Mucho se ha hablado estos días sobre el machismo de/en/entre... los sanfermines. Y se ha dicho, como es normal, de todo. Por mi parte, me voy a limitar a darle la palabra a aquella CNT que, reunida en mayo del 36 en congreso en la plaza de toros de Zaragoza, aprobó algo que leído hoy, en el último día de las fiestas pamplonesas, no deja de tener su qué.
Los congresistas de la CNT debatieron en primer lugar la siguiente cuestión: si en un pueblo o en una ciudad la mayoría decide abolir la ropa, ¿tiene derecho a desvestir a la minoría opositora? ¿No es acaso psicológicamente intolerable que la gente pacata pretenda cubrir supuestas vergüenzas que los desinhibidos lucen desacomplejados? Se aprobó imponer la conducta de la mayoría nudista.
A continuación se entró en el punto que más nos interesa. Lo podemos formular así: ¿Aquel o aquella que despierte el impulso sexual de otro o de otra, está ejerciendo o no una inferencia palpable en su libertad? Se decidió que así era. Por lo tanto el entrometido o entrometida ha de estar dispuesto a apaciguar lo que hubiere sublevado. Y si se negare, ha de ser expulsado del lugar en el que reside. Se aprobó la resolución.
Cuenta todo esto el periodista británico John Langdon-Davis en Behind the Spanish Barricades, y añade esta joya: "El sindicalismo [se refiere, claro está, a la CNT] está en contra de la coacción: prefiere la persuasión forzosa. Reniega de la disciplina y exige una mejor organización de la indisciplina"
Interesante ejemplo de democracia asamblearia.
ResponderEliminarEsta anécodta me trae a la memoria una viñeta humorística que hice algunos años atrás, en la que un grupo de manifestantes varones se abría camino en plan reivindicativo con unas pancartas que decían "Mamadas gratuitas y de calidad", "El placer sexual no puede ser privilegio de unos pocos". Esto me lo sugirió una escena de la película "Enemigo a las puertas" en la que el comisario político, enamorado hasta las patas de una mujer que a su vez está enamorada del francotirador, se queja amargamente de su triste destino y de que, a pesar de sus esfuerzos en pro de la revolución, nunca habrá igualdad, porque siempre habrá "ricos en amor y pobres en amor".
*Aclaro que esa no es mi profesión, y que lo hice solo para solaz de algunos amigos.
El cuerpo. sí. Las utopías políticas sólo son posibles haciendo abstracción del cuerpo.
EliminarY, sin embargo, lo que se entiende por una 'sociedad racional moderna' consiste en empezar por las necesidades del cuerpo, vistas como pre-condición de la posibilidad de búsqueda de la felicidad, entendida por cada uno a su manera.
EliminarClaro, porque el miedo está en el origen de la modernidad: Véase Hobbes.
Eliminar