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lunes, 25 de abril de 2022

Cosas

Ayer por la noche volvía a casa en el cercanías, cansado, pero feliz, porque el día nos había ido estupendamente en la editorial. Nada más sentarme en el vagón, saqué un libro del bolsillo de la americana y me sumergí en la lectura, sin fijarme ni en quién subía ni en quién bajaba, hasta que, no sé muy bien dónde, al levantar la cabeza, vi que había a mi lado, de pie en el pasillo, una mujer embarazada con las manos sujetándose la tripa. Inmediatamente me levanté y le cedí mi asiento. Fue un gesto casi automático, porque nada me parecía más elemental. La mujer se deshizo en elogios en voz alta a mi amabilidad que, como me di cuenta enseguida, eran también reproches a los jóvenes que iban sentados y que no habían mostrado ni la menor caridad con ella. Algo funciona muy mal en nuestra sociedad cuando a los jóvenes les ha dejado de ser evidente que hay que ceder el asiento a una mujer embarazada.

Unos días antes, el martes 19, exactamente, bajando por el Paseo de Gracia en una noche lluviosa, me caí -me caigo aparatosamente con cierta frecuencia porque al suelo le gusta jugar conmigo al escondite- justo sobre un charco y allí en el suelo, con el paraguas roto en una mano, empapago por el agua del charco y de la lluvia, vi pasar a mi lado una joven que me miró sin imutarse y siguió para adelante. Fue un joven con acento argentino el que me ayudó a ponerme en pie y se preocupó por mi estado. Estaba un poco magullado, pero bien... si ignoramos que al levantarme chorreaba.

viernes, 22 de abril de 2022

El que avisa... busca complicidad...



Invitaciones

Una vez, hace ya años, recibí una invitación para ir a dar una conferencia a Soria. La firmaba el Círculo Filosófico Soriano. Pero en la invitación había una advertencia que no olvidaré nunca: "Debe saber usted que aquí solo nos interesa lo eterno". Por supuesto dije inmediatamente que sí y de esta manera se inició una estrecha relación con esta provincia que, entre otras cosas, me ha proporcionado el regalo de la amistad de Borja Lucena Góngora, que acaba de publicar este magnífico libro cuyo  prólogo tengo el honor de firmar.

El prólogo comienza así:

Como confirmando que todo lo que rima es verdadero, hoy, mientras Borja me comunicaba por teléfono que me había enviado el libro, ha sonado el timbre y era el cartero, que me lo traía y casi al mismo tiempo que el libro he recibido la invitación oficial del Centro Internacional Antonio Machado para dar tres lecturas en julio con el título genérico de "Leer a Sor María Jesús de Ágreda, la monja inabarcable". Allí está, en la cocina, J.A. González Sainz, con el que es muy fácil llevarse bien. Por cierto, su libro La vida pequeña es una joya.

El día se ha completado de manera óptima e inesperada. Se han puesto en contacto conmigo desde el decanato de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Honduras con la invitación a un viaje.

miércoles, 20 de abril de 2022

Sant Jordi

 

 ¡Hola  a todos! El próximo sábado, Rosamerón estrena su primer Sant Jordi y… ¡queremos convertir este gran día en una fiesta! Desde la mañana hasta bien entrada la tarde, os esperamos en esta encantadora placita, donde lucirán nuestros grandes protagonistas: las rosas y los libros. Además, vamos a acompañarlos con vino para brindar, tapas y... ¡por qué no una paella! ¡Editar es vivir! ¡Os esperamos!

martes, 19 de abril de 2022

Batallas y escuelas

Al concluir la guerra francoprusiana se dijo que había sido ganada por los maestros de escuela alemanes. Wellington sostenía que la batalla de Waterloo se había ganado en los campos de Eton. 

También hay batallas hoy que se están librando en los patios de nuestros centros educativos.

domingo, 17 de abril de 2022

Casi todo va bien...

Han llegado el sol, las tardes largas, los bañistas y los paseos por la montaña. Todo anima al optimismo, pero mis rodillas se han empeñado en recordarme insistentemente que ellas también forman parte de mi mundo.

Me llama M.F. pidiéndome fotografías sobre Eitingon y asegurándome que está poniendo el punto final al documental sobre los Mercader. Ha conseguido buenas entrevistas y material inédito de esta mina ingotable de la historia que es la familia de Ramón Mercader. Nos veremos en septiembre en Biarritz, en el Festival de Cine Latinoamericano. El documental huele a premio.

