Lo conmemoraré con un poema del gran poeta mexicano Homero Aridjis, titulado “Autorretrato a los cincuenta y cuatro años". Allá donde pone Homero Aridjis, podéis poner Gregorio Luri, sumáis algunos años a sus 54, hacéis que una de las hijas sea hijo, cambiáis Contepec por Azagra y Michoacán por Navarra y el resultado soy yo.
Soy Homero Aridjis
nací en Contepec, Michoacán,
tengo cincuenta y cuatro años,
esposa y dos hijas.
En el comedor de mi casa
tuve mis primeros amores:
Dickens, Cervantes, Shakespeare
y el otro Homero.
Un domingo en la tarde,
Frankenstein salió del cine del pueblo
y a la orilla de un arroyo
le dio la mano a un niño, que era yo.
El Prometeo formado con retazos humanos
siguió su camino, pero desde entonces,
por ese encuentro con el monstruo,
el verbo y el horror son míos.
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