenándole que predicara esta mala nueva. El campesino abandonó su hacienda y su familia para dedicarse a su apostolado por toda Rusia. Las autoridades lo soportaron durante un tiempo, hasta que al ir acumulándose las quejas, finalmente lo deportaron a una mina de cobre de Siberia, donde fue asesinado por una banda de ladrones, que se erigió en defensora de la existencia del Dios Vivo.
La historia la cuenta Aleksander Wat en Mi siglo.
El principio de contradicción parece que no se pasó por la madre Rusia, no?
ResponderEliminarLa madre Rusia es una madre muy suya.
EliminarSalvando las distancias. Yo tuve un profesor de religión que nos explicó que el "deísmo" nació con la intención de superar las guerras de religión que había asolado Europa. Como todo lo segmentaba en un enfrentamiento permanente entre la Iglesia y todo lo demás, añadió que los deístas acabaron por declarar la guerra a los católicos.
ResponderEliminarUno de mis compañeros levantó la mano y preguntó:
- Profesor, pero si nacieron para evitar las guerras de religión, ¿por qué declararon la guerra a los católicos?
A lo que el maestro, muy serio, contestó (literalmente):
- Porque se dijeron: estos jodidos ortodoxos no aceptan nuestro descafeinado.
Parece escrito por Borges
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