Me llama Luis Moctezuma, querido amigo mexicano, que está en Barcelona, y lo invito a comer en el puerto de El Masnou un arroz con sepietas y alcachofas. Repasamos recuerdos y rostros que nos son comunes y hacemos planes para una hipotética visita mía a México. En octubre estoy invitado a Colombia y quizás...

Rosamerón va bien. Ya hay cuatro libros nuestros en las librerías y se están vendiendo a buen ritmo. El próximo -a punto de salir- será este:


jueves, 14 de abril de 2022

Judas

Cristóbal del Hoyo Solórzano y Sotomayor, Marqués de la Villa de San Andrés y Vizconde de Buen Paso (Tazacorte, Canarias, 1677- San Cristóbal de la Laguna, 1762), excusa en una de sus cartas a Judas Iscariote de una manera original.

 

Tras haber oído un Jueves Santo a un predicador despotricar de manera encendida contra Judas, un soldado salió colérico de la iglesia dispuesto a darle al felón traidor su merecido. El demonio, que anda siempre al quite, se le apareció y se ofreció a conducirlo hasta su escondite. Al llegar al lugar, el soldado echó mano a su espada y hubiera acabado en un periquete con Iscariote si éste no le hubiera convencido, no sin esfuerzo, para que escuchara la verdadera versión de lo acaecido. "Atiéndame, Señor Soldado", le rogó, "y si no tengo razón, hará usted lo que quisiera de mi."

 

"Yo, Señor Sargento", dijo Judas, "era comprador en la casa de mi Maestro en tiempos en que no éramos en mesa más que doce, pero creció la familia mucho y el dinero era tan poco, que no me alcanzaba para el gasto. En este estado, mi Maestro, manirroto, se empeñó en que debíamos hacer una cena magnífica sin tener un cuarto. Unos judíos me dicen que me darían treinta monedas si les decía cuál era mi Maestro. Aunque no juzgué buena aquella acción, pensando que mi Maestro se paseaba por el mar como cualquiera por su casa; que atravesaba paredes, como hace el sol por los vidrios; que del agua hace vino y de cinco peces comida para muchas almas, decidí tomar el dinero, que mi Maestro ya haría de las suyas para salvarse y los judíos quedarían burlados y nosotros, remediados.  Pero llegada la hora, lo agarraron, y él se dejaba agarrar como un cordero, y yo me decía para mi sayo: "¿A qué espera este hombre?" Pero viendo que se lo llevaban sin que nada de lo que yo había previsto aconteciera, me salí afuera contrito, y me colgué. Estos pocos reales me quedaron, aquí los tiene usted, y déjeme en paz, por su vida, que bastantes preocupaciones tengo yo". 

 

Las Cartas del Marqués fueron publicadas en 1740 por fray Gonzalo González de San Gonzalo (no me invento su nombre, que ahí está Google para verificarlo).

martes, 12 de abril de 2022

Haciendo deberes apasionadamente

Hoy hemos comido solos mi nieto Bruno (12 años) y yo. Y no hemos parado de hacer deberes.

Hemos ido juntos al mercado. Le he dejado comprar lo que quisiera con dos condiciones: que de primero, habría ensalada y de segundo lo que él eligiera más espárragos a la plancha. Lo demás, a su antojo.

Nada más sentarnos a comer ha aparecido sobre la mesa la cuestión del infinito y la necesidad de aportar a la filosofía un nuevo concepto, que viene impuesto por la misma naturaleza de las cosas: el de infinito y pico. Si hay infinitos que contienen infinitos, entonces el primero es un infinito y pico. Después se nos ha planteado la posibilidad de concebir el Todo como un container. La pregunta que me ha planteado Bruno es si el container, para contener el Todo, no debiera contener al container que contiene el Todo. De aquí al argumento ontológico de San Anselmo, no había más que un pasado... que me he apresurado a dar. Por cierto, lo ha rechazado con una seguridad pasmosa que dejaría satisfecho al mismísimo Kant: la existencia pensada no es lo mismo que la existencia real. Le ha intrigado mucho más esta pregunta: ¿Si el Universo se expande, por dónde se expande?

A los postres la interrogación versaba sobre lo admirable y extraño que es el ser capaz de preguntarse sobre estas cosas.

La conclusión de todo, mientras recogíamos la mesa, la ha puesto mi nieto: "Somos máquinas con conciencia". Me he limitado a decirle que era un cartesiano y lo he dejado encender la televisión con esa convicción.

Pues eso, que no hemos parado de hacer deberes.

10 tesis sobre el debate público

 En El Subjetivo

domingo, 10 de abril de 2022

Cerezos en flor

Vuelvo a estar de Rodríguez y esto hace que, de alguna manera, vayan más pausadas las horas. Hasta echo en falta el tic-tac de un reloj de pared que vaya ritmando su lento sucederse.

Leo y salgo al pequeño jardín de nuestra casa a ver la maravilla de los cerezos en flor. Tenemos dos y están espléndidos. No hay nada más mecánico y rutinario que la floración primaveral y, sin embargo, siempre nos coge desprevenidos, boquiabiertos y con hambre de belleza. 

Sigo con sor María de Ágreda y los mil matices de su correspondencia con Felipe IV. El rey parece claro que ve a la monja como su embajadora en el cielo y la cuida para que le entregue informes precisos del Más Allá y, sobre todo, para que rece por él, que aunque la edad va amortiguando inexorablemente los pendoneos de la juventud, aun anda con los bajos levantiscos y dispuestos a asaltar cualquier fortaleza que se le ponga a tiro. Al final, el progreso de los achaques corporales acabará haciendo de él un monarca trabajador y taciturno que gracias a Sor María ha aprendido a sobrellevar con el mayor estoicismo las desgracias que le van cayendo encima. 

Cada vez que aparece una reseña de alguno de nuestros libros o alguna entrevista con alguno de nuestros autores, mi alma de editor, recién estrenada, se alegra con una alegría nueva que me sienta muy bien. ¡Bienvenido sea el futuro que llega con dulces sabores nuevos!

El artículo sobre la amistad que apareció el sábado pasado en La Vanguardia, sigue vivo. Son muchas las personas que me escriben para decirme que han encontrado en él palabras que describen muy bien su experiencia.

martes, 5 de abril de 2022

Un mes por delante

Me espera un mes, entero, sin salir de casa; de refugio en mis rutinas: mi sofá, mi cuarto, mis libros, mi café de la plaza de Ocata, mi playa, mi siestecita después de comer, mi paseo por la tarde, mis proyectos.

He ido cayendo casi sin darme cuenta, en la fuerza gravitacional de la correspondencia entre Felipe IV y Sor María de Ágreda. Asombrosa. Lo que comenzó siendo mera curiosidad, ha ido creciendo y ahora se ha convertido en un sentimiento que, si no es piadoso, no sé qué nombre darle. El gran imperio español se ve sometido a todo tipo de presiones en todas sus costuras y el rey, que desconfía de su capacidad y de sus fuerzas, sin apenas recursos, confía en Dios: Dios no puede desamparar a una corona que lo ha dado todo por la fe y a un pueblo que con tanta vehemencia ha resistido al protestantismo. Dios solo puede estar con España. Pero el reinado de Felipe IV es una sucesión vertiginosa de triunfos precarios y desgracias definitivas, mientras su propia familia vive, como en un reflejo amplificado, la incertidumbre colectiva. Dios es la gran esperanza porque Él es, relamente, el soberano.

Pero el soberano no acude a su cita con la fe de España.

Tengo que escribir sobre esto. Sobre la piedad y la soberanía.

viernes, 1 de abril de 2022

En busca del tiempo en que vivimos

El miércoles pasado presentamos en amistad (mejor que "en sociedad") nuestra editorial, Rosamerón, en la Gran Bodega Saltó de Poble Sec que nos pareció el lugar más adecuado de Barcelona para escenificar nuestro proyecto.


 

En realidad no se trataba de una presentación, sino de una invitación a compartir juntos un viaje. Se trataba de decirles a nuestros amigos que nosotros -los tres socios fundadores- no queremos ser más que lo que aparentamos ser y que lo que aparentamos ser no es, en modo alguno, independiente de nuestras relaciones de amistad. Por eso pusimos mucho cuidado y mucho cariño en el diseño del acto y en la elección del lugar y por eso nos sentimos tan contentos viendo las caras de cordialidad, de simpatía, de complicidad y de alegría.

 

Somos una editorial de ensayo en español domiciliada en Barcelona que quiere mantenerse fiel a la buena escritura que se atreva a llevar la experiencia a la idea para ponerla a disposición de un público amplio. Nuestro lema podría resumirse así: En busca del tiempo en que vivimos.

Muchas gracias a todos los que nos acompañasteis. Estamos seguros de que el viaje será largo.

Pr cierto, el libro que acabamos de publicar me parece extraordinario:


 

 

Vehemencia

 I Tras tres días sin poder separarme de Benjamin Labatut y su Maniac , pero ya he cerrado la última página. Y como suele ocurrir cuando has...